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El lunes 17, los principales actores políticos del país (los partidos y alianzas electorales nacionales con personería jurídica, los Poderes Legislativo y Ejecutivo), además de invitados especiales del cuerpo diplomático y organismos internacionales, realizaron el Tercer Encuentro Multipartidario e Interinstitucional por la Democracia bajo la convocatoria del Poder Electoral.
Amén de los quince acuerdos —no todos en vigencia inmediata por necesitar de los otros Poderes pero sí impostergables del inicio del proceso electoral y más allá de que el Encuentro pudo ser un éxito o un fracaso (lo que dirá el tiempo hasta la proclamación del vencedor electoral)—, en el sitio Web del OEP quedaron confirmadas las trece organizaciones políticas que hasta el momento están vigentes: MNR, ADN, FRI (que dio soporte a Jorge Quiroga y se lo quitó a Mesa), PDC, MAS-IPSP (arcista), UCS (que se lo quitó a Camacho en beneficio de su Jefe), UN (creado por Doria Medina y su acompañamiento en varias elecciones), FPV (ahora anunciando que soportarían la candidatura de Morales, a pesar de estar inhabilitado —tema de conflicto muy mediato para el TSE y de gran inquietud para la población— pero, cautelosamente, se brindan para Andrónico si no fuera Morales), DEMÓCRATAS, PAN-BOL, MTS, NGP (un nuevo partido que a ratos me parece una incubadora de emprendimientos y otras una sucursal de New Generation Group, la empresa del líder en EEUU, “casi” el mismo nombre del partido) y APB SÚMATE (creado por Reyes Villa para él). De éstos, es un poco difícil definir su posición ideológica (como si en el cambalache boliviano eso fuera siempre definido) pero no quedan para el electorado dudas es que varios de los minipartidos FRI, FPV (ya dijeron que les vale igual llevar de candidato a Juan o su Hermano), PAN-BOL y MTS han actuado permanentemente como taxipartidos —y en el gremio debería incluir UCS y PDC— para candidatos con guita pero sin personería; queda pendiente la personería de otros (como MORENA, con candidata anunciada pero sin registro).
Antes de seguir, me gustaría comentarles de dos análisis publicados recientemente: “Renovación, algo difícil de comprender” de Carlos Toranzo y “Frente al proceso electoral” de Carlos Hugo Molina (ambos en Publico.bo, 19/02 y 18/02, respectivamente).
Respecto de “Renovación…” coincido plenamente que el pedido de nuevos liderazgos y de liderazgos jóvenes que ha estado presente en muchas de las encuestas de percepción electoral son utopías que no se condicen muchas veces con la realidad del país (los ejemplos de Paz Estenssoro en su último período y de Andrónico hoy son claros: la edad no es condición de renovación sino lo que lo sustenta; las juventudes Evo en El Alto 2019 son otro ejemplo invalidante de positividad). Mucho más valiosos parámetros —condigo con Don Carlos— son lo que proponen y, con mucho, la capacidad de debatir y conciliar. En lo que respecta a “Frente al proceso electoral”, me es muy difícil estar de acuerdo con mi querido amigo CH que Bolivia pudiera ser ejemplo de Centro Democrático y me disculpo por no coincidir en su concepto de tal; Bolivia ha sido ejemplo de nacionalismos de izquierda y de derecha, de desarrollismo de izquierda y de derecha y de gobiernos de facto de izquierda y de derecha, y en ello incluyo el arco desde los extremos de un lado y del otro, en ejemplos de zambumbias con etiquetas ideológicas que a veces muchos quienes la enarbolan no entienden (o desconocen su historia); si en 2024 la Región registraba «un 52 % de los latinoamericanos (sin incluir Nicaragua) apoya la democracia» contra el «48 %, en 2018», Bolivia demostraba una caída desde el 51 % en 2023 al 47 % en 2024 (todos datos de Informe Latinobarómetro 2024), sumándose a Brasil y Perú como los países de la Región donde el apoyo democrático había descendido —la preferencia por gobiernos autoritarios en Bolivia pasó en ese período del 13 % al 16 %, mentalidad que comparte creciente en el período (en valores diferentes) con Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Panamá, Perú, Uruguay (me dejó perplejo aunque el aumento acá fue mínimo) y Venezuela.
