La guerra de Trump contra las drogas
Ian Vásquez dice que el fentanilo exhibe la llamada ley de hierro de la prohibición: mientras más intensa la aplicación de la ley, más potente la droga.
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Por Ian Vásquez1
El presidente Donald Trump promete imponer aranceles de 25% a México y Canadá el mes que viene. Una razón principal, dice Trump, es detener el flujo ilegal de fentanilo, la droga que ha matado a cientos de miles de estadounidenses.
Al aumentar barreras comerciales contra esos países, Trump no solo destruye el tratado de libre comercio que él mismo renegoció durante su última presidencia, sino que también intensifica la guerra contra las drogas, especialmente en México. “Los cárteles están librando una guerra contra Estados Unidos”, anunció Trump la semana pasada, “y es hora de que Estados Unidos libre una guerra a los cárteles”.
El gobierno de Trump ha afirmado que ciertos cárteles mexicanos son organizaciones terroristas, lo cual le autoriza legalmente a Trump para ordenar operaciones encubiertas. Aunque sea una posibilidad remota, su gobierno no descarta operaciones militares en México. En todo caso, Estados Unidos está usando la política comercial para presionar a México a que tome medidas duras contra los cárteles.
Si nos guiamos por el récord de la guerra contra las drogas, no debemos esperar que este nuevo episodio tenga éxito. Todo aspecto de la campaña antidroga internacional, que ya tiene más de cinco décadas, ha sido un fracaso. Ni la interdicción ni la militarización ni la sustitución de cultivos han podido frenar el flujo de drogas hacia los países consumidores.
Un ejemplo de esto es el Plan Colombia, que empezó en el 2000, duró 15 años y recibió miles de millones de dólares. Este plan no suprimió la producción o el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos. Hoy, la producción de cocaína en Colombia es cinco veces mayor de lo que era en el 2015. Debido a eso y la extensión del negocio ilícito a otros países en la región, estamos viviendo lo que InSight Crime denomina “la mayor bonanza de cocaína de la historia”.
El tráfico de fentanilo es todavía más difícil de suprimir. La droga es 50 veces más potente que la heroína y un kilo puede matar a 500.000 personas. Por lo tanto, se puede traficar pequeñas dosis de fentanilo que son sumamente más complicadas de detectar que otras drogas.
Curiosamente, la cruzada de Trump contra el fentanilo se está iniciando cuando se está viendo un declive notable en las muertes debido al sobreconsumo de esa droga. El año pasado, esas muertes cayeron en un 30% en Estados Unidos.
El fentanilo exhibe la llamada ley de hierro de la prohibición: mientras más intensa la aplicación de la ley, más potente la droga. Esto es así porque bajo la prohibición se premian los productos más potentes, que son más fáciles de comerciar sin detección.
El experto Jeff Singer observa que, durante la pandemia, cuando los países cerraron las fronteras y se interrumpieron cadenas de suministro, se traficó mucho más fentanilo que heroína y, por lo tanto, se dispararon las muertes. Ahora que se han abierto las economías, hay evidencia de que se está volviendo a consumir más heroína en vez de fentanilo, lo cual ha contribuido al declive de fallecimientos por sobredosis. Sería irónico que el nuevo impulso en la guerra contra las drogas resulte en un incremento de muertes.
En cualquier caso, los mexicanos no son los que están mayormente trayendo el fentanilo a Estados Unidos. Más del 80% de la droga lo traen ciudadanos estadounidenses, quienes pueden cruzar la frontera con mayor facilidad.
La guerra contra las drogas es fútil –para no hablar de la violencia que fomenta el prohibir bienes en alta demanda–. Convertirla en una guerra de verdad, como ha contemplado Trump, requeriría otra columna para describir lo descabellado (y fútil) de esa idea. Ojalá no se tenga que escribir.
1es Vicepresidente de Estudios Internacionales y Director del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute y coautor del Human Freedom Index. Vásquez es columnista semanal de El Comercio (Perú).
*Artículo publicado en elcato.org el 12 de marzo de 2025