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El futuro de las organizaciones está puesto en la innovación, quien no innova no solo se queda atrás, sino que corre el gran riesgo de desaparecer. Sin embargo, ha habido un elemento crucial que falta en esta conversación sobre la era digital emergente: las personas. Los colaboradores hoy son más analíticos y creativos, tienen mucha información, sin embargo, escuchamos a algunos líderes decir que ellos no quieren innovar. ¿No será que estamos desaprovechando el talento?
¿Qué se entiende por innovar en los ambientes laborales? Es migrar a una nueva manera de liderar, es crear una organización flexible capaz de adaptarse permanentemente a los cambios, es aceptar con apertura el error, es escuchar las voces de todos, es hacer partícipes a los colaboradores de las tomas de decisiones, es priorizar la diversidad y la inclusión para todos. La innovación trae consigo el desarrollo de una nueva cultura organizacional.
Las compañías crecen más rápido cuando los empleados experimentan un ambiente laboral que los incita a innovar. La innovación está más asociada a la agilidad que a la misma invención. Los líderes requieren ser ágiles para hacer cambios, para adaptarse a nuevas exigencias del mercado, para responder a las necesidades del cliente, para optimizar sus operaciones y para crear condiciones laborales atractivas para los colaboradores.
Great Place to Work realizó una investigación a más de 800 empresas de diversos rubros que emplean a más de 625.000 colaboradores. Los resultados confirmaron que la innovación para todos provoca crecimiento exponencial en los negocios, ideas de mayor calidad, mayor velocidad de implementación y una mayor agilidad traducida en un crecimiento de los ingresos de hasta 5,5 veces mayor que el de sus homólogas con un enfoque menos inclusivo de la innovación.
Una cultura de innovación maximiza el potencial humano. Sin embargo, en algunas empresas las prácticas internas distan de la buena experiencia laboral. Los colaboradores valoran las oportunidades que se les brinda para desarrollar algo nuevo o mejorar lo que se hace, pero si no se gestan las condiciones apropiadas, entonces ese vacío incide en la motivación, compromiso y hasta la productividad.
El estudio también demostró, que aquellos colaboradores que experimentan estar en una cultura de innovación y agilidad son 4.4x veces más propensos a recomendar a la organización como un gran lugar para trabajar, 4.0x veces más probable de percibir oportunidades de crecimiento profesional, 2.6x veces más probable de considerar de que en la empresa todos dan un esfuerzo adicional para cumplir con el trabajo.
Desde Great Place to Work ayudamos a las compañías a obtener su IVR (Innovation Velocity Ratio). A través de este indicador pueden saber en qué categoría se sitúa la organización y qué requieren para desarrollar una cultura de aceleración, en la cual, por cada 11 colaboradores dispuestos y capaces de innovar, tan solo 2 pueden no estarlo. La innovación es imperante ante la necesidad de provocar mejores resultados de negocio y potenciar el capital humano.