Voy a tocar un punto importante: Unidad.
Hay un Bloque opositor de Unidad que asemeja un Bloque de DesUnidad pero que no integra a todos los que no se reconocen con evistas o arcistas de pura cepa: hay opositores conocidos, opositores de tiempo compartido, no-oficialistas & no-opositores (al modo de la Commedia dell’Arte y del Teatro Noh) y los que esperan decidirse a dónde se jalan en el Adviento del Último Día del Oficialismo. Los guiaré por los estudios demoscópicos que más margen posible de confiabilidad puedo atribuirles por la información amplia de sus Fichas Técnicas: los dos estudios de Panterra ya presentados y el Informe Delphi (FES) correspondiente a febrero 2025, realizado por la empresa Diagnosis. Y trataré de ser comprensible en mi análisis sin abusar de la extensión.
Para el estudio N° 1 de Panterra (enero 2025) —que no incluye a Chi ni Andrónico y sí a Evo— se da un fenómeno que se repetirá en la siguiente: la opción no-oficialista más favorecida es Reyes Villa, seguido de Doria Medina y Quiroga, pero los tres en valores porcentuales bajos.
Ya en el segundo estudio de Panterra (febrero) el primer pelotón de intenciones iba para Andrónico Rodríguez, seguido de Reyes Villa, Chi Hyun Chung, Quiroga y Doria Medina. Primero: descartemos a Rodríguez por evista (presunto aún) y porque no se ha manifestado aún si será candidato y a Reyes Villa y Chi porque no se han manifestado por la unidad opositora. Segundo: Ningún candidato convence definitivamente; si fuéramos por apreciación, a babor tendríamos dos precandidatos (Quiroga y Doria Medina) que, al margen de proclamaciones y discursos, no convencen. De yapa, en el orden de favorabilidad, Reyes Villa y Doria Medina son los menos desfavorecidos (condice con la Encuesta N° 1).
Ya en el Informe Delphi mencionado, al creciente desasosiego con la economía (sumados Crisis económica, Pobreza y desigualdad social e Inflación y aumento de precios dan un 118,5 % del 200 % posible de preocupaciones) y la situación política —actual y perspectiva— se une la muy negativa percepción que lideran Morales (62 %), Branko (61 %), Choquehuanca (58 %), Chi (56 %) y Arce y Camacho (ambos el 53 %). En intención de voto, Reyes Villa vuelva a liderar (el 82 % entre Probable y Muy Probable), seguido de Quiroga (el 70 % ambos), Chi (56 %) y Doria Medina (46 %).
Nos queda dos detalles más a estribor de la nao electoral donde todos (güelfos y gibelinos, vicuñas y vascongados) navegan: El primero, que las dos figuras mejor ubicadas del Bloque de DesUnidad (Quiroga y Doria Medina) se han pasado vapuleando con entusiasmo estas últimas fechas; y el segundo, que sólo Ballivián —sin posibilidades electorales a pesar de sus capacidades— es la única que ha respondido al cuestionario de la CAINCO, una pertinente y urgente búsqueda de definiciones para la política económica inmediata y perspectiva del país.
A babor, a pesar de que la guerra ha sido feroz entre evistas y arcista, pareciera que, ante la imposibilidad legal de Morales y el descrédito de Arce, se va entrando sostenidamente una cuña —Rodríguez, que ya reconoció el fracaso del Modelo arcista y empieza a distanciarse de Morales— como tercera opción con opciones de que los dos extremos lo entiendan y enarbolen.
(Claure propone un ménage à quatre entre Reyes Villa-Chi-Doria Medina-Quiroga por un 80 % logrado en primera vuelta. Una utopía… para Las Bolivias)
Ay, Bolivias, ¡las que aún nos esperan…!
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo