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Gutiérrez Giret es licenciada en comunicación estratégica y corporativa, con estudios especializados en copywriting, redacción persuasiva para ayudar a vender, personal branding, programación neurolingüística y coaching profesional. Tiene su propia empresa de consultoría en estas áreas.
“La marca personal es una percepción, la diferencia es gestionarla de manera intencional, por eso el concepto de personal branding. Lo que hago es contribuir para que más profesionales, líderes de empresas, consultores estratégicos y especialistas puedan entender cuán importante es empezar a gestionar esta percepción, esta marca personal que ya tienen pero de una manera intencional, a través de estrategias de personal branding, que ayudan a comunicar tu valor diferencial. Eso contribuye a un mejor impacto, a que la gente entienda qué es lo que hacés y más puertas se puedan abrir en términos de oportunidades”, señaló.
La experta dijo que trabaja “en pasos simples: se comienza por una estrategia de diferenciación, encontrar cuál es el valor diferencial. Es una inmersión en el autoconocimiento, encontrar el propósito, la misión, la visión, la identidad, la propuesta de valor, la promesa de marca y la emoción de marca. Qué quiero despertar en la otra persona, cómo quiero impactar para diferenciarme de mi competencia. Eso es la diferenciación estratégica”.
“Una vez que terminamos esto viene la segunda parte: cómo materializo y monetizo ese valor, que puede ayudar a otra persona creando servicios, programas de formación o un podcast. En tercer lugar viene la comunicación. Normalmente, muchos profesionales empiezan por ahí y se encuentran con el problema de que las personas no llegan a conectar para una oportunidad de negocios o una venta”, detalló.
Gutiérrez Giret subrayó que “el camino de construir un proyecto de marca personal es un camino de paciencia, no va a funcionar de manera rápida, la marca es construcción de confianza y de autoridad. La credibilidad la logramos validando muchas cosas en el camino. Dependiendo del profesional, ya vendrá con una confianza ganada y ahí el camino de la comunicación puede ser un poco más rápido, pero tal vez tenemos un profesional en transición laboral, que se reinventó, y su camino de construcción de confianza y de autoridad va desde cero”.
“Para que conecten conmigo, se abran oportunidades o me compren, el cliente va a ver si el servicio es validado. Es fundamental el valor diferencial de las personas. Con cada vez más gente migrando a la digitalización, diferenciarse va a ser cada vez más complejo y ahí viene el tema del autoconocimiento. Rescatar qué cosas genuinas de mi identidad puedo poner en valor, para llegar a conectar con las personas. Normalmente, uno atrae o conecta con personas similares en valores, los tenemos que comunicar todo el tiempo”, dijo.
La experta consideró que el trabajo de la marca personal “es fundamental en cualquier ámbito. Asesoro a abogados, ingenieros en alimentos, consultores en gobiernos corporativos, terapeutas, distintos perfiles. Si la intención es ganar oportunidades, es importante trabajar en cómo nos perciben, que nos vinculen con las cosas que hacemos y los valores que tenemos”.
“Las redes sociales están en la fase tres, son una parte de la propuesta de comunicación. Hay que trabajar de manera estratégica todo antes, tu empresa o proyecto no es un Linkedin, un Instagram o un Facebook. Si la propuesta de diferenciación y de valor es débil, los esfuerzos de comunicación pueden acabar siendo desmotivadores. Trabajar previamente los otros pasos es un camino de seguridad”, remarcó.
Entre los errores más frecuentes que ha observado, señaló a los “profesionales con un proyecto visiblemente importante, pero que no lo están monetizando o que lo sostienen con ingresos propios. A veces es algo de mucha inversión pero no está bien focalizado o asentado. Otro error es empezar un proyecto copiando la identidad de otra persona”.
“Trabajo de manera conjunta, en equipo con profesionales, ordenando las ideas del otro para que se vea reflejado. En mis presentaciones muestro la imagen de un árbol frondoso, pregunto a las personas qué sienten y dicen: calma. Las ramas de ese árbol frondoso son la comunicación, pero para llegar ahí hace falta un camino de paciencia, trabajar las raíces, la diferenciación, para vernos de esa manera plena, segura y claros con nuestro camino. El propósito es que la gente crea en ellas, para que puedan realizarse en lo personal y en lo profesional”, concluyó.