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A la vista de las muy cercanas elecciones generales y aunque las campañas que corren no huelen a las que nos tenían acostumbrados, los distintos candidatos arrecian con sus candidaturas y, promesas. A juzgar por los ejemplos que les comento de algunos, parece que no tienen la más peregrina idea de lo que prometen, al menos desde la Ciencia del Derecho.
Una flamante a VP espetó que la condición para aceptar su candidatura consiste en la promesa que: “No vamos a hacer nosotros nada contra Evo; si es contra Evo, no cuentes conmigo” (¡¡¡Sic!!!). Al respecto, el siempre temible Código Penal prevé el delito de encubrimiento para quien: “después de haberse cometido un delito, sin promesa anterior, ayudare a alguien a eludir la acción de la justicia”; lo que podría dar lugar a pensar que la candidata estaría ingenuamente anunciando que está recorriendo el iter criminis de ese tipo penal, por devoción a su jefazo de todos los tiempos. #ubicatexNF
Otro de la vereda contraria -me resisto a eso de la derecha o izquierda pues me parecen categorías ya superadas- que anhela la Presidencia, espetó también que de ganar haría desaparecer al Tribunal Constitucional. Comprendo que a la vista de los auto prorrogados y sus “aventuras” (para ser educadito…) preliminarmente cualquiera pueda pensar algo así dando rienda suelta a sus hormonas, pero… otra vez a la vista de la Ciencia del Derecho, esa desaparición del guardián (en abstracto) de la CPE suena bastante absurda, pues desde el Maestro KELSEN y otros sabios del Derecho Constitucional, los estados sujetos al imperio del Derecho han creado con diversos matices organismos encargados de realizar el control de constitucionalidad (sea mediante Tribunales o Salas especializadas). No porque los médicos hayan salido pésimos, se cierran los hospitales pues. Otra vez #ubicatexNF
Varios de los candidatos incluyendo alguno que al final no pudo coronar su candidatura, han prometido que de ganar su candidatura; harán u ordenarán que el tirano en actual decadencia vaya a dar con sus huesos desde la hermana república cocalera del Chapare a una fría y obscura celda en Chonchocoro; incluso alguno juró que ello ocurriría incluso antes que este concluyendo su discurso de investidura en la Casa de la Libertad aquí en la CAPITAL.
Un cachito pues, si alguno de ellos fuera elegido y ungido como nuestro nuevo Presi, solamente sería eso: la cabeza del órgano ejecutivo y entonces a la vista de la siempre tan pisoteada Constitución ensangrentada de La Calancha (CPE para los educaditos); resulta que prevé la división y coordinación entre poderes u órganos según su nomenclatura, lo que impide que el ejecutivo invada las tareas propias del judicial. Asi el estado del arte constitucional – y político por supuesto- resulta que quien decide la detención de un encausado, es un Juez; quien ejecuta una orden de aprehensión es la Policía y quien lo ordena es el Fiscal o el Juez. El ejecutivo, lo máximo que podría hacer en ese escenario, sería interponer sus “buenos oficios” mediante el siempre temible MinGobierno para que la Policía cumpla con su trabajo y no -como ahora ocurre- se miccionen en sus finos y coquetos boxers Kalvin Klein o Tommy Hilfiguer (Ej: la Sonia). No digo que sea fácil, pero así esta ordenado. Otra vez #ubicatexNF
Es qué al respecto precisamente esa Señora (la CPE) además de establecer dogmáticamente esa separación de poderes u órganos como esencia del estado; prohíbe la concentración de poderes en un solo órgano, persona u organismo y su delegación; además de la concesión de facultades extraordinarias diferentes de las que ella establece. Tampoco permite acumular el poder público, de forma que se otorgue supremacía por la que nuestros derechos y garantías queden en garras de órgano o persona.
Asi el estado del arte y para sólo escoger esos pocos ejemplos; asombra que todos esos aspirantes a las más altas funciones del país, en plena campaña ¿ignoren? cuestiones que suenan tan pero tan elementales a la luz de la Ciencia del Derecho, metiendo las de andar públicamente. Aunque no son Abogados, supongo recibirán algún asesoramiento jurídico siquiera elemental que les explique como esta concebido el estado que deliran dirigir. Abraham LINCOLN enseñaba: “HAY MOMENTOS EN LA VIDA DE TODO POLÍTICO EN QUE LO MEJOR ES NO ABRIR LA BOCA”.