La Semana Económica: entre la recuperación insuficiente y el PGE de la deuda interna
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En el 2023 llegaremos… al 2019
La Cámara Nacional de Industrias se pronunció en la semana que acaba de terminar, para definir el movimiento del último año como una “recuperación insuficiente”. El presidente de la entidad dijo que, con el ritmo de crecimiento actual, recién en el 2023 se lograría equiparar el nivel de actividad previo a la pandemia.
El pronunciamiento atribuyó los problemas al contrabando y, lo que es más interesante, al “creciente costo del dinero” por el incremento de los indicadores de riesgo y por una “agresiva estrategia de financiamiento del sector público en el mercado interno”.
PGE: alta deuda y mucha propaganda
Esto último está estrechamente ligado con el Presupuesto General del Estado 2022, aprobado en el Senado y remitido al Órgano Ejecutivo para su promulgación. El proyecto será financiado en un 40% con deuda pública, en gran parte interna, lo que implica que el Estado competirá con ventaja frente a los privados por la captación de los fondos en el sistema financiero.
Otro aspecto del PGE que fue muy criticado en la semana son los altos montos dedicados a comunicación (propaganda), con los que podría financiarse a dos Vicepresidencias de Bolivia.
Inversores de EEUU tras el litio
Además de los intereses chinos y rusos en participar de la explotación del litio boliviano, se conoció en la semana sobre la inclusión de una empresa ligada a Bill Gates. También, The New York Times mencionó a una “pequeña empresa energética emergente” de Texas, EnergyX, que estaría avanzando para ser parte del negocio, haciendo lobby con altos funcionarios.
La aceleración del proceso de licitación parece ir de la mano, políticamente, del intento de neutralizar a las resistencias regionales en Potosí, que disienten con el diseño del proyecto gubernamental, sobre todo en lo tocante a la distribución de regalías.
Crece el auto-empleo
El fin de semana, el Centro de Estudios Laborales y para el Agro (Cedla) divulgó un informe, según el cual la reducción del desempleo a una tasa de 7,6% se ha visto acompañada de un fuerte incremento del trabajo por cuenta propia, es decir, de una forzada informalización del mercado laboral.
La “destrucción creativa” en la economía de pospandemia lleva a que 6 de cada 10 personas que trabajan desde casa asuman los costos en equipamiento, electricidad y conectividad.
Sustitución de importaciones
El gobierno apostó por los fideicomisos para la sustitución de importaciones, sistema denominado SIBOLIVIA. En los últimos días, el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural informó que hasta la fecha se han colocado créditos por un monto total de 566,4 millones de Bs., principalmente enfocados en la micro, pequeña y mediana empresa.
Aunque estos fondos puedan ser un desahogo temporal para esas unidades productivas, es discutible que lleguen a sustituir importaciones de manera sostenible en el marco de una economía global competitiva, a menos que se incorpore un fuerte componente de formación de capital humano, que incida en algún resultado positivo parcial.
El rubro más prometedor está ligado a la gran empresa y es el biocombustible, pero también requeriría que se revise el esquema de monopsonio (monopolio en la compra) de YPFB, para que estos combustibles alternativos puedan ser adquiridos libremente en el mercado nacional.
En cualquier caso, una política de más largo aliento que la sustitución de importaciones debería ser la diversificación de exportaciones, apostando a los rubros no-tradicionales.