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Llega septiembre y resulta ineludible referirse a la Efeméride Departamental de Santa Cruz, en el mes de la primavera y de la amistad, el mes en que la región, pese a las amenazas y dificultades del momento, hace gala de optimismo gracias al “espíritu emprendedor” que le caracteriza, fundamentado en el “alma cruceña” que, por su carácter instituyente, ha creado prestigiosas organizaciones para sortear los escollos y apuntalar su desarrollo, como la Feria Exposición de Santa Cruz, que este año nos regala una renovada versión del más importante evento ferial del país, Expocruz, hoy, más linda que nunca.
La región cruceña, por años de años ignorada y al margen del quehacer nacional, no fue sino hasta apenas setenta años atrás, cuando, habiéndose conectado a Bolivia gracias a la construcción de la carretera a Cochabamba, por una parte, y, luego al mundo, a través de los ferrocarriles a la Argentina y al Brasil, que su historia cambió para bien.
La consecuencia de tan importante vinculación física despertó en la región oportunidades productivas y comerciales que estaban dormidas, motivando la migración desde el exterior e interior, alimentando virtuosamente su desarrollo al generar inversión, empleos, ingresos, consumo, ahorro, reinversión y crecimiento, catapultando sus indicadores económicos y sociales a los máximos niveles en el país, como reseña el libro
Modelo de Desarrollo Cruceño: Factores y valores que explican su éxito (https://ibce.org.bo/publicaciones-descarga.php?id=2500&opcion=4).
A continuación, algunos hitos, sobre la base de información estadística oficial:
Santa Cruz pasó de tener menos de un cuarto de millón de habitantes en 1950, representando sólo un 9% de la población nacional, a ser hoy la región más poblada con una proyección de 3,6 millones de personas, según el INE, y un peso relativo del 30%.
Igual pasó en el ámbito económico, ya que por aquel entonces el aporte cruceño al PIB era de apenas 10%, mientras que ahora, con más de 12.000 millones de dólares es del 30%, por eso se dice que Santa Cruz es el bastión y el baluarte de la economía nacional.
Importante, también, que la diversificación hace resiliente a Santa Cruz, ya que, si bien la agropecuaria y la industria significan un 35% del PIB regional, el sector terciario aporta con un 50% (banca, transporte, comercio, comunicación, energía, servicios, etc.).
Otro dato destacado es que desde el año 2011 el PIB cruceño crece más que el de Bolivia, por eso el calificativo de locomotora económica, ya que jala el crecimiento hacia arriba.
Y si bien tales datos son importantes, la contribución de Santa Cruz al PIB agropecuario nacional lo es más, al bordear el 45%, contribuyendo con la sobreproducción a consagrar la soberanía alimentaria del país, además de alimentar a millones con la agroexportación.
¿Sabía que Santa Cruz genera el 76% del volumen de alimentos que produce Bolivia y que, además, envía 4 millones de toneladas de productos agropecuarios al mundo?
Santa Cruz produce el 100% del sorgo; 99% de la soya y del girasol; 94% de la caña de azúcar; 75% del trigo y del arroz; 61% del maíz y 32% de las hortalizas; tiene 4,8 millones de cabezas de bovinos; 1,1 millones de porcinos, produce 160 millones de pollos y más de 1.100 millones de huevos. Santa Cruz ha logrado campeones mundiales con la mejora genética bovina, además de exportar carne por cerca de 190 millones de dólares en 2022.
El pasado año logró un nuevo hito exportador, con 4.511 millones de dólares, significando un 33% del total nacional, un 77% de las Exportaciones No Tradicionales y el 88% de las exportaciones agropecuarias del país.
Del Departamento de Santa Cruz depende el 100% de la exportación de carne bovina y derivados; 99,7% del alcohol; 99,5% del azúcar; 99% del sésamo; 98% de la soya, la chía y el frejol; 95% del girasol; 94% de las hortalizas y 72% de los cueros y sus manufacturas.
Una mención especial para la soya, la reina de las exportaciones, por su aporte a Bolivia con más de 18.000 millones de dólares y 45 millones de toneladas desde los años 90 hasta hoy, lapso en el que la producción de soya en Santa Cruz superó las 51 millones de toneladas.
Sin embargo, más allá de lo estrictamente económico, que a no dudarlo es tremendamente importante, está la dimensión social. Las siguientes cifras muestran por qué se dice que el “modelo de desarrollo cruceño existe y es exitoso”, porque da oportunidades de progreso a la gente, siendo que, en cuanto a los indicadores sociales respecta:
Santa Cruz detenta el menor nivel de pobreza moderada del país con 25% (en Bolivia es del 36%), así también, la menor pobreza extrema con un 3,3% (mientras que en Bolivia es del 11%); la mejor distribución del ingreso con 0,39% (en Bolivia 0,42%) y una menor desocupación urbana con 3,79% (Bolivia 4,3%), se dan en Santa Cruz.
Estos datos son la constatación histórica de que, esté lo que esté al frente y pese a quien le pese, con el favor de Dios… ¡Santa Cruz no se rinde ante la crisis y prevalece siempre!