El bicentenario boliviano y Vieytes
Ian Vásquez destaca la vida y obra de Juan Hipólito Vieytes, un difusor temprano del pensamiento de Adam Smith que residió en el Alto Perú (Bolivia) y en Buenos Aires.
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Por Ian Vásquez1
El primer grito de independencia de España se dio en Chuquisaca en el Alto Perú, en mayo de 1809. Los acontecimientos revolucionarios que prosiguieron culminaron en la independencia de Bolivia, cuyo bicentenario se celebra esta semana.
Ese aniversario y las elecciones presidenciales bolivianas que se darán este mes nos dan una buena excusa para celebrar también a uno de los habitantes más ilustres, pero también muy olvidado, de la historia boliviana. Se trata de Juan Hipólito Vieytes (1762-1815), escritor y empresario, cuyas ideas avanzadas en su tiempo siguen siéndolo para la Bolivia y América Latina de hoy.
En su libro nuevo, En busca de la libertad: vida y obra de los próceres liberales de Iberoamérica, Gabriela Calderón de Burgos felizmente nos resume el pensamiento de Vieytes. Nació en el Virreinato de La Plata, se educó de niño en el Real Colegio de San Carlos en Buenos Aires, en el cual también se educaron varios líderes de la independencia de Argentina, como Manuel Belgrano y Bernardino Rivadavia.
A los 17 años Vieytes se mudó al Alto Perú, donde permaneció durante unos 21 años, volviendo luego a Buenos Aires. Parece que vivió en Chuquisaca, Potosí, Oruro y La Paz, y que su trabajo le involucró en la minería. Esa parte de su vida no está bien documentada pero probablemente fue entonces que, a diferencia de sus compatriotas independistas argentinos, se formó sin haber pasado por una educación formal.
La experiencia y los libros fueron la escuela de Vieytes. Su biblioteca incluía a obras del economista liberal Adam Smith, Cicerón, Cervantes, el economista Jean Baptiste Say y la Constitución de Estados Unidos, entre muchos más. Ricardo Rojas indica que, “desde su posición de diputado y secretario de la Asamblea de 1813, abogaría por la supresión de la encomienda, la mita, el yanaconazgo, y toda otra forma de servidumbre y sometimiento de los indios”.
Vieytes fue un creyente firme de los derechos de propiedad como marco institucional, pues “no solo estimulaban el empleo y la creación de riqueza”, en las palabras de Calderón, “sino que también podían servir como un mecanismo para integrar a las poblaciones indígenas, lo que les garantizaría la igualdad ante la ley y los introduciría en el mundo del comercio”. Por semejante razonamiento, Vieytes se oponía a la esclavitud.
Vieytes creía que el interés personal y el bien público no eran objetivos contrapuestos sino complementarios, pues, dados los incentivos correctos —“la libertad”—, la búsqueda individual de la felicidad resultaría en mayor riqueza. Advertía que “la conveniencia general está tan íntimamente unida a la individual que no se puede jamás desatender esta sin que aquella se resienta al punto de una convulsión mortal”.
Para Vieytes, el comercio, o lo que hoy llamaríamos la libertad económica, no solo incrementa la riqueza, sino también transforma la moral, mejorándola: “El comercio finalmente es la manantial de las riquezas, la escuela en que se afinan las potencias, y el brete que amenaza la ferocidad, y sujeta a raya el desenfreno vicioso; en donde no hay comercio no florecen las letras, y en donde se desconocen impera la barbarie”.
A diferencia de otros pensadores de su tiempo, Vieytes también creía en la teoría subjetiva del valor, la cual es determinada por la utilidad del bien y su escasez. No se determinaba por la cantidad de mano de obra que requería su producción, como pensaban muchos, incluso luego los marxistas. El precio de las cosas se determina en el mercado libre y es subjetivo.
“Una nación no es poderosa por el espacio que ocupa en el globo, sino por su población, su trabajo y su industria”, decía Vieytes. La historia económica ha comprobado que no son los recursos naturales los que enriquecen a los países, sino los valores y las instituciones que resguardan la libertad.
1es Vicepresidente de Estudios Internacionales y Director del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute y coautor del Human Freedom Index. Vásquez es columnista semanal de El Comercio (Perú).
*Artículo publicado en elcato.org el 06 de agosto de 2025