Petro, Trump y deportaciones
Ian Vásquez sostiene que cada vez más, las políticas antiinmigrantes de Trump se combinan con políticas comerciales proteccionistas.
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Por Ian Vásquez1
Gustavo Petro se peleó con Donald Trump este fin de semana y perdió. Después de haberlos autorizado, el presidente colombiano no quiso recibir vuelos que traían a su país compatriotas que estaban en Estados Unidos ilegalmente. Trump inmediatamente impuso aranceles del 25% a Colombia y suspendió la entrega de visas a los colombianos. Dijo que el arancel subiría al 50% dentro de una semana si Colombia no aceptaba los vuelos.
Finalmente, Petro se echó para atrás, pero solo después de amenazar con aranceles en contra de Estados Unidos, sugerir que su sistema es racista y que Trump quiere asesinarlo y dar un golpe de Estado. Evidentemente, la realidad intervino y convenció a Petro de que el costo de su actitud era alto. La conducta tercermundista de Petro no sorprende y su impacto es limitado. En cambio, la actitud imperialista del líder del país más poderoso del mundo es realmente preocupante. Irónicamente, tiene su raíz en su intención de querer cerrarse al mundo, algo que hasta hace no mucho tiempo se consideraba tercermundista en Estados Unidos.
Los vuelos a Colombia y otros países forman parte de las deportaciones masivas que prometió Trump. Cada vez más, sus políticas antiinmigrantes se combinan con políticas comerciales proteccionistas. Sin duda, el sistema de inmigración de Estados Unidos no funciona y necesita una reforma completa. Sobre todo, es el caos en la frontera con México el que conlleva un costo político más alto.
Por eso, Trump recibe cierto apoyo cuando dice que quiere reducir la inmigración ilegal. En realidad, quiere reducir toda inmigración, la legal incluida, como hizo durante su primer mandato. Según el testimonio del experto David Bier ante el Congreso estadounidense la semana pasada, Trump implementó casi 500 políticas durante su primera presidencia que obstaculizaron de manera importante el sistema migratorio. Muchas de esas políticas eran ilegales, tal y como lo decidieron las cortes en más de 30 ocasiones.
En ese período, Trump agregó más de 500 páginas a los formularios migratorios, prohibió la inmigración de 13 países por razones de seguridad, suspendió parcial o totalmente la expedición de visados en más del 75% de los consulados estadounidenses y, según Bier, “prohibió la entrada a la mayoría de los solicitantes de visados de inmigrante y a la mayoría de los trabajadores temporales cualificados, considerándolos absurdamente una ‘amenaza’ económica”.
Además, Trump redujo las concesiones de residencia legal permanente en un 54% y los visados de inmigrante para futuros residentes legales permanentes en un 78%. Según Bier, “el presidente Trump redujo casi todas las categorías de migración legal tanto antes como después de la pandemia”.
Irónicamente, esas medidas hicieron menos eficaces la aplicación de las políticas migratorias. Al reducir la inmigración legal, el flujo de inmigrantes ilegales y criminales se disparó. Los arrestos de inmigrantes criminales por las autoridades fronterizas se incrementaron en un 64% y las evasiones de la patrulla fronteriza aumentaron en un 75%.
El caos migratorio reforzó la idea de que Trump debería reducir todavía más la inmigración. Joe Biden,al restaurar en parte el sistema legal, pudo controlar mejor la inmigración ilegal. De hecho, terminó expulsando tres veces más gente que Trump. Ahora, Trump ha iniciado una política antiinmigrante todavía más agresiva. Ha declarado una emergencia nacional en la frontera a pesar de que la inmigración ilegal es más baja hoy que cuando él era presidente anteriormente. Además, su deportación masiva está afectando a numerosos países y el comercio internacional.
Las políticas migratorias excesivamente restrictivas de Estados Unidos han causado grandes problemas y Trump solo las está endureciendo. Mala noticia para el hemisferio.
1es Vicepresidente de Estudios Internacionales y Director del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute y coautor del Human Freedom Index. Vásquez es columnista semanal de El Comercio (Perú).
*Este artículo fue publicado en elcato.org el 29 de enero de 2025