OpiniónPolítica

El factor Evo y sus promotores

Pedro Portugal Mollinedo

De formación historiador, autor de ensayos y análisis sobre la realidad indígena en Bolivia, fundador del mensual digital Pukara

Escucha la noticia

Factor es el elemento, circunstancia, influencia, que contribuye a producir un resultado.

Para las próximas elecciones del 2025 hay que tomar en cuenta el factor Evo. El 19 de este mes fue oficialmente proclamado como candidato. Desde ya, ese lanzamiento presentó facetas insólitas que nos permiten entrever los alcances y características de este factor.

En una conferencia de prensa, en Santa Cruz, el excandidato del MAS a la Gobernación por ese departamento, Mario Cronenbold, lanzó a Evo Morales como candidato para las elecciones de 2025. Cronenbold remarcó que se trata de “una propuesta formal”.

El primer paso de Evo Morales en esa campaña se da en Santa Cruz, y no en el Chapare, o en alguna región del occidente del país. Podría tratarse de un ensayo que para probar lo contundente de esa iniciativa. Santa Cruz es, en el imaginario político, la región donde la figura de Evo produce más urticaria.

Podría tratarse también de la constatación de la irrevertible decadencia de ese líder político. En efecto, el relato histórico nos muestra a Santa Cruz como la región donde termina por enraizarse y florecer una tendencia política, cuando esta está ya en plena crepúsculo. Es lo que pasó en esa región con el MNR, por ejemplo.

Una de las regiones donde ahora tiene cierta notabilidad el MNR es Santa Cruz. Fue, sin embargo, el departamento que mayor oposición le dio a ese partido cuando estuvo en funciones de gobierno, lo que le valió, entonces, la mayor violencia represiva. Recordemos solamente los acontecimientos de Terebinto, en 1958. Curiosamente, el MNR disponía en esa región un núcleo mnrista firme y activo: ¡La guerra civil que propició el año 1949 triunfo solamente en Santa Cruz!

¿Se repite la historia? Es difícil afirmarlo. Podría tratarse también de un desliz del proclamador. No es buen augurio que un perdedor (Cronenbold, cuando fue candidato a gobernador) proclame futuro ganador a quien necesita más bien el auxilio de triunfadores. Podría tratarse, también, de una chuscada, al estilo de lo que en occidente concebimos como parte del carácter de los orientales. Suposición esta con asidero, dado los antecedentes del proclamador, quien, incluso, perdió su cargo de embajador de Bolivia en Paraguay por hacer chistes sobre la costumbre en sus anfitriones de tomar tereré.

No hay que desestimar esa posibilidad. Sobre todo, porque el candidato así promovido, Evo Morales, tras conocer la propuesta de Cronenbold, señaló: “no es tiempo de pensar en elecciones sino de unirnos para defender nuestra Revolución Democrática Cultural y gobierno de Lucho y David ante agresiones de la derecha interna y externa”. Evo está abocado en defender a Lucho y Mario intenta distraerlo de esa tarea. Tiene lógica, si Evo pensara candidatear, su primer obstáculo a abatir sería el actual presidente Luis Arce.  Pero no, ya vemos que hace todo lo posible para ayudarle y no desestabilizarlo.

Pero, regresemos a nuestra anterior consideración. Que Evo en este asunto sea noticia en Santa Cruz y no en Cochabamba o La Paz, revela el agotamiento del patriarca en lo que se consideraba su exclusivo territorio. Que Evo llegue a ser factor anodino en las elecciones del 2025 dependerá de la consolidación de ese proceso.

La utilización de lo étnico en el occidente del país, encubrió una manipulación de la casta altoperuanista hacia las mayorías indígenas. Utilización orquestada por la casta altiperuana de occidente, con la activa colaboración de masistas cruceños. Lo muestra la declaración de la ex diputada del MAS Lidia Patty, cuando denunció a Gabriela Montaño por presuntos maltratos por su condición indígena: “…yo no le tengo miedo tal vez he sido antes sumisa de ella, pero ahora no (…). Más bien ellos que estén calladitos, que no me saquen la lengua, puedo hablar muchas cosas”.

La huida de Evo Morales el año 2019 destapó esa situación, permitiendo la emergencia de figuras hasta entonces cohibidas por ese perverso mecanismo, como la actual alcaldesa de El Alto Eva Copa. Ese proceso, en occidente del país, ha desestimado a Evo, volviéndolo atractivo –al parecer–  solo en el oriente del país. Que se consolide la independencia indígena depende de varios elementos que, para ser efectivos, tienen que desembarazarse de culturalismo  pachamamistas, obstáculo para el adecuado empoderamiento indígena en Bolivia.

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


Cuentanos si te gustó la nota

86% LikesVS
14% Dislikes

Pedro Portugal Mollinedo

De formación historiador, autor de ensayos y análisis sobre la realidad indígena en Bolivia, fundador del mensual digital Pukara

Publicaciones relacionadas

Abrir chat
¿Quieres unirte al grupo de Whatsapp?
Hola 👋
Te invitamos a unirte a nuestro grupo de Whatsapp