Escucha la noticia
La preocupación crece cuando “prepararnos para el futuro” puede significar también “despidos masivos”, así puedo pensar según lo que expresó hace una semana Sundar Pichai, el CEO de Google, luego de que Amazon y Microsoft efectuaron su recorte de personal.
Desde mi análisis como reclutador, puedo compartirles un pedacito de lo que está pasando a nivel de contrataciones en el área de tecnología.
En época del coronavirus y meses después de los efectos post-pandemia el área de tecnología sobretodo en el mundo del desarrollo de software, se veía como uno de los ámbitos más fuertes a nivel económico, ya que, en vez de hacer recortes de personal, subió la demanda de talentos, y se incrementó el porcentaje de contrataciones, sin embargo, a mediados del 2022 el efecto de las caídas financieras post-covid y otras problemáticas sociales a nivel Latinoamérica y mundial llegaron a este rubro. Si bien, continuaron las contrataciones, pero en un menor porcentaje, algunas vacantes se congelaron e inclusive, algunos proyectos cerraron por completo.
Con respecto a los salarios, recuerdo que en LinkedIn a finales del 2021 e inicios del 2022 en el rubro de tecnología se estaba dando un salto importante en hacer pública la remuneración, sin embargo, pese a que algunas empresas de diferentes tamaños ya dan los números desde el inicio (son muy pocas, pero las hay) los salarios en USD han tenido una leve decaída en competitividad o se simplemente se han mantenido para finales del 2022.
Sobre la búsqueda de nuevas oportunidades, desde mi percepción, el ingeniero que opta por ser trabajador dependiente (de planta o consultor) para este inicio del 2023 tiene por un lado la opción de mantenerse en su trabajo actual ó por otro, tomar riesgo de cambiarse por el mismo sueldo o el mínimo incremento, ya que serían pocas las empresas que estén ofreciendo salarios por las nubes. (y sí, no es el mejor momento para buscar cambiarse de trabajo solo por el sueldo); obviamente para este punto, se debe considerar si el ambiente laboral es bueno o no, qué puede sumar a tu desarrollo profesional, así como también los beneficios e iniciativas de cada lugar, más allá de lo que exige la ley.
Por último, desde mi opinión consideraría optar por la empatía desde ambas partes: la empresa sea del tamaño que sea, hace un esfuerzo por mantenerse funcionando y adaptándose a la sociedad líquida que está para quedarse, solo que no debe olvidarse que la única salida no es contratar a perfiles “seniors” y que el home office ya no será negociable dentro de poco; por el lado de los empleados, si bien tenemos sueños/metas, es bueno plantearlas con los “pies en la tierra” sobre las problemáticas a nivel local/mundial, sumándole considerar investigar más sobre cada una de ellas que te interesa pueden darte pautas si realmente quisieras trabajar allí, saca provecho del networking o experiencias reales, para realmente tomar una mejor decisión.
No olvidemos que faltan 90 segundos para el Apocalipsis, según el reloj del fin del mundo, por lo que, seguramente traerá consigo otras decisiones difíciles en el ámbito laboral, pero mientras mantengamos nuestra capacidad de resiliencia y creatividad para sobrellevar las cosas: Chat gpt y la IA seguirán siendo artificiales, mientras que los humanos seguiremos siendo reales y únicos.
Seguiremos informando…