Profecía cumplida: así “se desbarata” gabinete de Petro en menos de un año
Con la renuncia de la titular de Minas y Energía, Irene Vélez, llega a 11 el número de ministros que han tenido que dejar sus cargos, completándose la docena con la jefa de gabinete, Laura Sarabia, que ha protagonizado el mayor escándalo en el Gobierno de Gustavo Petro
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Por José Gregorio Martínez1
El Gobierno de Gustavo Petro aún no ha cumplido un año y es poco lo que queda del gabinete designado inicialmente. Con la renuncia de la titular de Minas y Energía, Irene Vélez, llega a 11 el número de ministros que han tenido que dejar sus cargos, completándose la docena con la jefa de gabinete, Laura Sarabia, quien ha protagonizado el mayor escándalo de la actual Administración. Aunque Vélez no se queda atrás. El abuso de poder ha sido el detonante en ambos casos.
Habían pasado apenas seis meses cuando se empezó a cumplir la profecía de Alejandro Gaviria. Lo irónico es que fue precisamente su cabeza la primera que rodó. “El primer año él nombra un buen gabinete de unidad nacional. No lo logra cohesionar. Pasan seis u ocho meses, no pasa mucho, se le desbarata el gobierno, y Petro empieza a tuitear como loco”, había dicho Gaviria en una entrevista durante la campaña. Pese a las diferencias, el mandatario lo nombró ministro de Educación hasta el 27 de febrero, cuando lo destituyó, aparentemente por los cuestionamientos que hizo a la reforma a la salud.
Pero el exprecandidato presidencial por la coalición Centro Esperanza no se fue solo. Lo acompañaron en ese momento María Isabel Urrutia y Patricia Ariza, quienes fueron destituidas de sus cargos de ministras de Deporte y de Cultura, respectivamente.
Segunda purga en el gabinete de Petro
Este fue solo el comienzo. El 25 de abril, Gustavo Petro sorprendió al país cuando le pidió la renuncia a todo su gabinete ministerial y, acto seguido, despidió a siete ministros: José Antonio Ocampo, de Hacienda; Cecilia López, de Agricultura; Alfonso Prada, de Interior; Carolina Corcho, de Salud; Arturo Luna, de Ciencia; Sandra Urrutia, de las TIC; y Guillermo Reyes, de Transporte.
La salida de Ocampo en ese momento fue la menos esperada, ya que era el alto funcionario con mayor moderación y experiencia en un área vital para calmar los mercados y corregir los desaciertos del presidente. En cambio, la oposición y la prensa sí celebraron la destitución de Corcho, entre otras cosas, por el polémico proyecto de reforma a la salud que aún no ha podido ser aprobado en el Congreso. Prada y Luna se fueron en medio de una controversia, tras haber tenido que admitir reuniones con Nicolás Petro, hijo del presidente, envuelto en un escándalo de unos chats revelados por la revista Semana en los que se evidencia una vez más un presunto abuso de poder para buscar “cupos” en algunos ministerios.
Dos casos de abuso de poder
Sin duda el caso de Laura Sarabia ha sido el más escandaloso, pues no solo habría abusado también de su autoridad para usar el polígrafo contra su exniñera ante la pérdida de una alta suma de dinero en su residencia sino que además destapó un conflicto interno que arrastró de igual manera al embajador en Venezuela, Armando Benedetti, y derivó luego en el suicidio –según el informe de Medicina Legal– del teniente coronel de la policía Óscar Dávila.
Ahora, Irene Vélez se va del gabinete de Petro con una investigación abierta en la Procuraduría por presuntamente haber presionado a un agente migratorio con el fin de que permitiera la salida del país de su hijo menor de edad sin cumplir todos los requisitos legales. Sin embargo, los motivos para su salida sobraban. Más allá del aparente abuso de poder, durante su paso por el ministerio de Minas y Energía demostró en más de una oportunidad que no estaba capacitada para el cargo.