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En el siglo XIX en Bolivia quien deseaba labrarse un porvenir debía necesariamente ir a Sucre. En el XX a La Paz. Ahora, en el siglo XXI, quien desea progresar viene a Santa Cruz.
Viene porque encuentra en Santa Cruz más oportunidades de prosperar y de vivir con mayores grados de libertad.
En poco más de setenta años Santa Cruz pasó de representar sólo el 9% de la población nacional en 1950 a ser el departamento más poblado de Bolivia, logró el primer lugar en aporte al PIB nacional con alrededor de un 30%, también a ser la región que produce el 76% de los alimentos que consume el país y a ser el departamento en donde más impuestos se recaudan (!) ¿Cómo es que se dio este éxito económico?
Uno. Es bien sabido que el desarrollo cruceño empezó en la década del 50 del siglo pasado. Este éxito económico es resultado de varios factores, no de uno solo. Inicialmente de la identificación del potencial oriental a través del llamado Plan Bohan, cuya ejecución dirigió la inversión estatal a créditos productivos y a vinculación carretera y ferroviaria para Santa Cruz. Esta última financiada con la compensación brasilera por la cesión forzosa de 191.000 km2 del acre boliviano en 1903 (una superficie mayor que Uuguay). Lo que, por un lado (la carretera), facilitó el acceso de la producción cruceña a la parte andina de Bolivia, su mercado natural. Y por otro lado (el tren) aceleró la modernización de Santa Cruz gracias al mayor contacto con Argentina y Brasil.
Dos. Un gran estímulo económico constituyó el pago de las regalías petroleras a Santa Cruz adeudadas por el estado boliviano por más de 20 años, regalías creadas por Germán Busch y Dionisio Foianini en 1938, y pagadas efectivamente por el estado boliviano a Santa Cruz a principios de los años 60s del siglo pasado, gracias a las luchas cívicas iniciadas en 1957 por Melchor Pinto. El pago de esas regalías permitió el nacimiento del Comité de Obras Públicas, que se convirtió luego en la Corporación Regional de Desarrollo de Santa Cruz.
Tres. También de la migración, claro. Pero como acá, en todos lados la gente migra hacia donde cree que puede tener mejores chances de prosperar. El desarrollo económico es primero, luego viene la migración, que termina actuando como un potenciador y retroalimentadordel ciclo de crecimiento económico.
Cuatro. La inversión estatal o la migración no alcanzan para explicar por sí solas el desarrollo cruceño; también hubo inversión estatal en otras partes del país –millonarias, fastuosas incluso– lo que no necesariamente se tradujo en desarrollo. Tal vez pueda señalarse como factor determinante del desarrollo de Santa Cruz a la cultura prexistente de apego a la libertad de los cruceños y cruceñas de antes (y de ahora), cultura que nació y floreció lejos del estado, y que tal vez precisamente por eso pudo ser tal. Una cultura de tradición individualista y no colectivista, que al mismo tiempo es capaz de construir formas de asociación modernas y productivas. Una cultura orientada a la creación de riqueza a través del emprendimiento privado, con vocación productiva y exportadora que venía desde la época de las Misiones Jesuíticas. En suma; una cultura basada en valores liberales profundamente arraigados.
Cabe acá, para finalizar, una precisión importante. Cuando hoy uno habla de Santa Cruz no está ya hablando sólo de Santa Cruz sino de Bolivia entera. El hecho de que hayan llegado hasta acá tantas personas en los últimos años, hace que en esta tierra se estén fundiendo diferentes culturas que están pariendo algo nuevo. Por lo que, sin exagerar, bien podría decirse que hoy en Santa Cruz se está redefiniendo la bolivianidad; que se está gestando una nueva Bolivia. Y que Santa Cruz es el futuro y la esperanza de Bolivia.
