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Más allá de los inocultables aprovechamientos e intereses partidarios principalmente del Consejo Municipal y otros actores; lo que está ocurriendo en la Capital con el descubierto mal tratamiento propinado por los funcionarios del albergue de mascotas “A puro corazón” del Gobierno Municipal de Sucre en Puka Puka; conmueve las fibras más íntimas de cualquier ser humano, medianamente humano (perdón por la tautología).
Lo descubierto por activistas y concejales en legitimo ejercicio de ciudadanía y/o deberes de fiscalización e insisto, más allá de intereses “políticos” que supinamente pretenden ser descalificados como si el activismo, libertad de pensamiento y expresión no fueran también derechos fundamentales (vean los arts. 21 de la CPE o 23 de la CADH) sobre el denominado “canibalismo canino”, abandono de las mascotas y su deplorable estado; prueba más allá de duda razonable el nuevo fracaso de la administración municipal que demagógica e hipócritamente propagandeó con seres tan nobles como son los perritos no albergados sino llevados a la fuerza a ese centro.
Aunque se han ya incoado denuncias de orden penal contra sus responsables según la Ley No. 700 de defensa de los animales contra actos de crueldad y maltrato en relación con el Código Penal; no me hago muchas ilusiones pues seguramente operará nuevamente la maquinaria de encubrimiento y aunque el “thanta chalita” está intentando lavarse las manos anunciando para la platea el ajusticiamiento ¿sin Debido Proceso? de funcionarios de su administración -que el designó- queda claro que la responsabilidad política le ha explotado en su rostro.
Cuando con toda la publicidad acostumbrada se anunció y se le metió no más ese albergue, pese a que no era razonable que por su distancia a la ciudad y accesibilidad (ahora confirmada por el río, etc) no era aconsejable esa ubicación, además del tema legal de los derechos de propiedad del predio ¿no que también hubo alguna denuncia penal por eso? y otros problemas ya evidentes en aquellos momentos, pese a la magnífica idea del albergue en sí mismo, ya se anticipaba que daría más problemas a la ya muy desprestigiada y cuestionada administración municipal. Se le metió no más y el resultado es harto evidente; a lo que habría que sumar, los evidentes problemas de administración descubiertos que hacen a la esencia del emprendimiento: si vas a “rescatar” en realidad llevar a la fuerza a esos seres nobles como son los perritos, DEBE ser para darles el trato que se merecen y no exactamente lo contrario, propaganda aparte.
Que la ciudad capital tiene un gravísimo problema con los altos índices de rabia canina es también harto evidente y precisamente por ello, además de campañas efectivas de vacunación, educación de los dueños y otras medidas macro; resulta inocultable la responsabilidad política de la actual administración municipal, lo que no se deslinda echándoles los muertos -textual- a los empleados que esa administración designó a dedo con únicos “méritos” de su lealtad canina -con el perdón de los perritos- de los designados y otros vicios que padece crónicamente la administración pública. Tampoco libera que como de costumbre cobardemente el poder quiera lavarse las manos ajusticiando a los directos responsables -faltaba más que queden impunes- pero el tema de fondo es que la administración en un tema tan sensible pues incumbe a seres con sentimientos, en muchos casos muuucho más nobles que algunos humanos, no puede quedar librada al meterle no más, solo con fines hipócritas, demagógicos y populacheros.
El buen trato a los seres vivos como son las mascotas revela más allá de cualquier duda razonable la naturaleza de todo ser humano y plasmado hacia la administración, la esencia del servicio público que una entidad, en este caso municipal, debe otorgar en el caso a las mascotas, más aún cuando están en grave situación de vulnerabilidad, la que no puede ser multiplicada por quienes, con nuestros recursos públicos (nuestra plata) tienen el deber de garantía. Es que: “EL CORAZÓN ES UNO SOLO, Y LA MISMA MISERIA QUE LLEVA A MALTRATAR A UN ANIMAL NO TARDA EN MANIFESTARSE EN LA RELACIÓN CON LAS DEMÁS PERSONAS. TODO ENSAÑAMIENTO CON CUALQUIER CRIATURA ES CONTRARIO A LA DIGNIDAD HUMANA”. Papa FRANCISCO, Encíclica Laudato Si.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo
