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Auge y desgaste del pensamiento Woke – Daniela Murialdo

Daniela Murialdo explica que el movimiento woke nació en los años treinta dentro de la comunidad afroamericana como un llamado a mantenerse despiertos frente al racismo y que durante décadas mantuvo ese enfoque hasta que con el tiempo sumó elementos de la contracultura hippie

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Auge y desgaste del pensamiento Woke – Daniela Murialdo
Daniela Murialdo explica que el movimiento woke nació en los años treinta dentro de la comunidad afroamericana como un llamado a mantenerse despiertos frente al racismo y que durante décadas mantuvo ese enfoque hasta que con el tiempo sumó elementos de la contracultura hippie incorporando nuevas sensibilidades que ampliaron su estructura identitaria convirtiéndolo en un activismo centrado primero en el racismo pero luego también en otras minorías que encontraron en este enfoque un espacio para exponer reclamos simbólicos

La deriva identitaria después de la caída del Muro de Berlín
Según Daniela Murialdo la caída del Muro de Berlín debilitó a la izquierda tradicional que al no poder enfrentar al capitalismo buscó nuevas rutas de acción y encontró en la identidad un lugar de refugio generando un activismo que adoptó la corrección política como herramienta y que se dedicó a promover un paternalismo que sitúa a distintos grupos en una competencia por ocupar espacios dentro de una jerarquía de opresión creando la mayor cantidad posible de víctimas para legitimar poder político y social dentro de esta lógica

El auge reciente y su progresivo desgaste
Daniela Murialdo considera que el auge más reciente del woke alcanzó su punto máximo hace aproximadamente una década pero que hoy comienza a descender aunque sin desaparecer porque sigue alimentándose de la multiplicación de identidades y del impulso por imponer narrativas que muchas veces chocan incluso con intelectuales de izquierda que se han distanciado del fenómeno por considerarlo ajeno a los principios históricos del progresismo y más cercano a una distorsión identitaria que a un proyecto político coherente

La imposición de la corrección política como norma social
Para Daniela Murialdo este movimiento perdió el sentido del humor al necesitar encontrar ofensas en todo lo que ocurre en lo cultural lo social lo deportivo y lo sexual volviéndose un mecanismo que juzga y cancela en función de sensibilidades extremas que llevan a situaciones absurdas como sanciones desproporcionadas por expresiones afectuosas o cuestionamientos a obras cinematográficas por no incluir cuotas identitarias que nada tienen que ver con hechos reales retratados en ellas

Ejemplos extremos que evidencian el despropósito
Daniela Murialdo cita casos como la sanción impuesta a un jugador uruguayo por utilizar una expresión afectuosa en redes sociales o las críticas dirigidas a la película sobre la tragedia de los Andes por no incluir mujeres gays o visiones veganas pese a tratarse de un hecho histórico donde nada de eso correspondía mostrando cómo el revisionismo identitario exige adaptar la realidad a sensibilidades individuales sin respetar los hechos tal como sucedieron

Consecuencias culturales que afectan incluso a países como Bolivia
Como explica Daniela Murialdo estos fenómenos llegan a Bolivia debido al consumo global de cine literatura arte y contenidos digitales donde la cancelación se ha extendido hasta reescribir clásicos eliminar obras consideradas ofensivas y modificar personajes emblemáticos dando lugar a cambios que buscan erradicar cualquier elemento que contradiga los dogmas actuales aun cuando pertenezcan a contextos históricos completamente distintos

Distorsiones legales y deportivas que agravan la tensión social
Daniela Murialdo advierte que las políticas identitarias han generado conflictos graves como la participación de mujeres trans en competencias femeninas donde la ventaja física se traduce en resultados injustos o como la presencia de personas trans en cárceles de mujeres casos que en algunos países ya derivaron en abusos y muestran cómo estas medidas afectan derechos de mujeres reales y generan situaciones peligrosas bajo la bandera de la autodeterminación absoluta

La expansión de la cultura de la cancelación en el ámbito académico y cultural
Según Daniela Murialdo la cancelación se instaló también en universidades prestigiosas donde profesores perdieron libertad de cátedra e incluso sus cargos por no alinearse a criterios identitarios y donde obras clásicas fueron eliminadas de bibliotecas o currículos como en el caso de la Odisea o Caperucita Roja evidenciando un intento de borrar todo lo que contradiga la visión dominante que el movimiento pretende imponer

Influencia global y llegada a espacios del entretenimiento masivo
Daniela Murialdo menciona ejemplos recientes como la nueva versión de Blancanieves donde el personaje deja de ser el que la tradición describe y donde los enanitos fueron reemplazados por criaturas mágicas para evitar supuestos prejuicios lo que demuestra cómo la industria del entretenimiento adopta estas presiones y modifica relatos clásicos con el fin de ajustarse a exigencias de corrección política que buscan reescribir el pasado desde el presente

Reacción social e inicio de un giro mundial
Daniela Murialdo identifica que varios países muestran un giro claro ante los excesos del radicalismo identitario y que movimientos políticos que antes impulsaban esta agenda han perdido fuerza como Podemos en España o ciertos sectores progresistas en Estados Unidos donde incluso comunidades LGBT tradicionales han comenzado a distanciarse de la agenda trans porque consideran que distorsiona derechos ya conquistados y genera nueva homofobia en vez de reducirla

Retrocesos y medidas concretas que frenan la agenda identitaria
Daniela Murialdo señala que países como Argentina han retirado el lenguaje inclusivo de documentos oficiales y que naciones nórdicas han prohibido cirugías de cambio de sexo en menores mostrando cómo Estados que antes impulsaban estas políticas ahora reconocen sus efectos negativos y comienzan a revertir decisiones que durante años fueron presentadas como avances obligatorios

Perspectivas sobre el futuro del movimiento woke
Finalmente Daniela Murialdo considera que aunque la cultura woke no va a desaparecer de inmediato su declive ya es evidente porque la sociedad empieza a exigir límites claros y a reclamar que las mayorías también sean respetadas y que la convivencia democrática no puede basarse en la imposición de una sola lectura moral ni en la censura de todo lo que contradiga argumentos identitarios extremados que terminan fracturando más de lo que construyen


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