Qué hay detrás de la red de tráfico de cubanos para unirse a las tropas rusas en Ucrania
Complicidades, engaños e intereses económicos podrían formar parte de un turbio acuerdo entre La Habana y Moscú a pesar de que el castrismo ahora habla de “desmantelar” una “red de tráfico de personas"
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Por Oriana Rivas1
A través de un comunicado, el régimen castrista anunció que está trabajando en “desmantelar” una “red de tráfico de personas” que incorpora ciudadanos cubanos al ejército de Rusia para que participen en la guerra contra Ucrania. En el texto, difundido este 4 de septiembre, la dictadura hace alusión a “enemigos” del país y agrega que “han neutralizado intentos de esta naturaleza y se han iniciado procesos penales sobre personas involucradas”.
No es para menos que la revelación ocupe titulares incluso en la prensa estadounidense. Que una supuesta red de trata engañe a cubanos para llevarlos a pelear a favor de Rusia, constituye no sólo un crimen en relación con derechos humanos sino que asienta un grave precedente histórico.
Sin embargo, detrás del comunicado hay mucho más y está vinculado con un tema que al dictador Miguel Díaz-Canel se le está saliendo de las manos. Desde hace meses hay denuncias al respecto y más detalles han salido a la luz los últimos días. Una de las pruebas más contundentes hasta ahora es el testimonio de dos jóvenes que cuentan lo que están atravesando en suelo ruso luego de firmar un contrato en otro idioma.
“Fue una estafa. Nos dijeron que era para la construcción. Arreglar casas devastadas por la guerra y abrir trincheras, pero fue una estafa. No nos han pagado y no tenemos pasaportes, ni documentos”, dijeron en parte de un video publicado en exclusiva por AméricaTeVe.
Anzuelo para captar cubanos
El reclutamiento de cubanos para pelear en la invasión que el presidente Vladímir Putin inició contra Ucrania trascendió hace algunos meses. Según medios rusos, se les ofrecía la ciudadanía a los firmantes y sus familias, además de un pago por unos 2300 euros. Por esa misma fecha, también se conoció el envío de tropas cubanas a Bielorrusia para “recibir formación militar”.
Ahora trascendió que otras personas firman contratos entendiendo que no van a enlistarse. El contrato, estipulado por un año y en idioma ruso, plantearía tareas de construcción, tal como relataron los jóvenes, aunque en realidad, los llevan al frente de la guerra. “El régimen cubano, viendo que se le viene desmontando todo el tema del tráfico de personas —algo que también hace con los médicos— ha salido a hablar”, explicó Javier Larrondo, director de la organización Prisoners Defenders en diálogo con PanAm Post, refiriéndose al reciente anuncio de la dictadura.
Sospechosa conexión aérea
En julio pasado llegó al destino turístico de Varadero, Cuba, un vuelo inaugural de la compañía Rossiya (parte del grupo Aeroflot) procedente desde Moscú. El evento “marcó la reanudación de la comunicación aérea directa entre Rusia y la isla”, indicó la embajada de Putin.
Irónicamente, otras aerolíneas como las españolas Iberojet e Iberia cancelaban sus rutas a la isla o disminuían la frecuencia de viajes debido a la poca venta de boletos. Aviación Online, United Airlines, Delta Air Lines y JetBlue anunciaron decisiones similares casi en paralelo.
Entonces cabe preguntarse, ¿por qué Rusia retoma esta conexión con La Habana teniendo en cuenta la baja demanda? “Es que los vuelos de Aeroflot estarían sirviendo para el traslado de los cubanos que terminan en la primera línea de la guerra”, respondió Larrondo. A esto se suma otro cuestionamiento, ¿por qué el régimen cubano no se ha referido a los dos jóvenes víctimas de trata que expusieron en video los abusos en territorio ruso? Una de las hipótesis es que posiblemente estas personas sean enviadaas a la guerra para silenciar esta línea testimonial que se ha abierto en contra del castrismo.
Un contrato, dos fases
Una reclutadora en Moscú contó en mayo pasado cómo funcionaba la captación de cubanos que viven en Rusia. “Hay que estar en Rusia sí, el gobierno no paga pasajes, acepta al que está aquí con papeles o sin papeles, hable ruso o no hable ruso”, dijo al portal Cubanos por el Mundo. Otra línea de reclutamiento funcionaría desde Cuba y se enfocaría en jóvenes que aspiran salir de la isla debido a la represión y la crisis generalizada por la falta de alimentos y servicios públicos.
Un detalle relevante en esta historia, es que las leyes de Cuba establecen que ningún militar puede salir de la isla, ni entrar en dicho conflicto sin haber sido enviado por su gobierno con el pasaporte “oficial”. De manera que tal como advertía en junio Prisoners Defenders, serían soldados “alquilados” a Rusia, pues de otra manera “no pueden salir de la isla por Ley”. Como consecuencia, a pesar de que el castrismo dice en su nuevo comunicado que “Cuba no forma parte del conflicto bélico en Ucrania”, sus acciones demuestran lo contrario.
Intereses económico de La Habana
Ahora bien, toda esta historia —cuyos cabos una vez atados configuran lo que habría detrás del envío de ciudadanos cubanos a Rusia— parte de un interés económico porque el castrismo necesita dinero. Las ganancias por las misiones de médicos cubanos en el extranjero quedaron afectadas luego de que el Parlamento Europeo las calificara como trata de personas y esclavitud moderna. Por otro lado, el turismo mermó con la pandemia y no menos importante, desde Venezuela ya no llega el mismo flujo de dinero tras años de corrupción chavista.
El envío de cubanos a Rusia podría ser ese ingreso que la dictadura necesita, y a cambio el gobierno de Vladímir Putin consigue soldados para una guerra que se extiende cada vez más. Aunque no hay cifras de cuánto estaría consiguiendo a través de esto, allí estaría la respuesta de por qué Díaz-Canel desafía incluso leyes internacionales. A pesar de que Cuba puede importar todos los alimentos y medicinas que quiere —incluso comprarlos a EE. UU., lo que desmonta la retórica del bloqueo—, la crisis de ingresos es tal que es necesario buscar otras fuentes.