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¿Alguna vez has notado que después de hacer un acto de bondad al azar te sientes un poco mejor? Puede ser algo pequeño, como abrirle la puerta a alguien o comprarle café a un amigo. Las investigaciones muestran que los pequeños actos de bondad pueden tener grandes beneficios para la salud y no sólo alegrarán la vida de otra persona, sino que también aumentarán tu felicidad.
¿Qué son los actos aleatorios de bondad?
Los actos de bondad aleatorios son gestos pequeños, simples e inesperados que pueden tener un gran impacto en los demás. Cualquier acto que realices sin un motivo que estimule una sensación de felicidad y alegría en los demás cuenta como un acto aleatorio de bondad. Los ejemplos incluyen invitarle a alguien un café, prepararle el desayuno o hacer algún gesto para alguien. En pocas palabras, son actos de generosidad realizados sin otro motivo que traer alegría y hacer que alguien se sienta especial.
¿Por qué es importante la bondad?
Los pequeños actos de bondad pueden tener un gran impacto no sólo en la vida de otras personas sino también en la nuestra, al mejorar nuestro bienestar general.
Los actos amables indican a los demás que nos preocupamos por ellos y que son importantes para nosotros. Saber que alguien se preocupa por ti y piensa que eres importante puede aumentar los sentimientos de felicidad y optimismo. Cuando mostramos bondad, también ayudamos a los demás a sentirse vistos, apreciados y apoyados. Piensa en la última vez que alguien fue amable contigo. Tal vez un extraño te hizo un cumplido o un amigo se ofreció a ayudarte con la mudanza. ¿Cómo te hizo sentir eso? ¿Valorado? ¿Valioso? ¿Feliz? ¿Visto?
Pero no es sólo quien recibe quien se siente bien; la persona que realiza el acto amable también se beneficia. Años de investigación han encontrado que los actos de bondad están relacionados con una mayor sensación de bienestar. Ayudar a otros también puede mejorar nuestras redes de apoyo y animarnos a ser más activos. Esto, a su vez, puede mejorar nuestra autoestima, empatía y compasión, y mejorar el estado de ánimo. Puede disminuir la presión arterial y el cortisol, una hormona directamente correlacionada con los niveles de estrés.
A menudo, es posible que solo hagamos actos amables con las personas cercanas, como nuestra familia y amigos, pero extender esta amabilidad a los extraños también puede hacernos sentir bien. ¿Sabías que las personas que practican la bondad pueden incluso vivir vidas más largas y saludables?
No hace falta mucho para inyectar un poco más de bondad en tu rutina diaria. Aquí hay algunas ideas para comenzar:
- Pregúntale a alguien cómo va su día.
- Sonríe o saluda a alguien que no hayas conocido antes
- Haz un cumplido
- Sentate con alguien nuevo en clase o en la oficina y preséntate
- Hazle saber a un familiar o amigo que los aprecias
- Cede a alguien tu asiento en el autobús o abrile la puerta a alguien del banco, edificio u oficina
Es bueno recordar que a menudo son los actos de bondad más pequeños los que pueden tener el mayor impacto.
Bondad con uno mismo va más allá del auto cuidado
Muchos de nosotros estamos tratando de ser un poco más amables y bondadosos con nosotros mismos y priorizando el cuidado personal. Ésa es una estrategia excelente para nuestro bienestar. El problema está a veces en como entendemos el “cuidado personal”. El cuidado personal no es sólo baños de burbujas y yoga.
“Asumimos que el cuidado personal parece un agradable baño de burbujas, o incluso actividades hedonistas, actividades centradas en nosotros`, dice la Psicóloga Laurie Santos. “Pero los datos sugieren que la manera correcta de tratarnos a nosotros mismos sería hacer cosas buenas por otras personas. En realidad, sacamos más provecho de ser más abiertos y más sociables y más orientados a los demás que de gastar dinero en nosotros mismos. Es un aumento mayor para tu felicidad.”
Santos no es el único científico que señala que, si quieres ser más feliz, debes centrarte más en la bondad hacia los demás que en la bondad hacia ti mismo (aunque la auto aceptación y los mimos también son agradables). Una investigación de Oxford confirma que incluso los pequeños actos de bondad pueden tener efectos profundos en nuestra felicidad, y otros estudios muestran que los pequeños actos de bondad pueden tener repercusiones y aumentar el bienestar mental y física en la comunidad en general. Por eso es importante no enfocarnos tanto solo en ¨nosotros mismos“, y ponerle más atención y tiempo en cómo es nuestra bondad con los demás, con nuestra familia, colegas, vecinos e incluso con extraños.
Lo importante de la ciencia es poner en práctica, así que los ánimo a poner la bondad en movimiento, y ver qué efectos positivos tiene en vos y en tu alrededor
