Periodistas, exilio y autoritarismos
En Latinoamérica, los países bajo gobiernos autoritarios encabezan la lista de lugares desde donde huyen periodistas. La restricción a la libertad de prensa es una realidad ineludible, que en la región se encuentra mayoritariamente en regímenes de izquierda y populismos de derecha.
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Por Ángel Arellano
Un informe reciente de Reporteros Sin Fronteras (RSF) recoge un mapa con los principales flujos migratorios de periodistas forzados al exilio por motivos de seguridad. En Latinoamérica, los países que han sido identificados con la mayor movilidad de periodistas en huida son Cuba, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Venezuela. Tres de estos se encuentran bajo autoritarismos de izquierda (Cuba, Nicaragua y Venezuela), uno más, bajo un autoritarismo de derecha (El Salvador), y el quinto (Honduras), con un alarmante clima de violencia contra periodistas.
Si bien las naciones mencionadas no son las únicas con problemas en el libre ejercicio de la prensa, acceso a la información y transparencia, son las que RSF identifica como principales emisoras de periodistas refugiados. Esta realidad se ha extendido a la par del autoritarismo. Es decir, a mayor cantidad de autoritarismos y mayor influjo de las potencias autoritarias en nuestra región, mayor cantidad de presión contra el periodismo independiente. El mapa de libertad de prensa de RSF (2023) es útil para mirar la tendencia de las restricciones a los medios de comunicación en el mundo. En este, la mancha de color rojo oscuro muestra cómo esta variable se encuentra directamente vinculada a países autoritarios y democracias frágiles.
Periodistas en el exilio
Para RSF, el panorama en los autoritarismos de izquierda está caracterizado por la asfixia a la crítica y la investigación. En Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega ha despojado de por vida a varios periodistas de su nacionalidad, ha cerrado medios de comunicación y anulado la crítica y el escrutinio de la administración pública. En Venezuela, el chavismo ha instalado dos décadas de restricción a la libertad de expresión y una hegemonía estatal. Por otro lado, Cuba «sigue siendo el peor país de América Latina en materia de libertad de prensa».[1]
En otro punto del espectro político está El Salvador, aunque con similares pretensiones restrictivas. «Desde que accedió a la presidencia, en junio de 2019, el presidente Nayib Bukele ataca y amenaza a los periodistas no afines a su gobierno. El ejercicio periodístico está marcado por el acoso a medios críticos y la criminalización de la cobertura sobre seguridad pública y pandillas. El uso de trolls refuerza la narrativa oficial y la información sobre asuntos públicos es confidencial desde la pandemia».[2]
En Honduras, la débil institucionalidad y hechos de violencia contra periodistas es la constante más alarmante. El reporte indica que «la prensa hondureña vive un lento descenso al infierno desde hace más de una década, tras el golpe de Estado de 2009. El país sigue siendo uno de los más mortíferos para el periodismo en el continente americano, lo cual crea un clima de autocensura y miedo en la prensa».[3]
A estas situaciones preocupantes se le debe sumar Bolivia, donde se han reportado solicitudes de asilo de periodistas de esa nacionalidad en países como Estados Unidos, o Guatemala, donde se evidencia una creciente tensión contra la prensa crítica.
Hacia dónde van
¿Cuáles son los principales países de acogida? De acuerdo con el mapa de RSF, los periodistas y medios exiliados de Venezuela huyen principalmente a Colombia y a Europa, especialmente a España. Aunque también existen diversos medios exiliados en los Estados Unidos. Por otro lado, los periodistas y medios de Nicaragua, El Salvador y Honduras huyen principalmente a Costa Rica. En el caso de Cuba, como ha sido tradición desde hace varias décadas, los comunicadores se exilian mayoritariamente en los Estados Unidos.
Los periodistas y medios en el exilio operan desde estos países de acogida e intentan desarrollar una labor, muchas veces marcada por sacrificios logísticos, operativos y económicos, enfocada en la denuncia e investigación contra las restricciones de las libertades, la denuncia de la violencia y los abusos de las autoridades estatales. Si bien la digitalización ha amplificado la voz del periodismo independiente, las serias limitaciones del ejercicio en los países marcados en este mapa de RSF evidencian una región con serias complicaciones. La condena a la limitación de la libre información hace un llamado a la denuncia de esta realidad y la consecuente solidaridad democrática.
La libertad de prensa es a la democracia lo mismo que la sangre al cuerpo. El estado de la libertad de expresión dice mucho de la salud institucional y la pluralidad de un país. Esto en América Latina es particularmente importante, una región mayormente democrática, pero con serios problemas de libertad de prensa, periodistas asilados y medios de comunicación en el exilio.
Notas:
[1] Citas tomadas de RSF (2023). Clasificación mapa global.
[2] Ídem.
[3] Ídem.
Ángel Arellano es Doctor en ciencia política, magíster en estudios políticos y periodista. Coordinador de proyectos en la Fundación Konrad Adenauer en Uruguay, y editor de Diálogo Político.
*Este artículo fue publicado en dialogopolítico.org el 07 de julio de 2023