Abandonando EE.UU., más científicos se van a China
David J. Bier señala que EE.UU. perdió investigadores científicos publicados a favor de otros países, mientras que China ganó más de 2.408 autores científicos.
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Por David J. Bier1
La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), organización intergubernamental de 38 países miembros, ha publicado nuevos datos que demuestran que EE.UU. está perdiendo la carrera por el talento científico frente a China y otros países. La estrategia china de reclutar investigadores científicos para trabajar en universidades afiliadas a China está funcionando.
En 2021, EE.UU. perdió investigadores científicos publicados en favor de otros países, mientras que China ganó más de 2.408 autores científicos. Se trata de un cambio notable respecto a 2017, cuando EE.UU. captó 4.292 científicos y China solo 116. Como muestra la Gráfico 1, tanto el resto de la OCDE como China han superado a EE.UU. en la entrada neta de autores científicos.
Los datos de la OCDE no miden el movimiento de no chinos hacia China ni de no estadounidenses hacia EE.UU. La OCDE hace un seguimiento de las entradas y salidas de investigadores científicos publicados basándose en los cambios de afiliación institucional. Si un autor que antes estaba afiliado a otro país publica otro artículo en un nuevo país, éste se acreditará como receptor de un nuevo científico investigador. La OCDE atribuye a un mayor número de científicos chinos que regresan a China el repentino cambio de tendencia en las afiliaciones de chinos y estadounidenses.
Se trata de una tendencia inquietante que comenzó antes de la pandemia. De hecho, parece coincidir con la “Iniciativa China” de la administración Trump –más exactamente titulada la iniciativa antichina–. Lanzada en noviembre de 2018, la campaña del Departamento de Justicia debía combatir la amenaza exagerada del robo de propiedad intelectual y el espionaje. En realidad, consistía en intimidar repetidamente a las instituciones que empleaban a científicos de ascendencia china e intentar enjuiciamientos maliciosos y fallidos de científicos que trabajaban con instituciones de China. El fiscal estadounidense Andrew E. Lelling ha llegado a admitir que la iniciativa que ayudó a dirigir “creó un clima de miedo entre los investigadores” y ahora dice: “No quieres que la gente tenga miedo a colaborar”.
Si los científicos chinos tienen miedo de trabajar en EE.UU., eso significa que EE.UU. no se beneficiará de sus descubrimientos ni tanto ni tan rápido como China. Aunque el Departamento de Justicia afirma haber puesto fin a su “Iniciativa China”, mis colegas dudan de que los científicos chinos vayan a estar libres de un escrutinio injusto en el futuro. Los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. siguen jactándose de haber provocado el despido de más de 100 científicos y el cierre de las investigaciones de más de 150 científicos, de los cuales más del 80% se identifican como asiáticos.
La administración sigue manteniendo, en contra de la evidencia, que el espionaje industrial chino por parte de científicos que trabajan en EE.UU. es una amenaza significativa para el país. Las universidades y las empresas estadounidenses creen que la amenaza mucho mayor es perder investigadores chinos con talento. Si EE.UU. quiere asestar un golpe al Partido Comunista Chino, debería empezar por intentar arreglar el daño que ha hecho en los últimos años y liberalizar la inmigración procedente de China.
1es un analista de política migratoria en el Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute.
*Este artículo fue publicado en ElCato.org el 20 de abril de 2023