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En 1929, la bolsa de valores de Nueva York se desplomó, lo que dio inicio a la gran depresión, aproximadamente una década de estancación económica, no solo en Estados Unidos, sino también en Europa. Los motivos que llevaron a tan largo periodo de estancamiento son varias, una de ellas fue el aumento de las tarifas entre los países y la subsiguiente caída del comercio mundial. Los líderes políticos de Estados Unidos en ese momento pensaron que imponer tarifas a otros países encarecería los bienes importados y haría que los estadounidenses prefieran los bienes locales, lo cual incentivaría la economía, además de generar mayores ingresos al gobierno. Lo que sucedió y generalmente sucede fueron medidas reciprocas de imposición de tarifas de los países afectados que encarecieron los bienes transados, redujeron el comercio mundial y empobrecieron a todos los países involucrados.
Analicemos las tarifas desde el punto de vista del consumidor. Si un consumidor compra un producto importado, lo hace porque cree que es la mejor opción considerando el precio y la calidad. Una tarifa sobre dicho bien importado lo hace más caro, lo cual significa que el consumidor tendrá que 1) pagar un monto mayor que antes o 2) preferirá comprar un producto similar probablemente producido localmente, pero que antes de la subida de precios, era considerado por el consumidor como inferior en su evaluación interna de precio/calidad o 3) dejará de comprar dicho producto. En los tres casos el consumidor está peor que cuando no había la tarifa.
Ahora analicemos las tarifas desde el punto de vista del productor local que compite con productos importados. Sin tarifas, los productos importados y los locales compiten en igualdad de condiciones y son los consumidores quienes deciden cuál quieren. Entonces el productor local debe competir con el mundo para hacer productos atractivos desde la perspectiva calidad/precio, lo cual beneficia a los consumidores y puede ser una molestia para los productores. Una tarifa a productos importados hace menos competitivos dichos productos, lo cual permite al productor local subir precios sin mejorar calidad o bajar calidad sin bajar precios y aun así seguir vendiendo y ganando más dinero que antes. Una tarifa protege a las empresas locales de la competencia, lo cual a la larga lleva a las empresas a ser más ineficientes. La ineficiencia la paga el consumidor, por lo que el productor local está feliz con la tarifa que lo protege de competir en igualdad de condiciones con el resto del mundo.
El gobierno cree que las tarifas le permitirán incrementar sus ingresos, pero si los volúmenes importados caen lo suficiente, esto puede no pasar. Y en términos generales el país que impone tarifas se empobrece, el consumidor paga más caro y queda con menos opciones elegir, los recursos productivos se redirigen a actividades ineficientes que serían mejor proveídas por industrias extranjeras desde un punto de vista de ventaja comparativa y se protege a ciertas industrias que se hacen ineficientes.
¿Qué debería hacer el país al que le imponen tarifas? Sorprendentemente la respuesta podría ser que no debe hacer nada. Si un país X impone tarifas sobre los productos de un país, esto puede tener consecuencias graves en dicha industria, sin embargo, desde un punto de vista técnico económico, si Y responde imponiendo tarifas sobre los productos que X exporta a Y, no soluciona en nada los problemas de la industria exportadora en Y, pero daña a los consumidores del país Y que ahora tienen productos importados más caros. En la realidad, los países responden en reciprocidad por varios motivos que responden a las dinámicas políticas como ser la percepción pública de que si no hacen nada no están protegiendo al país, o generar presión para posteriormente negociar, o simplemente la testosterona y el impulso a no dejarse con otro.
La imposición de tarifas lleva a una guerra comercial donde los otros países responden recíprocamente, el comercio y la economía mundial cae, cae el empleo y el consumidor pierde. En cada país algunas industrias locales ganan, otras industrias exportadoras pierden, pero en el agregado el país y sus ciudadanos pierden.
El presidente de Estados Unidos. Donald Trump ha impuesto tarifas a algunos de sus socios comerciales. Vamos a ver desarrollarse la dinámica antes descrita, con el riesgo de desencadenar una estancación de la economía mundial, como sucedió en la década de 1930. Paradójicamente una de las promesas de Trump como candidato era bajar la inflación en su país. Las tarifas y las deportaciones de ilegales (más allá de consideraciones legales) tendrán como consecuencia un encarecimiento de los bienes y servicios para los consumidores americanos. Trump no va a reducir la inflación con estas medidas, va a aumentar la inflación y va a empobrecer a sus ciudadanos.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo