La Economía después de las Elecciones. – Gonzalo Chávez
El economista Gonzalo Chávez explicó que Bolivia llega a las elecciones en una situación económica compleja, caracterizada por tres niveles de análisis.
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El economista Gonzalo Chávez explicó que Bolivia llega a las elecciones en una situación económica compleja, caracterizada por tres niveles de análisis. En primer lugar, mencionó que el país enfrenta una crisis macroeconómica con recesión, desempleo e inflación, además de desequilibrios fiscales, escasez de divisas y problemas de abastecimiento energético. A nivel político, resaltó que el electorado ha dejado fuera al Movimiento al Socialismo, generando un nuevo escenario con dos fuerzas opositoras que presentan programas económicos relativamente coherentes desde el punto de vista técnico. Sin embargo, subrayó que el desafío más grande será la gobernabilidad, tanto en la Asamblea Legislativa como en las calles, ya que sin acuerdos políticos y sociales no será posible implementar reformas estructurales.
Gobernabilidad: el primer reto del nuevo gobierno
Para Gonzalo Chávez, la sostenibilidad económica dependerá de la capacidad de la nueva administración para construir gobernabilidad desde el primer día. Explicó que el próximo presidente deberá asegurar mayoría en la Asamblea para aprobar leyes, modificar la Constitución y promover reformas estructurales. Paralelamente, deberá generar pactos con sectores sociales fuertes que hoy ejercen gran poder de presión. El economista enfatizó que sin estabilidad política y acuerdos amplios, las soluciones técnicas no podrán ejecutarse. “La salida a la crisis económica es, en gran medida, política”, afirmó, recalcando que el nuevo gobierno deberá crear condiciones de confianza y sostenibilidad a través del diálogo y el consenso.
Los primeros pasos tras la segunda vuelta electoral
Consultado sobre qué acciones debería priorizar la nueva gestión entre la segunda vuelta y la toma de posesión, Gonzalo Chávez sostuvo que será vital establecer un equipo económico de alta competencia, credibilidad y reputación. Este equipo multidisciplinario deberá elaborar una secuencia clara de políticas económicas, con medidas inmediatas enfocadas en conseguir dólares, tanto físicos como de respaldo internacional. Aclaró que los dólares físicos serán necesarios para pagar importaciones esenciales como diésel y gasolina, mientras que los acuerdos internacionales generarán expectativas positivas en los mercados. Puso como ejemplo el caso argentino, donde solo el anuncio de un apoyo financiero externo mejoró temporalmente la confianza económica sin que ingresara un solo dólar.
La urgencia de conseguir divisas y estabilizar la economía
El economista Gonzalo Chávez explicó que la prioridad inmediata del próximo gobierno será obtener divisas. Señaló que el país necesita dólares para garantizar el suministro de combustibles y estabilizar las expectativas financieras. Propuso recurrir a organismos internacionales como Fonplata, el BID o el Banco Mundial, renegociando préstamos ya aprobados para obtener liquidez en el corto plazo. También recomendó dialogar con acreedores y proveedores para ganar tiempo y usar de forma estratégica los pocos dólares que queden en el Banco Central. Sugirió además liberar exportaciones e importaciones, emitir bonos soberanos y aplicar una diplomacia económica agresiva que permita sumar pequeñas fuentes de financiamiento mientras se ejecutan las reformas estructurales.
La confianza como pilar de la recuperación
De acuerdo con Gonzalo Chávez, la reconstrucción de la confianza será tan importante como la obtención de dólares. Dijo que la confianza se construye a partir de señales claras de gobernabilidad, transparencia y liderazgo. El economista afirmó que la designación de autoridades creíbles en el Banco Central y la presentación de un programa económico coherente y bien explicado serían pasos decisivos. También resaltó que acuerdos con organismos internacionales o anuncios de apoyo financiero generarían estabilidad psicológica en los mercados y en la población. “La confianza se recupera cuando desaparecen las filas de gasolina, cuando la gente percibe que hay dirección y liderazgo”, señaló.
Un liderazgo fuerte para un proceso difícil
Finalmente, Gonzalo Chávez recordó que la recuperación económica requerirá un liderazgo sólido, capaz de comunicar con sinceridad los sacrificios que implicará el proceso. Recordó el ejemplo del Decreto 21060 de 1985, cuando el liderazgo político fue fundamental para estabilizar al país. A su juicio, la nueva administración tendrá una breve “luna de miel” de tres o cuatro meses para implementar las primeras medidas y demostrar que hay rumbo. “El desafío es monumental, pero si se combinan técnica, política y confianza, Bolivia puede retomar la senda de la estabilidad”, concluyó el economista.