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El presidente Arce finalmente se sincera ante el país primero aceptando que Bolivia se encuentra en crisis económica, identifica las causas que todos ya conocíamos y hace un ejercicio de soluciones. Lamentablemente, la identificación de las causas y las propuestas planteadas no resuelven la crisis económica, no traerán dólares, ni resolverá el suministro de combustible. El informe también presenta algunas afirmaciones tendenciosas y algunas omisiones que no corresponden a un prudente manejo económico.
Una de las aseveraciones tendenciosas fue el atribuir la escasez de dólares al sector privado al presentar un gráfico que desglosa el saldo comercial del sector público y el saldo comercial del sector privado. Por un lado, de manera tendenciosa se excluye el oro y claramente el objetivo es mostrar que el sector privado es el que sacó los dólares con la importación de productos, y el estado fue el que durante todo el periodo fue el generador de dólares. Esta división novedosa presentada por Arce no hace más evidenciar el manejo tendencioso de la información tratando de buscar un culpable.
Una segunda aseveración de Arce puntualizaba que en todo el mundo los desembolsos son mayores a los pagos de capital e interés. Esta es también tendenciosa y falsa, con esta afirmación, estaría confirmando que el Banco Central de Bolivia durante toda la gestión de Evo Morales y exceptuando los dos últimos años ha realizado un pago de deuda con nueva deuda, lo que se conoce en la jerga económica como bicicleteo, cuando un prudente manejo económico lo que busca es disminuir y eliminar la deuda externa.
Una de las omisiones del informe, y la más importante, fue no hablar nada del gasto público ni del déficit fiscal, menos aun de las subvenciones, que al final son la causa principal para el deterioro de la economía, y la razón principal por el Bolivia ha ingresado a un espiral sin salida. La carencia de dólares se origina en estas variables económicas, ya que los dólares de las reservas internacionales fueron consumidos por el pesado gasto público, especialmente por las subvenciones al combustible que año tras año fueron mermando el colchón financiero de los bolivianos, por lo que se ha realizado un diagnóstico incompleto.
A parte de estas tendenciosas aseveraciones y omisiones, el presidente Arce dio a conocer al país las razones por las que no hay dólares, echando la culpa a los demás, al gobierno anterior del que fue la cabeza del área económica, al sector privado, al cambio climático, a los precios internacionales, al fenómeno Niño y Niña, pero como todas las ocasiones, no hubo un ápice de asumir la responsabilidad, de decirle al país, que se equivocó él junto con Evo Morales en no cuidar la inversión del gas.
Finalmente, el país conoció de boca del presidente algo que los analistas en economía fuimos advirtiendo y queda confirmado, Bolivia está en una crisis económica severa, no encuentra una salida a la provisión de dólares para la compra de combustible y hacer frente a la importación de productos y las soluciones planteadas por el presidente Arce no resuelven en el corto plazo. Los créditos internacionales son solo una salida coyuntural, por lo que amerita de manera urgente dar señales de salida a la crisis, se debe considerar dar paso a un nuevo modelo económico con el consiguiente cambio de paradigma.
