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La periodista y psicóloga social Aleks Krotoski señaló que “Las historias [personales] son ayudas para la memoria, manuales de instrucciones y brújulas morales.”
Una colección importante de estas historias de vida con las características señaladas fue compartida el pasado 23 de junio.
A iniciativa del presidente de CAINCO, Fernando Hurtado, ese día se realizó el foro “Familias creando futuro”. Se constituyó en un evento distinto a los anteriores donde participaban oradores extranjeros y organismos internacionales para tratar una temática específica.
En cambio, se tuvieron 18 intervenciones de empresarios de distintos rubros y sectores. Cuatro lo hicieron al estilo de las charlas TED (Tecnología, Entretenimiento y Diseño), mientras que los 12 restantes estuvieron agrupados en cuatro paneles. Fue un acontecimiento del sector privado para el sector privado con mensajes potentes para el sector público en todos sus niveles.
Las 18 exposiciones están en el portal YouTube de CAINCO; y, en mi impresión, es el mejor condensado de lecciones de emprendimiento que conozca. Pienso que todo emprendedor o quien desee serlo debe verlas porque rescatará enseñanzas.
Deseo compartir tres aspectos que me llamaron la atención de esta cita.
Lo primero que detrás de cada empresa hay al menos una familia. Está la del empresario, que contribuye con su capital y la asunción de riesgos, así como la de sus trabajadores, que aportan con su fuerza laboral. Ambos son indispensables para el éxito de la actividad productiva.
Ellos son los protagonistas que se esfuerzan para que el ciudadano que consume sus bienes y servicios esté satisfecho. Junto con los consumidores forman aquella estructura conocida mercado, un potente asignador de recursos con sus múltiples ventajas y con algunas fallas (a veces importantes): el mercado.
En segundo lugar, la actividad económica no es una historia lineal que involucra o garantice éxito, sino de varias derrotas con la firme determinación de volverse a levantar. La historia de cada empresa tiene sus contrapuntos de momentos de victoria, como los duros tiempos de ansiedad por las “malas cosechas”.
Pudimos escuchar de primera mano cómo la determinación de implementar un nuevo proyecto dado el buen contexto y la información disponible resultó, desafortunadamente, en pérdidas para emprendedores y trabajadores.
Por tanto, es fundamental brindar un entorno de certidumbre adecuado, así como mecanismos que permitan mitigar las pérdidas de actividad y empleo.
El tercer punto es que las vidas cotidianas de empresarios y trabajadores serían mejores si el Estado les colaboraría con políticas efectivas, señales adecuadas y un espíritu de diálogo constructivo.
A pesar de sus buenas intenciones, las diversas regulaciones implican procedimientos costos en términos de tiempo y dinero. De la participación de los expositores se puede inferir que muchas veces las regulaciones sólo se convierten en fuentes de recaudación y no cumplen los objetivos para los cuales fueron diseñados.
Independientemente de nuestra visión ideológica, la evidencia histórica nos muestra que el Estado ha desempeñado un rol central no sólo en la actividad económica, sino en la vida cotidiana. Por tanto, es imperioso que su rol se oriente al ciudadano para que pueda vivir con dignidad y con oportunidades.
Finalizo con una nota personal.
En el pequeño espacio que participé comenté que era resultado de una familia que creó futuro, puesto que en su momento un periodista tarijeño y una bioquímica potosina emprendieron en Potosí, ya sea solos o en sociedad, una distribuidora de medicamentos, una radio, un periódico y un hotel. De ellos, este último todavía está en el patrimonio de mi hermana y de mí.
Fue una familia a la que mi hermana y yo debemos gratitud, al igual que a Dios, puesto que nos dieron las bases personales, familiares y materiales para crecer.
Ahora hacemos lo propio con nuestros hijos para darles futuro desde nuestras “trincheras”: los emprendimientos profesionales y personales.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo