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Continúan los cantos de sirena (PARTE 2)

Mario Napoleón Pacheco Torrico

Economista, investigador y profesor en la UMSA.

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CONSECUENCIA FUNDAMENTAL DEL ACELERADO ENDEUDAMIENTO EXTERNO LUEGO DE LA CONDONACIÓN DE 2006-2007

La consecuencia más importante de este acelerado ciclo de endeudamiento externo, fue el incremento gradual de su servicio, que originó una pesada carga en la medida en que entre 2014 y 2015 terminó el boom exportador, las exportaciones declinaron y los saldos fiscales y externos pasaron de positivos a negativos. El problema relevante ocurrió a partir de 2015, en la medida en que la reducción de las exportaciones fue simultánea al incremento del servicio de la deuda a partir de 2014, a excepción de 2016 (Ver gráfico 2)

Gráfico 2

Fuente: Elaboración en base a información del Banco Central de Bolivia.

En resumen, la ecuación fue:

exportaciones declinantes– servicio de la deuda creciente = mayores dificultades para cumplir el servicio

Ecuación sin solución considerando que las disponibilidades en efectivo de las Reservas Internacionales Netas (RIN), las DIVISAS que constituyen la parte disponible de las RIN, también declinaban.[1] En 2005 constituyeron 74% de las RIN, 85% en 2009, 87% en 2014, 63% en 2020, 35% en 2021 y el 24/Feb/22 llegaron solamente a 27%. (Ver gráfico 3)

Gráfico 3Fuente: Elaboración en base a información del Banco Central de Bolivia.

El efecto del cuasi agotamiento de las divisas estalló el 10/febrero/2022, cuando el gobierno ofertó el canje de los Bonos Soberanos, aun considerando que estos solamente representan el 11% del saldo total de la deuda, debido a que en octubre de 2022 debía cancelar US$ 500 millones por los Bonos emitidos en 2012.

OBJETIVO, PROBLEMAS, RESULTADOS E IMPLICACIONES DE LA RENEGOCIACIÓN DE LOS BONOS

El 11 de febrero los periódicos nacionales hacían conocer que Bolivia ofrecía en Estados Unidos a los tenedores extranjeros y nacionales de los Bonos Soberanos que vencen, lo que significa devolución del dinero y los intereses ganados, en 2022, 2023 y 2027, el cambio y compra de los bonos emitidos por nuevos bonos. (El Deber, 11/Feb/2022) La finalidad del ofrecimiento gubernamental no era otro que ampliar el periodo de vencimiento y, a la vez, de realización del pago a los tenedores, recuperando los bonos.

Para lograr el objetivo se emitieron nuevos bonos por un valor de US$ 2.000 millones, que están incluidos en el Presupuesto General del Estado del año en curso. Valores nuevos que establecían como estímulo para el canje, una mayor tasa de interés para los tenedores. Por otra parte, Armando Álvarez aclaró que a los tenedores bolivianos (AFP´s, bancos y compañías de seguros) se les ofreció el canje, mientras que a los extranjeros la recompra.

Como se explicó anteriormente, el origen del problema fue la incapacidad financiera de Bolivia para cumplir con los pagos pactados, debido al desplome de los niveles disponibles de divisas que son parte de las RIN, que originaron un problema de insolvencia, es decir incapacidad de pago por imposibilidad de hacerlo y una estimación que seguramente establecía que la insolvencia podía extenderse. Entonces el problema no fue de liquidez.

El Deber informaba que la calificadora de riesgo Standard & Poor´s, mantenía la calificación negativa para la deuda Soberana que emitió Bolivia: B+/B- con perspectiva negativa. La razón es la alta vulnerabilidad de la economía boliviana expresada en los elevado y persistentes déficit fiscal y externo, elevado endeudamiento externo e interno, caída de reservas, exportaciones declinantes de gas natural, que ocasionaron incumplimientos en los volúmenes exportados acordados con Brasil y Argentina, y el bajo nivel del PIB per cápita estimado para 2022. (El Deber, 16/Feb/2022)

Un día después la prensa informaba que la propuesta de canje de Bonos Soberanos realizada por las autoridades no tuvo éxito y extendían una semana el plazo, hasta el 22 y 23 de febrero (El Deber, 17/2/2022). El estímulo que ofrecía el gobierno a los tenedores fue aumentar la tasa de interés a 7,5% (Página Siete, 23/2/2022). Posteriormente, el 24 del mismo mes la prensa informaba que se concretó la operación.

Las condiciones son las siguientes:

Primero: el monto colocado de bonos fue US$ 850 millones.

Segundo: subió la tasa de interés a 7,5%.

Tercero: el plazo de vencimiento se extendió hasta 2030 y la amortización se realizará en tres cuotas: 2028, 2029 y 2030.

