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Trascendencia de la economía productiva 

Oscar Ortiz Antelo

Ha sido senador y ministro de estado.

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Uno de los hechos más llamativos, desde el punto de visto económico, sucedidos durante el paro cívico realizado en Santa Cruz demandando la realización del Censo, fue la protesta del sector del transporte pesado que exigían al gobierno nacional una solución inmediata pues ellos se quedaban sin movimiento. Esta situación tuvo un impacto mayor aun cuando se dictaron medidas para prohibir exportaciones de productos alimenticios y se impulsó el cerco a Santa Cruz, medidas ambas que tuvieron que ser levantadas por sus mismos promotores por el malestar nacional que estaban causando, con lo cual muchos sectores reclamaban también que se solucione el conflicto, ratificando la interdependencia nacional con este sistema productivo.

De esta forma se comprueba el gran beneficio que representa la economía productiva cruceña para la creación de empleo en el conjunto del país, trascendiendo los limites departamentales. Al mismo tiempo, esta situación ha comprobado el gran efecto multiplicador que tienen las actividades productivas renovables, a diferencia de las extractivistas, pues no solo movilizan a quienes intervienen directamente en la producción, en este caso agroalimentaria, sino también a todos quienes le prestan múltiples servicios, como por ejemplo el transporte pesado, o quienes comercializan sus productos, entre ellos cientos de miles de comerciantes minoristas que en el conjunto del país constituyen la mayor parte del sistema de abastecimiento de las familias bolivianas.

Por ello, y aprovechando estas circunstancias para obtener aprendizajes positivos, Bolivia debe desarrollar mejores condiciones para que cada uno de los nueve departamentos pueda explotar las aptitudes que tenemos en el conjunto del territorio nacional para la producción de alimentos orientados no solo a satisfacer la demanda interna sino también la exportación. Nuestra gran variedad geográfica es al mismo tiempo una inmensa oportunidad para el crecimiento sostenible en el sector agroalimentario, y ahí también se debe respetar e impulsar las particulares potencialidades que tiene cada departamento, e incluso, en un territorio tan extenso como el nuestro, las muchas vocaciones productivas que existe al interior de cada jurisdicción departamental.

Este planteamiento no constituye un alegato contrario al aprovechamiento de las riquezas naturales con las que el país cuenta, como han sido a lo largo de la historia los minerales y los hidrocarburos, sería tonto de nuestra parte no aprovecharlos. Sin embargo, también debemos reconocer que las industrias extractivistas por sí solas no desarrollan un país y, no brindan oportunidades sostenibles de prosperidad al conjunto de la población, puesto que tienden a tener un efecto multiplicados menor. Por el contrario, si fueran bien administradas, debieran servir para conseguir capital para impulsar el desarrollo de los otros sectores, por ejemplo, mediante la construcción de la infraestructura física necesaria para la integración nacional e internacional de nuestra economía.

La importancia de reconocer el inmenso potencial por desarrollar de las actividades productivas renovables, entre las cuales además de la producción de alimentos se tiene al sector agroforestal, o incluso otros sectores como el turismo que también tiene un carácter sostenible y renovable, es que ya son realidades, aunque en una escala mucho menor a lo que podrían crecer, por lo cual lo que necesitan esencialmente es que se les levanten barreras y se les brinden condiciones adecuadas, para que sus iniciativas y emprendimientos sean viables en condiciones de competitividad internacional.

Bolivia necesita con urgencia desarrollar sectores económicos que la liberen de su dependencia del extractivismo y que la conviertan en una economía moderna, prospera y sostenible, en la cual el conjunto de la población pueda tener oportunidades de encontrar fuentes de empleos que les ofrezcan condiciones de vida digna, a diferencia de lo que sucede actualmente con alrededor del 80% de la población subsistiendo precariamente desde la informalidad. Una base productiva fuerte y un sector de servicios moderno son la base de la prosperidad de los países desarrollados y marcan el horizonte hacía el que tenemos que ir para que el progreso sea una opción real para el conjunto del país.

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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Oscar Ortiz Antelo

Ha sido senador y ministro de estado.

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