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Camino al 10 de enero: tensión, expectativas y guerra psicológica

Mientras el régimen de Nicolás Maduro ofrecía esta tarde una recompensa de 100.000 dólares –que de manera improvisada fue elevada a 500.000– por información sobre la ubicación de Edmundo González, el presidente electo que reconocen EEUU y gran parte de la comunidad internacional anunciaba el inicio de una gira por la región que comienza este sábado en Argentina

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Por José Gregorio Martínez

En la medida en que se acerca el 10 de enero, chavismo y oposición suben sus apuestas para la juramentación del presidente electo en las pasadas elecciones, que corresponde celebrarse ese día, según lo establecido en la Constitución. Ofrecer una recompensa de 100.000 dólares –que de manera improvisada fue elevada a 500.000– por información sobre la ubicación de Edmundo González fue la última medida absurda anunciada por el régimen de Nicolás Maduro, que pretende consumar el fraude del 28 de julio con una toma de posesión ilegítima tras haber proclamado el Consejo Nacional Electoral (CNE) un supuesto ganador sin totalización de resultados, sin actas y sin auditorías.

Faltando una semana para la esperada fecha, el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) publicó este jueves un cartel con el rostro del exdiplomático de 75 años asilado en España, una información que es de conocimiento público y que incluso ha sido confirmada por el propio Gobierno español que preside el socialista Pedro Sánchez. Por tal motivo, la publicación solo sirvió para burlas en las redes sociales.

Sin embargo, no hay que subestimar la maniobra de la dictadura. Es evidente que su foto junto la larga e irrisoria lista de delitos de “conspiración, complicidad en el uso de actos violentos contra la República, usurpación de funciones, forjamiento de documentos, legitimación de capitales, desconocimiento a las instituciones del Estado, instigación a la desobediencia de las leyes, asociación para delinquir, entre otro” es el preámbulo de una guerra psicológica para hacerlo desistir de su promesa de viajar a Caracas el 10 de enero para asumir el cargo para el cual fue electo con más de 67 % de los votos, según las únicas actas publicadas de la elección, que incluso han sido validadas como originales por observadores internacionales acreditados para los comicios por el propio CNE como el Centro Carter y el panel de expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

¿Funcionará la estrategia del miedo?

En Venezuela se espera una semana de tensión. Si bien Edmundo González cuenta con la legitimidad de origen y es el indiscutible ganador de la elección, la juramentación que ha prometido el 10 de enero ante la Asamblea Nacional (controlada por el chavismo) –según establece la Constitución– luce como el escenario menos probable. Maduro decidió aferrarse al poder mediante la fuerza de las armas y, para que esto cambie, es necesario que “el costo de quedarse sea mayor al de irse”, como ha insistido acertadamente la líder de la oposición, María Corina Machado.

No obstante, esto requiere una presión masiva de los venezolanos en las calles y un quiebre militar en las bases de la Fuerza Armada que ha sostenido al régimen en el poder durante 25 años. Pero el chavismo se ha preparado para neutralizar ambas posibilidades con la feroz represión mostrada contra las protestas que ocurrieron en los días posteriores al 28 de julio. Más de 2000 detenciones que incluyeron menores de edad y la designación de Diosdado Cabello como ministro de Interior y Justicia alimentan la estrategia del miedo que es la principal arma de un régimen que ha prometido encarcelar a Edmundo González si se atreve a poner un pie en Venezuela, pero que a su vez busca evitar mostrar esta postal al mundo, debido al alto costo político tanto en la comunidad internacional como a lo interno del país.

“Primera parada: Argentina”

Pese a los factores en contra, tanto Edmundo González como María Corina Machado han decidido no rendirse. Llegar “hasta el final” tiene fecha. Todo indica que este 10 de enero se medirán nuevamente ambas fuerzas pero en terrenos distintos. La oposición ha decidido elevar al máximo las expectativas y en esa dirección apuntan las últimas jugadas. En la tarde de este jueves, el presidente electo reconocido por Estados Unidos y gran parte de la comunidad internacional confirmó lo que había adelantado hace poco más de un mes en una entrevista: realizar una gira por Latinoamérica previo a su regreso a Venezuela para la toma de posesión el 10 de enero.

“Primera parada: Argentina”, escribió Edmundo González en su cuenta de X. Allí será recibido por el presidente Javier Milei. ¿Qué sigue? Hasta el momento no se han confirma más detalles, aunque trascendió que volaría posteriormente a Santiago de Chile y luego a Washington DC, donde sería recibido por el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken. Por lo pronto, en Buenos Aires se eleva la tensión con Caracas por la detención desde el 8 de diciembre del gendarme argentino Nahuel Gallo, a quien usa el régimen como rehén para sus acostumbradas “negociaciones”. Prueba de ello es que esta tarde la dictadura divulgó fotos y videos como parte de una evidente guerra psicológica.

Por su parte, María Corina Machado comenzó a preparar el terreno desde este miércoles con un llamado a las calles que, hasta el momento, no ha sido preciso. Pero prometió estar ahí. “¿Qué pasaría si todos actuamos coordinados al mismo tiempo? ¡Y esta es la clave! Una inmensa mayoría no se deja aplastar por unos cuantos si cada uno hace lo que le corresponde. Porque la libertad depende de todos. De mi, de ti, de todos”, dijo para dejar claro que no todo está en sus manos, al tiempo que anunciaba que “la hora ha llegado”.

El punto de no retorno

El régimen no se quedará de brazos cruzados. Con un enorme despliegue militar intentará blindar Caracas para la fraudulenta juramentación de Maduro mientras la tensión sube y la oposición despierta nuevamente la esperanza elevando las expectativas a un punto de no retorno. Y es que si la estrategia opositora no logra su cometido, la frustración aparecerá nuevamente y el trabajo de meses que llevó a la derrota de la dictadura en las urnas corre el enorme riesgo de desmoronarse, por eso desde Miraflores arrecirán la guerra psicológica en los próximos días para tratar de mantener la aparente normalidad en la que viven hoy muchos venezolanos por miedo, resignación, desilusión, frustración o adaptación.


*Periodista venezolano dedicado a las fuentes de Política y Economía. Editor jefe de PanAm Post. Experiencia previa en medios como NTN24, El Mundo Economía & Negocios, Diario La Verdad y Globovisión.

*Este artículo fue publicado en panampost.com el 02 de enero de 2025

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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