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Llevo muchos años trabajando con líderes y reflexionando sobre el liderazgo. El mundo ha seguido de cerca lo que sucede en Venezuela, y a mí me ha llamado poderosamente la atención el liderazgo de una mujer valiente: María Corina Machado, conocida como la “dama de hierro del siglo XXI”. Espero algún día tener el honor de conocerla en persona.
Su estilo de liderazgo es actual, revolucionario y perfectamente adaptado a un entorno de alta incertidumbre, cambios abruptos, avances tecnológicos, y retos económicos y políticos. Su fortaleza en los valores, su convicción inquebrantable y su tenacidad nos ofrecen pautas sobre lo que realmente genera influencia y resultados.
En este artículo, quiero resaltar algunas características de su estilo de gestión que pueden replicarse en el liderazgo empresarial:
- Cercanía.- María Corina es una mujer que se conecta con su gente: entiende sus necesidades, recoge sus aspiraciones y escucha sus dolores. Baja de su pedestal y se involucra en el campo de batalla.
Un líder empresarial debe priorizar el tiempo con su equipo, salir del escritorio o la oficina para comprender lo que sienten, piensan y desean sus colaboradores. Si bien no todos se gestionan de la misma forma, el líder debe encontrar puntos comunes y demostrar su disposición para apoyar y servir siempre que sea necesario. Sus palabras deben resonar con la experiencia de los colaboradores en la empresa y mostrar empatía genuina.
- Valentía.- Poner la cara y el cuerpo en las situaciones más desafiantes es una cualidad que define a Machado. Su accionar refleja fuerza, coraje y determinación. Por encima del temor, prevalece su ímpetu por defender los valores que cree fundamentales, como la libertad.
Un líder no se esconde detrás de las circunstancias; por el contrario, enfrenta el peligro, el riesgo y asume la responsabilidad por los resultados. Es crucial que el equipo sienta confianza en su superior, sabiendo que priorizará los principios y protegerá a su gente por encima de intereses personales o partidarios.
- Visión de futuro.- La claridad en los objetivos y su capacidad para mirar al porvenir han convertido a María Corina en un símbolo de esperanza. Sus seguidores la reconocen como alguien que inspira la posibilidad de un futuro mejor.
Un líder visionario debe proyectar optimismo, encontrar oportunidades incluso en medio de un contexto adverso y guiar a su equipo con una estrategia clara. Aunque el camino sea difícil, su comunicación debe transmitir fortaleza y confianza en que los resultados pueden alcanzarse. Un discurso positivo y consistente refuerza la voluntad colectiva para trabajar por un mañana más justo y próspero.
- Comunicación visceral.- Escuchar los discursos de María Corina es conectarse profundamente con sus emociones y sentimientos. Sus palabras están cargadas de amor, autenticidad y firmeza. Irradia veracidad, inspira confianza y moviliza corazones.
En el ámbito empresarial, la coherencia entre lo que el líder dice, hace y proyecta es fundamental. La sinceridad, la transparencia y la sensibilidad son pilares esenciales para construir relaciones de confianza. Cada mensaje, ya sea un discurso o una conversación, debe reflejar el compromiso del líder con su equipo y sus valores.
- Resiliencia y perseverancia.- En un contexto político marcado por la represión y las adversidades, María Corina ha demostrado una capacidad inquebrantable para adaptarse y seguir adelante.
El liderazgo empresarial también exige conocer el entorno, identificar las fortalezas y debilidades del equipo, fomentar ideas innovadoras y promover el cambio. Un líder resiliente no solo aprende de los fracasos, sino que, cuando el equipo se siente desanimado, es quien impulsa el ánimo colectivo y comparte su fortaleza. La capacidad de superar la adversidad no solo refuerza la confianza en el líder, sino que también inspira a los demás.
Inspiración para todos
Estas virtudes hacen de María Corina Machado una líder emblemática en la política venezolana. Para quienes estamos en el ámbito empresarial, su ejemplo es una fuente de inspiración en nuestra búsqueda de influencia positiva y trascendencia.
El liderazgo que trasciende es aquel que se fundamenta en valores, que conecta con las personas y que transforma entornos. Hoy, más que nunca, las empresas, los profesionales y el mundo necesitan líderes como ella.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo
