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Perspectivas segundo semestre 2024: Tiempo de small caps

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El segundo semestre de 2024 se presenta como un periodo de desaceleración económica, pero sin llegar a una recesión. Aunque podría haber una recesión técnica y temporal, no se espera que esta se convierta en una crisis. Sin embargo, la inflación seguirá siendo el principal riesgo para los mercados, además de otros desafíos como los conflictos geopolíticos y las citas electorales, especialmente en Estados Unidos y el inesperado adelanto de las elecciones en Francia, lo que añade incertidumbre al mercado gane quien gane.

En cuanto a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), los datos de inflación, mercado laboral y crecimiento económico sugieren que, en el mejor de los casos, podría haber un único recorte de tasas de interés. No obstante, es más probable que no se produzca ninguno, ya que la Fed no puede permitirse intervenir en el proceso electoral.

La economía está resistiendo a las tensiones y la enorme liquidez en el mercado. En este contexto, el Banco Central Europeo (BCE) ha cometido un error al iniciar un proceso de bajada de tasas de interés. Los bancos centrales han priorizado la liquidez sobre la inflación y no están tomando medidas efectivas para reducirla, ya que la política fiscal está saboteando la política monetaria. Además, los altos niveles de liquidez benefician a los activos de riesgo, y para el mercado es más importante la cantidad de dinero disponible que su costo.

Para el segundo semestre, el BCE solo realizaría una única bajada de tasas adicional si hubiera un claro deterioro de las variables macroeconómicas. Con los datos actuales de inflación y estabilidad económica, lo más probable es que el BCE haga una sola bajada de tasas, aunque lo estrictamente correcto sería no hacer ninguna o incluso subirlas.

Ante este escenario, la mejor manera de combatir la inflación es estar invertido. No invertir o hacerlo a corto plazo es ahora el mayor riesgo. Mantener el dinero sin invertir es empobrecedor.

El oro refleja la magnitud del exceso monetario actual. La política de los bancos centrales es extremadamente acomodaticia y necesitan equilibrar su balance. Sus activos, como los bonos, se están depreciando y deben equilibrarlos con activos descorrelacionados como el oro.

La tendencia estructural del value o la renta variable es alcista y, dada la elevada liquidez, aún hay muchos inversores esperando una corrección más profunda para entrar al mercado. Cada corrección en el mercado es seguida por un repunte rápido, indicando la gran cantidad de dinero esperando para ser invertido.

Las valoraciones son exigentes y ahora están aún más altas. No se han deteriorado más gracias a los buenos resultados empresariales en Estados Unidos, mientras que en Europa se mantienen en la media histórica, pero se necesita más para que el mercado siga creciendo.

Para el segundo semestre de 2024, es clave apostar por sectores como la tecnología, telecomunicaciones, infraestructuras, eficiencia energética (con énfasis en la automatización industrial y la electrificación) y la demografía.

Las acciones de pequeña capitalización, o small caps, se han considerado durante mucho tiempo un terreno fértil para inversores growth y value. Estas empresas, con capitalizaciones de mercado que van desde cientos de millones hasta unos pocos miles de millones de dólares, suelen ser firmas emergentes o de tamaño mediano preparadas para expandirse. A diferencia de las grandes empresas, pueden innovar y adaptarse rápidamente a los cambios del mercado.

Sin embargo, el rendimiento reciente de las small caps ha sido más modesto en comparación con las grandes. Mientras el índice S&P 500 ha subido aproximadamente un 15%, las ganancias de los índices de pequeña capitalización en Estados Unidos han sido marginales o incluso negativas. Además, estas acciones se negocian a precios significativamente más bajos que sus niveles máximos, lo que indica una fase de mercado bajista.

Este rendimiento inferior de las small caps se debe en gran medida al auge de las large caps, que han llevado a los principales índices bursátiles a niveles récord. Aunque las rentabilidades pobres en términos relativos pueden generar cautela, es crucial considerar las valoraciones en términos absolutos. Usando métricas tradicionales como el PER o el precio frente a valor contable (P/VC), las small caps parecen estar razonablemente valoradas, sugiriendo que su rendimiento inferior puede deberse a un sentimiento de mercado excesivamente complaciente con las large caps, más que a debilidades intrínsecas en las empresas pequeñas.

Un factor que podría favorecer a las small caps es la fase actual de recortes de tasas de interés a nivel global. Históricamente, las small caps han superado a las large caps tras los recortes de tasas. Los bancos centrales, incluida la Reserva Federal, están adoptando políticas monetarias expansivas para estimular el crecimiento económico, lo que podría beneficiar a las small caps mediante menores costos de financiación y mayor acceso a la misma.

Los inversores enfrentan una decisión interesante: seguir invirtiendo en large caps (las Magnificent 7), que han tenido los mejores rendimientos recientes, o aumentar posiciones en small caps, que no han tenido un buen desempeño, pero que suelen ofrecer buenos retornos en un escenario de bajadas de tasas.

La decisión es especialmente difícil para los inversores a corto plazo, que deben elegir el momento adecuado. Sin embargo, los inversores a largo plazo podrían encontrar en las small caps oportunidades atractivas para el largo plazo.

Así, la apuesta es por el value o la renta variable, especialmente en small caps, que suelen comportarse mejor que las grandes en periodos de bajadas de tasas.

En este sentido, existe un fondo extraordinario del que hemos hablado en el pasado y que ha seguido comportándose de acuerdo a las expectativas incluso cuando el entorno no le ha sido favorable, y que muestra el mejor perfil para sacar ventaja a lo que depara el segundo semestre de 2024, que se prevé que sea el inicio de los recortes de tasas por parte fundamentalmente de la Reserva Federal.

 

Las rentabilidades anuales de este fondo de inversión independiente especializado en renta variable de small caps vienen siendo del 10,46% en 2020, 43,54% en 2021, 32,15% en 2022, 11,04% en 2023 y 3,76% en lo que va de 2024, superando sistemáticamente y con creces el índice de referencia establecido. Nada desdeñable.

En definitiva, aunque las small caps han sido ampliamente superadas por las large caps en los últimos años, siguen siendo una opción interesante para inversores que no siguen al mercado ciegamente. El comportamiento histórico de las small caps, su atractiva valoración actual y su potencial de mejor desempeño en un escenario de bajadas de tasas sugieren que podrían estar preparadas para un repunte o, al menos, para un mejor desempeño relativo a las large caps en el largo plazo.

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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