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Voy a empezar por el final, agradeciendo el wasapeo que tuve el 22 pasado con un excelente amigo. Obviemos que el día 22 de enero no pasó nada trascendente en la historia de Las Bolivias antes del de 2006 (no cuento el referéndum de 2009 porque tuvo tantos cambios de fecha que pudo ser cualquier día) pero sí fue memorable para Juan Evo Morales Ayma —que cada vez se creyó más el epítome de Bolivia— porque un 22 de enero de 2002 fue expulsado de su curul de diputado (congresistas mañosos creyeron que con mañudería de políticos inhábiles lo iban a desaparecer al cocalero cuando en verdad “lo crearon” para que sufriéramos luego 20 años de pesadilla pluri-multi). Es decir: oficialmente el 22 de enero fue fijado como Día de la creación (fundación) del Estado Plurinacional desde el 20 de enero de 2010 mediante el Decreto Supremo 405/2010, Estado Plurinacional que fue creado con el Decreto Supremo 048/2010, promulgado por el Gobierno de Evo Morales Ayma el 18 de marzo de 2009 (dos días antes del 405). En rápida explicación, la nueva denominación —simple etiqueta de los asesores españoles neomarxistas, como Martínez Dalmau y Viciano Pastor— fue instituida por un Decreto Supremo posterior a la Constitución de 2009 que reconocía a Bolivia con el nombre de República de Bolivia en el Preámbulo y los artículos 11.I, 146.II, 202.1, 202.7, 238.3, 339.I y Transitoria Primera I. Y si recordamos que constitucionalmente un Decreto Supremo tiene un valor legal inferior a una Ley y ésta incluso menos que la Ley Fundamental —es decir: la Constitución Política del Estado—, entonces, queridos lectores, no nos preocupemos: ¡el día 8 de noviembre de este año, cuando el nuevo Presidente —cualquiera sea, opositor claro— asuma su cargo, con otro D.S. derogará el 048/2010 (al estilo Trump sin ser Trump) y, de rebote, caerán otros como el 405/2010 y Las Bolivias —sin dejar de ser múltiples y diversas como lo han sido siempre— volverán a ser reconocidas como República de Bolivia, como lo fueron —y son según la actual Constitución de 2009— por más de 200 años. Chirrín chirrán.
Vayamos ahora al panorama electoral: Reafirmado el 17 de agosto como fecha de comicios —11 días después del Bicentenario, celebrado con “desunidos nacionales” garantizada desde 2006 por los gobiernos del MAS, mais pior que la de vicuñas y vascongados del xvii potosino—, aún quedarán pendientes (más que las fechas de hitos previos): 1) ¡quienes en definitiva conformarán el Bloque Unido de Oposición (BUP)? —incluyendo quienes “bajarán” sus precandidaturas—; ¿cómo se seleccionará el candidato (dupla) del Bloque Unido de Oposición? —¿primarias? ¿de qué forma serían?—; ¿qué Proyecto País (macro) propondrá el Bloque Unido de Oposición?; ¿cuál será el Programa de Gobierno (micros) común de la candidatura del Bloque Unido de Oposición, a partir de qué expectativas se construyó y qué propone?; ¿cómo se distribuirán las candidaturas a la Asamblea y dentro de qué compromisos?
Aun quedarían muchas preguntas sin respuesta (¿Reforma Constitucional o Asamblea Constituyente? ¿A qué flanco nos integraremos? ¿Cómo asegurará gobernabilidad?) pero hasta hoy que escribo (24/01) es mucho más multi (por múltiple) y pluri (por plural: masistas, centristas, indianistas, socialdemócratas, marxistas estalinistas y neomarxistas, socialistas democráticos, derechistas, liberales, nacionalistas estatistas de izquierda y derecha…) que lo que desearíamos, repitiendo (hoy recalco) la casi veintena de las presidenciales de 1985: tres posibles de los restos (no despreciables) del MAS (incluyendo Morales inhabilitado, Arce y Rodríguez —Andrónico, el que sí que no—); tres para optar por la del Bloque Unido de Oposición: Quiroga, Doria Medina y Camacho (éste imposibilitado), amén de otros (hasta hoy) que se han unido y bajado sus aspiraciones (Mesa, Ballivián, Bört, Cuéllar); otras cuatro pendientes de definirse si se unen o no, con precandidatos ya anunciados: Solíz (PDC), Reyes Villa (APB Súmate), Marinković (ADN) y Chung (AMAR), entre las que recuerdo —aunque AMAR no está aún registrado por la Corte Electoral y PDC y ADN están pendientes de perder su registro por no cumplir sus obligaciones ante Corte.
Habrá que esperar post idus Augusti.
No quiero cerrar sin un pequeño comentario sobre “La propuesta es el candidato”. Edwin Cacho Herrera nos agrega una advertencia que ya 12 años antes —bajo título homónimo— Guillermo Capobianco Ribera había manifestado: En Bolivia —Las Bolivias— lo que se propone es el candidato, no su propuesta o programa (las malas lenguas, como la mía, afirman que sólo las leen los historiadores y los estrategas contrarios).
Con tanta pluralidad de tendencias en los candidatos de la oposición, ¿por quién —para lograr qué esperanzas— votarán Las Bolivias?
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo