Del 2024 al 2025: ¿Cómo llegamos? ¿Qué viene? – Tuffí Aré
El 2024 será recordado como un año crucial para Bolivia debido a la aceleración en su deterioro económico, social y político, según Tuffí Aré, periodista y director de Asuntos Centrales.
Escucha la noticia
El 2024 será recordado como un año crucial para Bolivia debido a la aceleración en su deterioro económico, social y político, según Tuffí Aré, periodista y director de Asuntos Centrales. La crisis económica alcanzó niveles alarmantes con una inflación proyectada al 7%, escasez de dólares y combustibles, y un aumento desmesurado en el costo de los alimentos. Este panorama económico adverso ha profundizado el malestar social, ya de por sí agudizado por la polarización política. Las tensiones internas del MAS y la falta de liderazgos sólidos en la oposición añaden incertidumbre al futuro del país. Las encuestas revelan que el 60% de los bolivianos exigen un cambio de gobierno, mientras el agotamiento de recursos esenciales eleva la posibilidad de un estallido social en los próximos meses.
La Crisis Económica y el Malestar Social
La economía boliviana enfrenta su peor momento en décadas, situándose en una crisis comparable a la de los años 80. La inflación, la escasez de combustibles y la falta de divisas han impactado negativamente en el poder adquisitivo de las familias. La creciente migración de bolivianos en busca de mejores oportunidades refleja la profundidad del descontento social. Este malestar ha superado incluso al experimentado durante la pandemia, pues un 95% de los encuestados manifiesta insatisfacción con su situación económica y con el rumbo general del país. Los hogares enfrentan dificultades para cubrir necesidades básicas, mientras que las empresas lidian con un entorno incierto. La falta de políticas efectivas para revertir esta situación aumenta la presión social y política sobre el gobierno.
El MAS y Su Lucha Interna
El Movimiento al Socialismo (MAS) atraviesa una de sus etapas más complejas debido a la lucha de poder entre Evo Morales y Luis Arce. Esta pugna interna ha debilitado la cohesión del partido, generando una creciente desconfianza entre sus militantes y afectando su credibilidad ante el electorado. Morales, quien ha visto disminuir su apoyo popular, mantiene una postura crítica hacia la gestión económica de Arce. A su vez, Arce enfrenta cuestionamientos sobre su capacidad de liderazgo en un contexto de crisis. Este enfrentamiento ha fragmentado al partido, dejando al MAS en una posición vulnerable para las elecciones de 2025. Sin una figura unificadora que inspire confianza, el futuro político del MAS parece más incierto que nunca.
Una Oposición Fragmentada y Sin Renovación
Mientras el MAS enfrenta divisiones internas, la oposición boliviana tampoco logra consolidarse como una alternativa viable. La falta de liderazgos claros y propuestas atractivas ha reducido su capacidad de capturar el apoyo de una ciudadanía que demanda un cambio político urgente. Los potenciales candidatos carecen de estructuras sólidas y proyectos definidos, lo que genera desconfianza entre los votantes. Aunque el malestar social y político crea un terreno fértil para un cambio, la dispersión y debilidad de la oposición dificultan la formación de alianzas estratégicas. A medida que se acerca el cronograma electoral, el panorama sigue siendo incierto, y los plazos para definir candidaturas y alianzas se vuelven cada vez más ajustados.
El Rol de Santa Cruz en el Futuro de Bolivia
Santa Cruz continúa siendo un actor clave en la configuración política y económica de Bolivia. Su peso como motor económico y su capacidad de movilización social lo posicionan como un laboratorio político crucial para los años venideros. Aunque la dispersión electoral y la falta de liderazgos fuertes son evidentes, su influencia podría ser decisiva en las próximas elecciones. En combinación con otros polos de poder como El Alto y el Chapare, Santa Cruz será determinante en la definición del rumbo del país para 2025. Sin embargo, el desafío radica en construir una agenda común que logre articular las demandas locales con los intereses nacionales en un contexto de crisis e incertidumbre.