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Por Nicholas Anthony1
Ante las pésimas tasas de adopción de su moneda digital de banco central (CBDC), el Banco Central de Nigeria ha restringido los retiros de efectivo para impulsar a los ciudadanos a usar su CBDC. Desafortunadamente, las restricciones (y la eventual eliminación) del efectivo son solo uno de los riesgos sobre los que Norbert Michel y yo advertimos en un artículo que publicamos en noviembre.
Nigeria lanzó su CBDC (moneda digital de banca central, la eNaira) en el otoño de 2021, pero pocos nigerianos han estado ansiosos por usarla. Las estimaciones actuales sugieren que menos del 0,5% de los nigerianos utilizan la CBDC. Para poner ese número en perspectiva, más del 50% de los nigerianos usan criptomonedas.
Cuando se trata de aumentar la popularidad de un producto, el sector privado generalmente tiene pocas opciones. Por ejemplo, el producto en sí podría mejorarse o el precio podría reducirse. Para su crédito, el Banco Central de Nigeria probó ambas opciones. En agosto, se cambió el programa CBDC para que los nigerianos ya no tuvieran que tener cuentas bancarias para usar la CBDC –un intento de atraer al 55% de los adultos que no tienen servicios bancarios. Y luego, en octubre, el banco central ofreció un descuento del 5% para los pagos de taxis en un esfuerzo por “descontar el precio” del uso de la CBDC.
Sin embargo, los gobiernos tienen algunos privilegios que las empresas ordinarias no tienen. Es decir, pueden “aumentar la adopción” al establecer barreras legales para obstaculizar las alternativas o directamente prohibirlas. El Banco Central de Nigeria ya tomó medidas para prohibir las criptomonedas, pero ahora parece que incluso el efectivo no es seguro, ya que los retiros de efectivo ahora están limitados a ₦100.000 ($225) por semana para las personas y ₦500.000 ($1.123) para las empresas.
Es probable que los nigerianos esperen que esas restricciones aumenten con el tiempo. En un comunicado, el gobernador del banco central, Godwin Emefiele, dijo: “El destino, en lo que a mí respecta, es lograr una economía 100% sin efectivo en Nigeria”.
Curiosamente, algunos han tratado de defender la medida. Simon Chantry de Bitt –la empresa que fue contratada para desarrollar la CBDC de Nigeria– respondió que él “no se sorprendería si vemos que los bancos centrales intentan opciones diferentes y creativas para estimular la adopción [de la CBDC]”. Las restricciones a las libertades se han caracterizado de muchas maneras, pero describirlas como “diferentes” y “creativas” es una estrategia preocupante.
Tal como está, no parece haber un beneficio único que una CBDC pueda ofrecer que el sector privado no esté proporcionando o desarrollando. Nobert Michel y yo hemos extensamente documentado esta realidad, pero también debería ser evidente por el hecho de que solo el 0,5% de los nigerianos están usando la CBDC. Más aún, debería ser evidente por el hecho de que el gobierno de Nigeria ha recurrido a restringir las alternativas.
A medida que los gobiernos continúan sopesando los costos y beneficios de las CBDC, deben tener en cuenta que si un producto o servicio debe ser impuesto a los ciudadanos, probablemente no sea un producto o servicio que deba ofrecerse en absoluto.
1es analista de políticas públicas del Centro para las Alternativas Monetarias y Financieras del Instituto Cato, donde ayuda a organizar las conferencias, becas y promueve el trabajo del Centro.