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Las grandes urbes son entornos propicios para el desarrollo empresarial, a su vez, el desarrollo empresarial incentiva a las personas a trasladarse a dichas urbes comerciales en busca de nuevas oportunidades para prosperar. Así se desarrolla un entramado empresarial que percibe lo que en economía se denomina rendimientos crecientes urbanos, que no es otra cosa que las ventajas de pertenecer a estos entornos urbanos grandes y densos. Estás ventajas vienen de los procesos de aprendizaje empresarial que se desarrollan interactuando en mercados competitivos, el abaratamiento de los costos de transporte debido a la cercanía a los consumidores, y la disponibilidad de insumos y mano de obra.
De ahí que, la actividad empresarial tienda a concentrarse en las ciudades con mayor población. Así es como, en Bolivia, los municipios de Santa Cruz de la Sierra, Cochabamba y La Paz aglutinan la mayor cantidad de empresas. Según Fundempresa, para el año 2021, del total de empresas en Bolivia, el 60,17% se ubicaba en los 3 municipios más poblados del país (Santa Cruz 25.7%, La Paz 20.54% y Cochabamba 13.94%).
A su vez, los marcos regulatorios son claves a la hora de atraer nuevas inversiones e incrementar la actividad empresarial, el empleo y las oportunidades que ofrece una ciudad a sus habitantes. De ahí que, se hayan desarrollado distintos indicadores para medir la calidad regulatoria de los países, a fin de contar con análisis técnicos que nos permitan evaluar la eficiencia de nuestras burocracias públicas y plantear reformas encaminadas a facilitar el desarrollo del sector privado y, consiguientemente, de la población más vulnerable.
A nivel municipal, el estudio más importante respecto a la calidad regulatoria en cuanto a Licencias de Funcionamiento y Permisos de Construcción, es el Municipal Scorecard del año 2008, investigación conjunta del International Finance Corporation IFC y el Banco Mundial, cuyo objetivo principal era documentar el conjunto de procesos que debe cumplir una empresa para establecerse formalmente, su costo monetario y costo de oportunidad (el costo estimado del tiempo en que se retrasa el inicio de la actividad económica debido a la demora del procesos de formalización).
Desde el año 2008 hasta nuestros días, no se han realizado más esfuerzos en realizar análisis técnicos que nos permitan mejorar la interacción entre el sector privado y las burocracias públicas. Hay una agenda de reformas pendientes en esta área, más aún en una ciudad como Santa Cruz de la Sierra, que es el principal destino de muchas personas que buscan nuevas oportunidades para prosperar, reflejado en el desarrollo de la actividad económica de 1 de cada 4 empresas que existen en el país.
Estos resultados deben ser actualizados constantemente a fin de comprender el estado actual del marco regulatorio en el municipio de Santa Cruz de la Sierra y, a partir de ahí, plantear un conjunto de reformas que incorporen el uso de nuevas tecnologías, revisen la pertinencia de los procesos de obtención de licencias y configuren un ambiente empresarial adaptado al mundo moderno, globalizado y competitivo, cuyos beneficios incluirán ─naturalmente─ mayores niveles de recaudación fiscal para el municipio.