Evaluando la operación financiera se constata que:

  1. i) no se alcanzó el objetivo de colocar US$ 2.000 millones. El monto colocado, US$ 850 millones, es menor en 57,5%.
  2. ii) el incremento de la tasa de interés es 1,55 puntos básicos mayor que la tasa de los bonos emitidos en 2013 y 3,0 puntos básicos mayor respecto a los de 2013.

iii) el aumento de los intereses implica una subida de US$ 350 millones adicionales solamente por el pago de intereses (Página Siete, 24/feb/2022)

Los mayores intereses, en la explicación de Jaime Dunn, se explican por el deterioro de la calificación de riesgo de BB/BB- a B/B+, que subió el spread de riesgo de 270 a 550 puntos básicos (2,70% a 5,50%), en razón al empeoramiento de la situación económica del país (alto déficit fiscal y externo, menores ingresos por la exportación de gas natural y problema sociales) A este spread se suma la tasa de interés por los bonos gubernamentales de Estados Unidos a 10 años, que llegaban a un rango entre 1,95% y 2,0%, totalizando 7,5%. (Página Siete, 23-24/feb/2022)

En síntesis, como afirmaron varios economistas, la operación financiera fue un fracaso, debido a que se colocó solamente 42,5% del monto propuesto y a un mayor tipo de interés. Por otra parte, la extensión del pazo para lograr un acuerdo con los tenedores, expresan la desconfianza en el gobierno en relación al cumplimiento de sus compromisos y la incertidumbre sobre el futuro de la economía boliviana.

REACCIÓN DE LAS AUTORIDADES O MÁS “CANTOS DE SIRENA”

Consultado por la prensa el ministro Marcelo Montenegro en relación a la colocación de los nuevos bonos, afirmó que tomando en cuenta las condiciones financieras previas, “Estamos satisfechos con la operación porque nos permite refinanciar el bono 2022 en 90% y esto dará holgura a las finanzas del Tesoro para apoyar inversión productiva”, precisó. Para la autoridad, el cupón o interés de 7,5% es una tasa adecuada y razonable debido a la rebaja de la calificación de riesgo en 2020 y volatilidad de los mercados de capital. Montenegro justificaba el menor monto de los nuevos bonos emitidos y el incremento de las tasas de interés, sin referirse a que una mayor tasa significa mayor servicio de la deuda. Sexto “canto de sirena”

Sergio Cusicanqui, viceministro de Tesoro y Crédito Público, consultado por la prensa sobre la operación financiera, sostuvo que se alcanzó la finalidad de extender el plazo hasta ocho años y, de esa forma, disponer recursos para la “reconstrucción de la economía boliviana”. Agregó “Nuestra apuesta siempre ha sido generar crecimiento económico y las condiciones económicas que tenemos y eso se ha hecho desde 2006” Una persona que no sabría nada de Bolivia y lee esta declaración podría suponer que Bolivia salió de una guerra con una economía destrozada y que el gobierno está en una sacrificada labor de reconstrucción. Séptimo “canto de sirena”.

Por otra parte, cuando afirma que siempre han orientado sus acciones para lograr crecimiento económico, olvida intencionadamente que a partir de 2006 el desempeño económico estuvo determinado por las exportaciones de gas natural. Durante el boom, hasta 2015, la tasa de crecimiento del PIB fue en promedio 5,1%. Terminó el boom y entre 2016-2020, los precios externos cayeron arrastrando a las exportaciones de gas en valor (también declinaron en volumen debido a que la inexistencia de inversión en exploración y prospección de nuevos yacimientos ocasionó la disminución de las reservas probadas de gas) y entre 2016 y 2020 el PIB en promedio aumentó solamente en 1,8%. (Página Siete, 24/Feb/2022) Octavo “canto de sirena”

Estas apreciaciones exitistas de las autoridades no son nuevas. A fines de diciembre del pasado año, el ministro Marcelo Montenegro en la presentación del Presupuesto General del Estado en el Senado, sostenía que en 2021 había disminuido el déficit fiscal, el crecimiento del PIB llegaría a 6%, que las exportaciones serían mayores a los US$ 10.000 millones y que el Índice de Situación Futura elaborado a partir de las expectativas y reportes que se envían al Banco Central, mostraba que “…la mayoría de los agentes económicos encuestados, prevé que la situación en 2022 va estar mucho mejor que la actual, de tal manera que hay perspectivas de mejora económica, de la actividad productiva, de los ingresos y del empleo” (Página Siete, 30/Dic/2021)

Finalmente, como se pudo comprobar los “cantos de sirena” de las autoridades intentan convencernos que el nuevo y acelerado endeudamiento externo fue necesario y positivo y que, para resumir, como la operación financiera fue un éxito, la economía boliviana está mejor que antes. La pregunta es: ¿habrá incautos que crean en los “cantos de sirena”?

[1] El resto de los componentes de las RIN, como los DEG son derechos que pueden emplearse para cambiar por monedas de países que son miembros del FMI. El oro, no está certificado y necesita de una ley especial para comercializarlo.

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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Mario Napoleón Pacheco Torrico

Economista, investigador y profesor en la UMSA.

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