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Elecciones, economía y votos – Carlos Toranzo Roca

Carlos Toranzo destacó que las elecciones actuales se desarrollan en un contexto inédito, con una segunda vuelta que sorprendió a gran parte de los analistas.

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Carlos Toranzo destacó que las elecciones actuales se desarrollan en un contexto inédito, con una segunda vuelta que sorprendió a gran parte de los analistas. Explicó que los resultados no fueron previstos en su totalidad, ya que el crecimiento de Rodrigo Paz en los días previos fue inesperado y superó a Samuel Doria Medina y a Jorge Quiroga. Según el economista, este fenómeno recuerda a episodios históricos como el de Carlos Palenque, cuando sectores populares ocultaban su voto y terminaban definiendo sorpresivamente el rumbo electoral.

El papel de los sectores populares

Para Carlos Toranzo, uno de los puntos centrales es comprender quiénes son los sectores populares en Bolivia, un concepto todavía poco definido por la sociología nacional. Aclaró que bajo esa categoría conviven transportistas, cocaleros, gremiales, contrabandistas, maestros, cuentapropistas y campesinos, con realidades económicas muy distintas. Mientras algunos se mueven bajo la lógica empresarial y neoliberal, otros mantienen posiciones más vulnerables y estatistas. Esta diversidad explica por qué los sectores populares no votan de manera homogénea y tienden a inclinarse hacia la opción que perciben más ganadora.

El derrumbe del MAS como partido

Carlos Toranzo afirmó que el MAS se encuentra implosionado como estructura partidaria y que ha perdido gran parte de su capacidad de organización. Sin embargo, resaltó que muchas de sus ideas aún persisten en el electorado, especialmente el nacionalismo, el antiimperialismo, las nacionalizaciones y la presencia del Estado en la economía. Explicó que estos códigos ideológicos siguen presentes en sectores urbanos populares que se inclinaron hacia Rodrigo Paz, a quien percibieron como una alternativa más cercana a la izquierda frente a los candidatos asociados con la derecha.

La caída del discurso identitario

Otro punto señalado por Carlos Toranzo es la desaparición del eje identitario en el debate político. En las elecciones pasadas, lo indígena ocupaba un rol central, pero hoy el país se define como mayoritariamente urbano y mestizo. La narrativa del Estado plurinacional, con 36 naciones, ha perdido fuerza porque varias de esas identidades carecen de sustento sociológico real. Según Toranzo, lo urbano y lo rural están profundamente conectados, y la discusión se ha desplazado hacia la economía, las clases medias y los sectores populares urbanos.

La crisis económica como factor decisivo

Carlos Toranzo remarcó que la crisis económica actual ha cambiado el comportamiento del electorado. A diferencia de épocas de bonanza en las que los indecisos se inclinaban hacia el MAS, ahora muchos sectores populares, aun siendo vulnerables, sienten los efectos de la falta de combustible, dólares y la inflación en alimentos. Esto los ha llevado a diversificar su voto entre distintas opciones, buscando principalmente quién puede mejorar su situación económica inmediata. En este sentido, consideró que el voto tenderá a ser menos identitario y más racional en torno al bolsillo.

La división del voto popular

En el análisis de Carlos Toranzo, los sectores populares no constituyen un bloque único. Mientras los empresarios populares, transportistas y cooperativistas mineros valoran el mercado, la apertura económica y la estabilidad cambiaria, otros grupos como campesinos pobres, empleados domésticos y trabajadores asalariados tienden a apoyar propuestas de corte más estatista. Esta división, sostuvo, es clave para entender cómo se comportará el electorado en la segunda vuelta, pues las preferencias dependen de la posición económica de cada sector y no solo de una adhesión ideológica.

El peso de lo urbano y el rol de Santa Cruz

Carlos Toranzo advirtió que el resultado de la segunda vuelta estará definido por el voto urbano, en especial por lo que ocurra en Santa Cruz. Mientras La Paz se perfila como un bastión anti-MAS, el oriente puede marcar la diferencia dependiendo de hacia dónde se inclinen los sectores urbanos populares y los emprendedores. La elección, señaló, ya no se explica por un enfrentamiento de identidades, sino por intereses económicos concretos y por la capacidad de cada candidato de conectar con los problemas del día a día.

Emociones y racionalidad en la segunda vuelta

Finalmente, Carlos Toranzo explicó que, aunque la primera vuelta estuvo marcada por la emoción y la ideología —con votos cargados de rechazo al MAS o a la derecha tradicional—, la segunda vuelta tendrá un componente más racional. Los electores evaluarán qué propuesta les conviene más en términos de ingresos, precios y estabilidad económica, aunque las emociones nunca desaparecerán del todo. En este equilibrio entre bolsillo y corazón, el resultado sigue siendo incierto y dependerá de cómo logren posicionarse los candidatos en el escenario urbano y popular.


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