El fiscal, el suegro, la cuñada…
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Día que pasa en el escándalo de los ítems fantasmas, va quedando más claro por qué la Fiscalía Departamental, a cargo de Róger Mariaca, rechazó velozmente, en mayo de este año, la denuncia de la actual gestión municipal sobre la existencia de miles de personas que habrían prestado sus identidades para cobrar sin trabajar en la Alcaldía cruceña.
No hay que negar que el Fiscal Departamental tiene reflejos felinos para proteger su codiciado cargo judicial obtenido a base de ser abogado defensor de personas importantes que militan en el MAS, pero también hay que anotar los serios descuidos que ponen en entredicho su actuación en el caso “ítems fantasmas”.
Inmediatamente después de que el alcalde Johnny Fernández amenazara con “levantar al pueblo” cruceño si la Fiscalía Departamental encubre el escándalo de presunta corrupción más grande en ese municipio, ordenó la separación del fiscal Diego Toro, ex asesor jurídico del gobierno municipal, en la gestión de Angélica Sosa.
Y a esa misma velocidad apareció su suegro, el abogado Luis Flores Pérez, para comunicar su renuncia irrevocable a la Alcaldía cruceña, luego de que el concejal de Demócratas Manuel Saavedra denunciara que el padre de la esposa de Mariaca fue contratado como funcionario municipal en la gestión de la exalcaldesa Sosa.
Para sorpresa de muchos, resulta que no solamente el suegro del Fiscal Departamental era funcionario de la Alcaldía envuelta en el escándalo de los ítems fantasmas. Este miércoles, el concejal Saavedra denunció que la cuñada de Mariaca, vale decir la hija de Flores Pérez, también trabaja en la institución municipal.
Se trata, según el registro de declaración jurada de bienes y rentas de la Contraloría, de Yalile Carmen Flores Burgos, hermana de Viviana Flores Burgos, a su vez esposa del Fiscal Departamental de Santa Cruz. Dicho registro fue actualizado el 28 de octubre de este año.
Mariaca dijo que la relación con su suegro era distante a modo de negar una posible vinculación o coordinación entre el accionar del Ministerio Público y la Alcaldía en temas de interés de ambas instituciones, durante la anterior gestión municipal.
¿Qué dirá cuándo se le pregunte porque no dijo que su cuñada también es funcionaria de la Alcaldía? ¿Aparecerá la pariente comunicando su renuncia irrevocable? ¿Qué tipo de relación hubo o hay entre el despacho del Fiscal Departamental con la anterior gestión municipal?
La comisión de “supervisores” de la Fiscalía General del Estado que llegó a Santa Cruz el viernes de la semana pasada para poner las cosas en orden debe tomar nota del fiscal, el suegro y la cuñada, además de las razones por las que se rechazaron dos denuncias sobre ítems fantasmas, una interpuesta por la entidad municipal y otra por Valeria Rodríguez, exesposa del exdirector de Recursos Humanos, Antonio Parada, hoy huido del país.
Está claro que Mariaca no tiene como objetivo el esclarecimiento del caso de los ítems fantasmas, sino todo lo contrario, por lo que la Fiscalía General del Estado debería considerar en serio el apartar al jefe del Ministerio Público cruceño para evitar que la investigación fiscal del escándalo no sufra nuevas obstaculizaciones.
¿Habrá más parientes suyos trabajando en la Alcaldía de Santa Cruz? No se sabe, pero no habría que esperar a que se revele una nueva conexión familiar de Mariaca para tomar decisiones con quien dispuso el rechazo de dos denuncias sobre ítems fantasmas que involucran a dos gestiones municipales anteriores que condujeron la ciudad durante 15 años.