Exsubdirector del INE recomienda conformar un comité impulsor del censo 2022
El experto en estadística mencionó que para evitar que el censo sea fallido, improvisado, con resultados nada confiables y cuya omisión censal se desconoce como sucedió en el censo de 2012.
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El exsubdirector y exasesor de la dirección ejecutiva del Instituto Nacional de Estadística (INE), Walter Castillo, planteó dos “estrategias vitales” para garantizar un censo confiable; la conformación de un Comité Impulsor del Censo de Población y Vivienda 2022, y garantizar la actualización cartográfica del cien por ciento en terreno.
El experto en estadística mencionó que para evitar que el censo sea fallido, improvisado, con resultados nada confiables y cuya omisión censal se desconoce como sucedió en el censo de 2012, es necesario que el INE establezca “dos estrategias vitales” para obtener un proceso exitoso.
Las actividades pre censales son: primero, conformar un Comité Impulsor del Censo de Población y Vivienda, y segundo, garantizar que la actualización cartográfica sea al cien por ciento en terreno para realizar una adecuada planificación del censo.
El gobierno de Luis Arce decretó que el censo se realizará el 16 de noviembre de 2022, Castillo considera que no es el tiempo pertinente ni el necesario, porque de acuerdo a recomendaciones internacionales se necesita entre dos a tres años de organización. Por lo tanto, dijo que el INE deben tomar decisiones.
“Es importante que el INE recurra a dos estrategias vitales como ser conformar -necesariamente- un comité impulsor del Censo de Población y Vivienda 2022 integrado por personalidades eminentemente técnicas que sepan del tema estadístico, porque es el evento estadístico más importante de los países”, comentó según una publicación en la web de la Observación Ciudadana de la Democracia (OCD) Bolivia.
Argumentó que el rol del Comité Impulsor del Censo conjuntamente el INE sería elaborar un plan de acción, un cronograma de actividades y hacer el seguimiento a las mismas para lograr resultados confiables para el país.
Calificó de “vital” la actualización cartográfica para conocer no solo cómo y hacia dónde se ha expandido la población, sino para definir cuántos censadores va a tener la ciudad de La Paz, los manzanos, los distritos, los sectores, en los nueve departamentos del país.
Hay una fase de diseño en gabinete, pero luego el trabajo debe ser al cien por ciento en campo, recomendó no recurrir a imágenes satelitales que si bien facilitan datos importantes son referenciales. “Jamás se puede hacer una actualización cartográfica en escritorio, porque se tiene que hacer en terreno”, afirmó.
La etapa censal y post censal
Estima que el proceso de 2020 va a requerir al menos 270.000 a 3000.000 personas que harán el trabajo de empadronamiento, es decir, que serán los responsables del levantamiento de la información vivienda por vivienda.
Los empadronadores son básicamente estudiantes de colegio, conscriptos, maestros, que, si bien es posible contar con esta cantidad de personas, es fundamental que estén previamente capacitados y no sean improvisados.
“La etapa censal es muy importante porque ya se ha definido en la actualización cartográfica cómo se va a distribuir el personal en terreno, se ha distribuido las boletas a cada grupo de empadronadores y se espera que el censo se realice en un día”, detalló Castillo.
Posteriormente, se llevan adelante las actividades post censales, entre las que se encuentra la encuesta para determinar la omisión censal o la cobertura.
La omisión censal es el número de personas o viviendas no censadas, que se obtiene después de realizar una encuesta post censal, es decir, después del censo se realiza esta encuesta para saber cuál es el porcentaje de cobertura del censo.
A nivel internacional se considera un censo exitoso y sus resultados son confiables si la cobertura es 95% o más. Mencionó que el censo del 2001 tuvo entre 3 a 4% de omisión censal, por lo tanto, fue exitoso, no obstante, cuestionó que este dato no se haya conocido sobre el censo de 2012.
Otro tema que considera importante es la entrega de los resultados, “en cinco o siete meses se deberían tener los resultados del censo. No un año, no dos años, como se hizo anteriormente o como dice el decreto supremo, porque ahí cuando pierde oportunidad la información que ha sido relevada”, señaló.
Rol de la sociedad civil
La sociedad civil juega un rol muy importante en las tres etapas. En la fase pre censal incidiendo para que el censo sea parte de la agenda y se realice cada 10 años como está previsto en la normativa. No se pretendía hacer el próximo año, pero la ciudadanía presionó y el Gobierno estableció su realización, apuntó.
Acotó que la sociedad civil también puede participar en el Comité Impulsor del Censo, a través de profesionales técnicos, porque hay expertos en el mundo estadístico, en la cuantificación de la población, hay una escuela de demógrafos, entre otros que pueden coadyuvar en este proceso.
Finalmente, en la etapa post censal la ciudadanía es la beneficiaria de la información para poder hacer planteamientos, demandas, por ejemplo, en la brecha de déficit habitacional, cuáles son los niveles de escolaridad, las diferencias entre hombres y mujeres, económicos, sociales, demográficos, cómo políticamente se distribuirán los escaños a nivel de los departamentos.
Castillo destacó la relevancia del censo, no solo porque permite obtener información sobre el tamaño, distribución y composición de la población, sino que permite tener datos para la toma de decisiones de todas las instituciones públicas y privadas. “Ahí la importancia de los datos censales y de la confiabilidad”.
Comentó que el presidente del Estado debe contar con información “oportuna” para tomar decisiones, medidas y políticas públicas “acertadas”. Observó que los datos censales no pueden ser entregados después de más de un año, porque la información ya no sería ni pertinente ni oportuna.
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