Carlos Cuéllar: “La vacunación completa, que incluye el refuerzo, sigue siendo nuestra mejor defensa”
El Dr. Carlos Cuéllar habló sobre las investigaciones científicas de la nueva variante Ómicron; la evaluación, efectividad e impacto de las vacunas y las recomendaciones para enfrentar la pandemia durante el 2022.
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Cuéllar tiene una maestría en salud por el Instituto de Medicina Tropical de Amberes. Comenzó su carrera como epidemiólogo en el Cenetrop y fue cofundador de Prosalud. Desde 1998 ha dirigido proyectos de salud en Medio Oriente, América Latina y África. Actualmente, es vicepresidente ejecutivo de University Research Corporation, organización especializada en fortalecer sistemas de salud a nivel global.
“A partir de la experiencia e información científica que surge del distrito de Sudáfrica que es epicentro del Ómicron, sabemos que es una variante altamente contagiosa, más que la Delta. Segundo, que tiene una difusión más rápida por el corto periodo de incubación, sólo dos a tres días, la mitad del periodo de la cepa original y de la Delta. Un tercer elemento es que la severidad de la enfermedad es menor, con una letalidad más baja que en anteriores oleadas. Al observar las curvas de infección, éstas se separaron de las curvas de mortalidad, cuando antes corrían en paralelo”, detalló.
El experto remarcó que todo esto no debe llevar a bajar la guardia, “porque la variante Delta todavía está presente”, y agregó que “la vacunación completa, que incluye el refuerzo, sigue siendo nuestra mejor defensa”.
Respecto a las versiones de que Ómicron podría significar que estamos cerca del fin de la pandemia, Cuéllar dijo que “esa teoría tiene que ser explicada y relativizada, porque no hay que cantar victoria antes de tiempo. Delta sigue circulando y los números muestran que hay gente que necesita internarse, y que fallecen muchas personas no vacunadas”.
“Hay que comprender la dinámica de los Coronavirus, donde hay cuatro factores: la estacionalidad, la evolución viral, las tasas de inmunización y el comportamiento de las personas. Estos cuatro elementos conforman el factor R (reproducción), número promedio de casos nuevos generados por una persona infectada en una población determinada. Cuando el factor R es mayor que 1 la epidemia crece y cuando es menor que 1 disminuye. Lo que ha cambiado en la ecuación son dos elementos: la evolución viral con la aparición de una nueva variante, y el otro son los comportamientos de las personas, que no siempre cumplen con las normas preventivas. En el caso de Bolivia, después de las fiestas de Navidad y Año Nuevo los casos subieron a niveles inesperadamente altos”, precisó.
El médico indicó que sí se podría estar facilitando el paso de la pandemia a la endemia, “que es cuando una enfermedad tiene brotes por zonas y en ciertas épocas del año. Un ejemplo claro es la influenza, que convive con los humanos. Aparece y desaparece, pero no produce una explosión de casos como el Coronavirus”.
Sobre la evaluación de las vacunas, subrayó que “sin duda alguna son efectivas y han marcado un antes y un después en la lucha contra la pandemia. La efectividad contra Delta, que era la que más preocupaba, es muy buena, entre 80 y 95%. Frente a Ómicron es menor, porque es una cepa que tiene un linaje distinto. Pero protegen contra formas graves, nos mantienen alejados del hospital. Aunque se contagie, una persona que haya recibido el refuerzo tendrá síntomas menos intensos y por un tiempo más corto, de 3 o 4 días, siendo menos probable que sea hospitalizada y que transmita el virus a otros, incluso dentro del mismo hogar. Las vacunas están salvando vidas y evitando sufrimientos”.
Respecto a una cuarta dosis, dijo que todavía es temprano para hablar del tema, cuando “en el mundo todavía hay muchas personas que no han recibido ni una”. Pero adelantó que los nuevos brotes en la fase de endemia obligarán a campañas de vacunación anuales, como las que se realizan contra la influenza. “En un futuro próximo tendremos una vacuna que sea combinada contra ambos virus, Covid e influenza, y que sea parte de la rutina de nuestra vacunación”, señaló.
“He escuchado propuestas de cuarentena rígida y no encuentro un asidero técnico para decir que es eso lo que se debe hacer. Se la hizo al comienzo de la pandemia, cuando no teníamos los medios y no entendíamos mucho de lo que estaba sucediendo. Pero ahora es extemporánea”, aclaró.
Cuéllar dijo que en esta nueva fase de transición a la endemia “hay que aprender a convivir con el Covid, que tendrá sus brotes estacionarios. Habrá que mantener las medidas de bioseguridad y las buenas prácticas, con mascarillas de buena calidad, distanciamiento físico, evitando aglomeraciones y espacios cerrados, y cuidando la higiene de manos. Las vacunaciones tienen que continuar, para aumentar la masa crítica de personas que tienen inmunidad. Las autoridades deben centrarse en la vacunación, en fortalecer la capacidad de hospitalización y de atención ambulatoria, y en asegurar las pruebas rápidas y PCR. También en la vigilancia epidemiológica, incluyendo la vigilancia genómica, para determinar cuáles son las variantes que circulan en el país. Se deben difundir mensajes claros a la población, contrarrestando la desinformación que tanto daño hace al manejo racional de la pandemia. Se deben asumir conductas individuales y colectivas que favorezcan esa transición”.