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El fin último del diseño de políticas públicas es erradicar la pobreza, según la Fundación Jubileo, la pobreza ronda a cerca del 50% con datos de 2023, pero si tomamos en cuenta el decrecimiento de los últimos 4 trimestres y la inflación de 2 dígitos de los últimos dos años, sin lugar a dudas, más de la mitad de los bolivianos están en situación de pobreza con el dolor de saber que cada semana, más familias caen ante ese flagelo.
En cuanto a los trabajadores, el salario ajustado a la inflación -es decir, el salario real- de los trabajadores es menor que en marzo de 2004 y en ningún trimestre tanto Evo Morales como Arce Catacora lograron mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores de 2024; son 2 décadas perdidas para los trabajadores. El salario real sube con mayor productividad, no con incrementos salariales desproporcionados.
Por otro lado, Bolivia pasó de ser un potencial centro energético continental, a un país que semana a semana mendiga por carburantes. Evo Morales, Luis Arce y sus fracasados ministros de hidrocarburos junto a sus diferentes directivos de YPFB son responsables de la no existencia de gasolina ni diésel. Cada vez que haga fila, suba el precio de pasajes o no haya micro, debemos recordar que ellos fueron los responsables.
En cuanto al hambre, Bolivia tiene la peor calificación en América del Sur. No solo somos un país en riesgo de hambruna, sino que cada mes que pasa es un mes en el que la familia boliviana no puede adquirir alimentos suficientes para sus hijos.
Así, Bolivia cuenta con la tasa de inflación más alta registrada desde la hiperinflación de los 80s, pero el gran legado inflacionario no se detiene ahí, resulta que la emisión monetaria generada en los últimos años generará presiones inflacionarias por al menos un año más. Es decir, durante al menos un año, seguiremos sufriendo las consecuencias directas de esta pesadilla que fue el gobierno socialista de Evo Morales y Arce Catacora.
Otro ‘regalo’ de la izquierda a Bolivia se encuentra en la depreciación del boliviano. Hay quienes pretenden echarle el cargo de culpa al siguiente gobierno por un previsible ajuste, es importante recordarles que la depreciación ya se dio hace más de un año: por si ellos no se dieron cuenta, el dólar está casi el doble del oficial (entre 12 y 13.50 Bs); el efecto ha sido devastador para las familias pobres y vulnerables del país. El ajuste no llegará, el ajuste llegó y lo están pagando los más pobres con inflación.
Pareciera que los Premios Nobel de Economía fueron pensados en Bolivia porque justamente la debilidad estructural más determinante del país es la debilidad institucional: sin instituciones (reglas, normas, acuerdos, etc.) fuertes, el país seguirá condenado al fracaso.
Por último y no menos importante, hay que decir que el país se encuentra en recesión desde 2024 ya que, según datos oficiales, desde el tercer trimestre de 2024 la economía de Bolivia se cae a pedazos, condenando así toda posibilidad de desarrollo y erosionando la posibilidad de que el país salga adelante.
Ese es un breve resumen del legado del MAS y que la historia no olvide jamás que fueron los socialistas, que fue la izquierda y que se esforzaron continuamente en aniquilar a la familia boliviana. No hay otra explicación y es una lección que, hasta por honestidad intelectual, quienes defienden esas ideas tendrían que hacerse cargo y asumir con responsabilidad y vergûenza, pero seguramente dirán que “no era socialismo”, que cerrar los cupos de exportación, controlar precios, destruir la propiedad privada, subir impuestos y subir aranceles, no son medidas socialistas. La izquierda ha empobrecido al país y, por un sentido mínimo de dignidad, debería darle vergüenza a pesar de sus buenas intenciones (como si las hubieran tenido quienes dirigieron el Estado boliviano).
Hoy, gracias a 20 años de gobiernos socialistas, la familia boliviana pasa hambre, desesperación y no tardarán en aparecer muertes por inanición ante un silencio ensordecedor de los programas internacionales de alimentos y que deberían proteger a la niñez.
Cada día, el país se hace más pobre: si sólo se mantuviera la inflación de junio de 2025 por 12 meses consecutivos, tendríamos más de un 80% de inflación anual… eso significa menos alimentos para las familias más pobres, más estrés para las familias que no llegan a fin de mes y mucho dolor para todos porque así como la esperanza nos ilumina en tiempos de oscuridad, no se puede hacer planificación financiera con inflación ya que, la inflación, como consecuencia de todo gobierno de izquierda, encarece la esperanza de que tengamos la posibilidad de un futuro mejor.
Debemos confiar en el siguiente gobierno y su equipo económico, quienes dieron señales claras de que, luego de importantes medidas económicas e institucionales, todo mejorará.



