Juan Antonio Morales: “La situación macroeconómica de Bolivia es de gran fragilidad”
En un nuevo episodio del espacio digital “De Frente con Oscar Ortiz”, el Dr. Juan Antonio Morales habló sobre el estado de la macroeconomía en Bolivia, el nivel actual de las reservas internacionales y las opciones para financiar el déficit público. También, sobre la revisión anual de la economía boliviana hecha por el Fondo Monetario Internacional.
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Morales es uno de los principales expertos en Bolivia en temas macroeconómicos, uno de los economistas más respetados y de mayor prestigio y credibilidad. Se formó en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, donde obtuvo la licenciatura, la maestría y el doctorado en ciencias económicas. Ha sido presidente del Banco Central de Bolivia (BCB) y miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas, y recibió el doctorado honoris causa por la Universidad Católica Boliviana y por la UPSA.
El economista opinó que la situación de Bolivia es “de gran fragilidad”, a pesar de que existen noticias optimistas para el país en el contexto internacional, como un “aumento espectacular” en el precio de las materias primas, que en el caso de los metales y de la soya llegaría a niveles más altos que los registrados a fines del 2014.
“La economía americana y la china van a mejorar su dinamismo. En Estados Unidos hay estimaciones de crecimiento del 6%”, señaló, lo que también repercutiría favorablemente en las economías en desarrollo.
Sin embargo, remarcó que en Bolivia “las dificultades internas siguen siendo grandes” y que “mientras no se controle la pandemia es muy difícil hablar de una recuperación sostenida de la economía”.
“La situación fiscal y de las reservas internacionales son preocupantes. El déficit fiscal del año pasado terminó siendo de 12,7% del PIB, aunque no es un déficit estructural, sino que hay muchos elementos transitorios”, acotó.
Juan Antonio Morales dijo que “la política económica boliviana está en un dilema: la situación de las reservas internacionales no permite políticas muy expansionistas, pero por otro lado, si se quiere recuperar niveles de actividad y empleo la política debería ser expansionista”.
El experto precisó que las reservas en oro estarían alrededor de los 2.300 millones de dólares y las reservas en divisas en torno a los 2.000 millones, a lo que habría que sumar los derechos especiales de giro. Añadió que una eventual autorización congresal para vender oro tendría un trámite difícil y conllevaría complejidades en el plano político.
“Hay que acudir al financiamiento externo y el organismo con espaldas más anchas es el Fondo Monetario Internacional”, subrayó, señalando que, en cambio, una colocación de bonos soberanos sería cada vez más costosa y Bolivia acabaría pagando tasas de entre 6 y 8%.
Respecto al reciente informe del FMI sobre el estado de la economía boliviana, Morales dijo que debe ponerse atención en la segunda parte del estudio, donde se anotan distintas vulnerabilidades, como las referidas a la complicada situación fiscal.
En su balance, Oscar Ortiz consideró que el gobierno “se ha cerrado puertas de financiamiento multilateral al devolver los recursos del FMI” y remarcó la importancia de los equilibrios macroeconómicos, que son “el piso sobre el que todos caminamos para desarrollar nuestras actividades económicas”.