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Donald Trump ha designado un gabinete variopinto, con fichajes interesantes como el de Marco Rubio en el Departamento de Estado, potencialmente positivo para América Latina, y otros más cuestionables, como el de Robert F. Kennedy Jr. en Salud, quien podría encender controversias con la comunidad médica y científica.
Entre las iniciativas transformadoras que se vienen está el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE por sus iniciales en inglés), diseñado por Vivek Ramaswamy y Elon Musk, aunque el primero ya ha decidido concentrarse en su candidatura a gobernador de Ohio y no estará al mando ejecutivo de la entidad. El DOGE tendrá un periodo de vida de un año y medio, y su función será recortar la burocracia y aligerar los procesos administrativos, ahorrándole al Tesoro estadounidense dos billones de dólares.
Este tipo de propuestas deberían emularse en países que, como Bolivia, tendrán que desarrollar en los próximos años un nuevo modelo económico, administrativo e institucional, donde el Estado deje de oprimir al ciudadano con sobrerregulaciones y con la tortuosa carga de la “tramitología”. Quienes piensen la reforma del Estado venidera, tendrán que considerar no sólo el reordenamiento macroeconómico, sino también los procesos que actualmente le hacen difícil la vida cotidiana a los bolivianos.
Otro precedente a tener en cuenta es el del Pronade (Programa Nacional de Desburocratización), aplicado en Uruguay en los años ´90 por el gobierno liberal de Luis Alberto Lacalle Herrera (padre del actual mandatario), quien impulsó una revolución administrativa que significó un antes y un después en el funcionamiento de la burocracia en relación al ciudadano.
Entre sus múltiples mecanismos, el Pronade creó incentivos económicos para los funcionarios y las reparticiones que hicieran más cortos y fáciles sus procedimientos, generando un círculo virtuoso donde los mismos actores del sector público fogoneaban la desburocratización.
Volviendo a Ramaswamy y Musk, ambos representan además una contracorriente que se distancia del populismo anti-inmigratorio predominante en el trumpismo, defendiendo la expansión de las visas para los trabajadores extranjeros del sector tecnológico.
“Si quieres que tu equipo gane el campeonato, necesitas reclutar el mejor talento, dondequiera que esté. Eso permite que todo el equipo gane”, escribió Musk en X.
En todo caso, una de las tensiones internas dentro de la naciente administración estadounidense puede ser la que se plantee entre la lógica del “laboratorio de innovación”, representada por Musk y Ramaswamy, y el estilo arbitrario del presidente que ahora retorna al Salón Oval.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo