La hora de Camacho
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Después de 15 años en los que el protagonista central de las efemérides cruceñas era Rubén Costas, primero como Prefecto y luego como Gobernador, este 24 de septiembre será el primero para Luis Fernando Camacho como máxima autoridad de Santa Cruz, con el poder que le dio el contundente triunfo electoral de marzo de este año, frente al poder nacional recuperado por el masismo.
Será la hora en que la región y el país sabrán qué tipo de liderazgo tiene ahora Santa Cruz y si puede proyectarlo a nivel nacional. Lo que diga y lo que calle Camacho tendrá impacto en su tierra y en el conjunto de la patria. Será el momento para defender a los sectores que representa, pero también la gran oportunidad para trazar un horizonte claro para los cruceños y los bolvianos.
En una suerte de ensayo, este miércoles, en la sesión de honor de la Asamblea Departamental de Santa Cruz, su discurso fue insuficiente. Habló de proteger a los indígenas y a los perseguidos políticos, pero, por ejemplo, no dijo nada sobre los avasallamientos de tierras, los heridos de bala producto de las tomas ilegales y la inacción del gobierno central en un tema tan sensible para Santa Cruz.
Tampoco se refirió a las más de un millón y medio de hectáreas que todavía arden en varios municipios cruceños, fuego atizado por un decreto incendiario que autorizó el desmonte y las quemas supuestamente controladas hasta julio de este año, ni de la exclusión de sectores empresariales de Santa Cruz de programas de apoyo financiero a micros y pequeños empresarios, y de la cumbre de recuperación económica.
A ello se suma su ausencia en la inauguración de la Expocruz 2021, acto en el que hablaron el presidente de Cainco, Fernando Hurtado, y del presidente del Estado Luis Arce. Su equipo pudo haber gestionado que el Gobernador de Santa Cruz, principal autoridad del nuevo tiempo, se dirija al gobierno central pero sobre todo a los cruceños de nacimiento y de corazón que aún viven con incertidumbre.
Camacho llegará a la hora de su primer gran desafío con una inocultable fractura con el vicegobernador Mario Aguilera, sobre quien pesan cuestionamientos y sospechas del Gobernador y su entorno sobre sus cercanías con parte de la cúpula política del masismo.
Este viernes, cuando se encuentre frente al poder nacional expresado en el presidente interino David Choquehuanca, los ministros de Estado, los miembros de la Asamblea Legislativa y los altos mandos de las Fuerzas Armadas y la Policía, entre otras autoridades nacionales, tendrá que ser inteligentemente enérgico para reclamar el sitio que se merece Santa Cruz.
Por supuesto que no es aconsejable una actitud vocinglera, pero si una palabra firme, que exprese con absoluta claridad lo que piensa y lo que quiere el pueblo cruceño ahora y en los próximos cinco años. Será el primer discurso de Camacho el 24 de septiembre como Gobernador del departamento de Santa Cruz, en un tiempo diferente, con otros líderes políticos en la región, pero también en el país.
A no dudarlo, para bien o para mal de los cruceños y los bolivianos, será la hora de Camacho, será la hora en que se sabrá de que madera está hecho el liderazgo del nuevo Gobernador del departamento de Santa Cruz.