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No solo hay que ser, sino también parecer…

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Mientras la CIDH realizaba su visita in loco a Bolivia precisamente para verificar en cancha el estado del arte del respeto de los DDHH, se han sucedido una serie de sucesos que, para ser educadito, en ese escenario, suenan por lo menos irrazonables.

Empiezo por el equipo visitante. Nada mas ni nada menos que su relator para Bolivia, aparece ingenuamente en un desagravio de corte partidario en favor de quienes precisamente la OEA -organismo del que forma parte la CIDH- descubrió mediante su misión electoral especializada en flagrante fraude e incluso en ese entonces, los ahora “desagraviados” fueron ipso facto destituidos por orden del principal sindicado. Si bien -hay que precisarlo- se trata de un miembro y no de la misión y menos de la CIDH como organismo, que ese Comisionado haya metido las de andar de manera tan pero tan grosera, ha puesto en peligro la confiabilidad y seriedad de la visita in loco y sus resultados que deben estar teñidos de imparcialidad: El Juez no sólo debe ser, sino también parecer…

Desde el otro lado de la balanza, es decir desde los escrutados pues quienes administran el estado a través del gobierno resultan los principales examinados, también le siguieron metiendo no más. Mientras la misión estaba en el país con su lupa; por ejemplo, un Juez denegaba escandalosamente liberar al cocalero Apaza pese a su inocultable estado completamente deteriorado de salud (el y su defensa señalan, causado por golpizas sufridas cuando estaba bajo responsabilidad de la administración penitenciaria); las tomas ilegales de propiedades por parte de avasalladores continuaron como si nada, con muertos y heridos incluidos en el fundo Santagro o los profesores eran desproporcionadamente reprimidos por la Policía impúdicamente al servicio del gobierno y no de la sociedad.

En la Asamblea Legislativa, la mayoría oficialista aplanó las otras propuestas de la oposición e ignoró olímpicamente la cruzada de los “Juristas Independientes” aprobando un nuevo reglamento de selección kjachanchado con botox, para que al final del día, intenten hacer lo mismo que en las anteriores “elecciones” judiciales: disponer de MASistrados a su servicio (aunque habrá que ver lo qué pasa con los “2/3 y otros eventos…) e incluso, mañosamente trataron de “reponer” un proyecto de ley abiertamente inconstitucional e inconvencional  que pulveriza estándares interamericanos sobre -entre otros- principio de legalidad o libertad de expresión.

El Consejo de la Magistratura convocó otra vez a Jueces “transitorios” de Potosí incumpliendo temerariamente resoluciones jurisdiccionales que les obliga a evaluar a todos los jueces en ejercicio en armonía con las recomendaciones del GIEI (de la CIDH) y del Relator Especial de NNUU para la Independencia de Magistrados y Abogados y, así sucesivamente podríamos continuar enumerando una serie de acontecimientos producidos que forman parte de la cotidiana violación de DDHH, principalmente, por parte de agentes estatales.

Salvo algún milagro producido en el Constitucional para la platea de la CIDH y algunas aperturas acordes con la visita -para pintear ante los Comisionados- el estado del arte de sistemática vulneración de DDHH ha seguido como si nada estaría pasando, frente a las narices de los integrantes de la visita in loco.

Publicado el viernes por la noche su Informe Preliminar (me es imposible en esta breve espacio analizarlo) y, entre otros hallazgos, una vez más ratificado hasta la saciedad que el sistema de justicia boliviano padece de falencias normativas y deficiencias estructurales, por lo que hay “ausencia de independencia judicial” (sic, párrafos 28 y sgtes) pues en: “Bolivia históricamente la justicia se ha manejado de manera instrumental dependiendo de los intereses del poder político en turno” (!!!sic!!!) incluyendo probablemente la manipulación del Derecho Penal; en coro polifónico nos preguntamos. ¿Hasta cuándo? pues desde todos los flancos -NNUU, OEA, WJP; AI, etc- vamos a seguir recibiendo sistemáticamente varapalos que nos muestran hasta la saciedad que nuestro sistema de justicia es un desastre para cumplir su razón de ser: tutelar derechos de todos frente a los poderes; pero luego del escándalo, todo sigue como si nada hubiera pasado…

Existen abundantes diagnósticos, informes, estudios, etc que dan cuenta de ese estado del arte que al final del día se traducen en la sistemática violación de DDHH del ciudadano boliviano, desde el poder político y desde la propia sociedad civil, pero no pasa nada… No somos, ni parecemos y peor, ya desde los vulneradores acostumbrados a su sinvergüenzura, ni siquiera disimulan… le siguen metiendo no más, frente a la lupa de los invitados a escrutarles. No solo hay que ser, sino también parecer. “APARENTAR TIENE MÁS LETRAS QUE SER” Karl KRAUS.

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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