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“Al boliviano hay que enseñarle a pescar…”. Escuché la frase hace más de una década en una entrevista televisiva. La pronunció Samuel Doria Medina buscando dejar sentado que a mediano y largo plazo resulta pernicioso para una sociedad, sobre todo para el segmento joven, acostumbrarla a vivir de ayudas económicas sin que haya esfuerzo de por medio.
Sudar la gota gorda impulsando una idea, un proyecto, un negocio; valorar cada uno de sus componentes y a quienes participan y colaboran en el empeño colectivo; levantarse de las caídas con las convicciones renovadas por más dolorosas que éstas sean; celebrar todos los pasos en el camino hacia la conquista del codiciado éxito…
Esos y otros factores constituyen el emprendedurismo en Bolivia o la transformación de iniciativas de individuos y de grupos de personas en empresas innovadoras -pequeñas, medianas o grandes- cuyo impacto es la generación de empleo, la diversificación de la economía y la innovación en sectores clave como la tecnología, la manufactura, la agricultura y el turismo, entre otros.
El concurso Emprende Ideas, iniciativa del exitoso empresario y líder político, nació en 2011 para que los bolivianos se conviertan en diestros pescadores, dándoles herramientas concretas o cañas de pescar como capacitación en modelos de negocios, marketing y procesos de producción, además de premios económicos para que los emprendimientos den el salto y sus creadores experimenten el triunfo, la prosperidad.
En sus ocho versiones, primero como un programa especial de Soboce y ahora de la mano de la Fundación Samuel Doria Medina Arana, decenas de miles de proyectos provenientes de los nueve departamentos pasaron por la evaluación y el impulso del concurso Emprende Ideas que se ha dotado de un adecuado sistema interno de selección de los mejores emprendimientos a través de etapas hasta llegar a la gran final, al momento de la premiación.
Este año las y los organizadores del concurso tuvieron la idea de que un periodista con varios kilómetros de recorrido participe en la fase de entrevistas a los 15 finalistas, aquellos que superaron una etapa anterior de 100 seleccionados de los 4.833 proyectos que se presentaron en la versión 2023 desde las nueve capitales, El Alto, ciudades intermedias y municipios rurales, todos con una peculiaridad: creer al 100% en sus emprendimientos.
Ese periodista es este servidor. Me convocaron para realizar las entrevistas a ocho de los 15 finalistas, viajando a los lugares donde se desarrollan los emprendimientos que se abrieron paso entre miles y estaban a un paso del gran logro.
Observé centros de diseño, pequeñas fábricas, talleres y laboratorios instalados en las casas. Vi el trabajo cotidiano de los hacedores, de sus familias y, en algunos casos, de sus operarios con esmero encomiable.
Observé cómo les brillaban los ojos cuando explicaban ante cámaras y en conversaciones informales los orígenes, el estado actual y los futuros desafíos de sus proyectos: incursionar en nuevos mercados nacionales o exportar. Vi lágrimas cuando explicaban cómo sortearon los obstáculos o dedicaban todo lo avanzado a quienes representan su inspiración.
Pero, también advertí emprendedores con absoluta claridad de lo que buscan con sus trabajos, determinación para no caer derrotados ante las adversidades que siempre rondan por ahí y consciencia de que emprender es sinónimo de construir futuro para ellos y sus entornos.
Entendí que los emprendimientos, más allá de los indicadores, llevan los nombres y apellidos de bolivianas y bolivianos que tuvieron que migrar internamente en busca de nuevas oportunidades; de jóvenes convencidos de que la tecnología ayuda a coronar los esfuerzos con anticipación; de personas dispuestas a compartir sin mezquindades sus experiencias, las buenas y las malas.
Los emprendedores bolivianos contribuyen a resolver problemas locales, reducir la desigualdad y mejorar la calidad de vida de las comunidades. El emprendedurismo fortalece la competitividad del país en el ámbito internacional y contribuye al desarrollo sostenible, convirtiéndose en un pilar fundamental para el futuro de Bolivia.
La premiación del concurso Emprende Ideas 2023 se realizará el 13 de septiembre y quienes resulten ganadores sabrán que también están preparados para enseñar a otros bolivianos a pescar, a no cruzarse de brazos esperando bonos y otras ayudas económicas del Estado. Que el concurso que revaloriza el concepto de emprender en el país se extienda por más tiempo.