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Suena cruel decirlo, pero Bolivia podría sacarle ventaja al conflicto bélico por la invasión rusa a Ucrania. Si no lo hace, otros países no dejarán pasar la oportunidad. Se calcula que el beneficio no previsto para el país podría llegar a unos 500 millones de dólares en el ámbito del comercio exterior por la exportación de minerales y productos agroindustriales, particularmente.
Sin embargo, estamos cerrando la ventana de oportunidad por la incapacidad de la administración gubernamental para dar solución a los bloqueos de carreteras en el occidente y el oriente del país que tienen retenidos grandes volúmenes de productos cuyas cotizaciones internacionales tienden a elevarse por la prolongación del conflicto bélico.
Los bloqueos en Desaguadero y otros puntos de la provincia Ingavi de La Paz por la construcción de una doble vía han formado una columna de alrededor de 1.000 camiones, más de 600 en el lado boliviano y más de 300 en el peruano. El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), estima que la medida genera una pérdida de 3 millones de dólares por día.
Los minerales cargados en los camiones pueden esperar, pero otros productos como la leche y el aceite de soya se echarán a perder y las pérdidas serán cuantiosas. La Aduana Nacional y la Administradora Boliviana de Carreteras advierten pérdidas de más de 2 millones de bolivianos por día debido a la paralización del transporte y del comercio.
En el departamento de Santa Cruz, los bloqueos en Guarayos y Buena Vista tienen un impacto predominantemente interno, pero no por eso son menos preocupantes. ¿Acaso la reactivación económica del país no es una prioridad en la administración de Luis Arce?
El desabastecimiento en los mercados, el encarecimiento de los productos y las pérdidas por la disminución de los viajes terrestres, entre otras consecuencias, afectarán el desempeño de la economía en tiempos en que producir debería ser la principal tarea para superar la crisis económica y aprovechar la coyuntura bélica a nivel internacional.
Lastimosamente, el Gobierno hace de todo menos gobernar, que por supuesto no supone comprometerse a todo lo que se le exige. Gobernar significa anticiparse al conflicto, explicar honestamente las limitaciones que se tienen, evitar que los ejes estratégicos de una gestión –en este caso la reactivación– queden en jaque, mantener un mínimo principio de autoridad…
En el conflicto por la doble vía Río Seco-Desaguadero, ha optado por la demagogia diciendo que la llave la tiene la Gobernación paceña y la indiferencia en los bloqueos de Guarayos y Buena Vista, una actitud que tiende a radicalizar a los movilizados y puede convertirlos en víctimas si el Ejecutivo se decide por la intervención y la represión.
El Presidente es un experimentado economista y docente universitario. Cómo explicará que el país, con una oportunidad para mejorar la golpeada economía nacional, no lo hace porque el gobierno no es sincero para decir que no tiene recursos para encarar una doble vía calculada oficialmente en 412 millones de dólares.
Cómo explicará que se permitió que el bloqueo de Buena Vista se extienda por días cuando lo que se exige es la dotación de una canasta escolar, una responsabilidad de la Alcaldía de ese municipio, pero transformado en un lío nacional desde el momento en que se interrumpe la circulación por una de las vías fundamentales del país.
En Guarayos, el Gobierno se dejó meter en la encrucijada entre aplicar la ley respecto a la toma ilegal de tierras o seguir alentando la impunidad de los avasalladores-interculturales que hacen lo que quieren no solamente en el oriente del país. Los avasallamientos son perpetrados ahora por grupos irregulares armados que secuestran, torturan, matan y no les pasa nada.
En términos políticos, Luis Arce y David Choquehuanca no tendrán posibilidades de buscar una repostulación si no gobiernan como se espera. Saben que el fantasma del anterior gobierno del MAS se los puede comer. Ése que puede comenzar a tomar forma con la conocida frase de que “el anterior era autoritario y corrupto, pero era un gobierno que hacía las cosas”.
Independientemente de cómo acaben los bloqueos, gobernar es asumir responsabilidades en función del bien mayor. Arce, Choquehuanca y sus ministros están por cumplir un año y medio en el ejercicio del poder y serán los gobernantes del país en el Bicentenario. Ya es tiempo que gobiernen en serio, así tengan que enfrentar al evismo y asumir medidas que rompan el molde del populismo latinoamericano.
