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En los últimos tiempos, Santa Cruz, ha sido testigo de un fenómeno que merece ser destacado y aplaudido: los concejales Saavedra, Medrano y Morón han tomado un rol protagónico denunciando casos de corrupción de una manera innovadora y, además, han brindado un importante espacio para que los ciudadanos también puedan hacer sus denuncias mediante distintas redes sociales. Esta iniciativa fomenta la participación ciudadana y la fiscalización, creando un ambiente propicio para luchar contra la corrupción y construir una sociedad más justa. Veámoslo desde los siguientes enfoques:
Una mirada política: La participación de la ciudadanía en la lucha contra la corrupción consolida el sistema democrático. Cuando los ciudadanos se involucran y exigen rendición de cuentas, se promueve la transparencia y se refuerza la confianza en las instituciones políticas, asimismo, cuando la ciudadanía denuncia, se genera un control ciudadano sobre el poder político, se fomenta un sano equilibrio y se evita que los políticos actúen impunemente. Esto asegura o por lo menos evita la concentración indebida de poder y e incentiva a que los servidores actúan con responsabilidad.
Una mirada económica: La corrupción genera un entorno económico adverso al ahuyentar la inversión y desalentar la competencia justa. Al denunciar y combatir la corrupción, se promueve un clima favorable para los negocios, lo que impulsa el crecimiento económico mediante la inversión y crea empleo, esto desde un enfoque privado. Desde lo público, la corrupción desperdicia recursos que podrían destinarse a proyectos de infraestructura, educación, salud y otros servicios esenciales. La participación ciudadana en la denuncia de actos corruptos contribuye a garantizar que los fondos públicos se utilicen de manera adecuada y se beneficien a la sociedad en su conjunto.
Una mirada social: La corrupción socava los principios de justicia y equidad al permitir que unos pocos se beneficien indebidamente a expensas de la mayoría. Al tomar parte activa en la lucha contra la corrupción, los ciudadanos defienden la igualdad de oportunidades, promoviendo una sociedad más cohesionada. Esto permite construir una cultura ética basada en la honestidad, integridad y transparencia.
Esperemos que este auge de la lucha contra los corruptos se contagie a todos los niveles, tanto del Estado como de la sociedad, es una lucha de larga data y aliento, pero no imposible. En mi opinión, a menor tamaño del Estado, habrá menos chance de que más personas quieran vivir del mismo, esta puede ser el objetivo a mediano plazo, a la brevedad se necesita crear canales de denuncia accesibles y seguros para proteger a los denunciantes, se debe empoderar a la ciudadanía y que está realmente tenga esa percepción de que se está haciendo justicia, por ende, deben implementarse sanciones efectivas y que los corruptos no queden en la impunidad. Solo con la participación de todos podremos erradicar este mal y construir un futuro mejor para los cruceños y bolivianos.