Un impuesto sobre los enlaces no salvará a la industria de periódicos pero podría arruinarlal Internet
Paul Matzko considera que la Ley de Competencia y Preservación del Periodismo crearía un radical cuasi derecho de propiedad sobre la información que afectaría la infraestructura básica de la Internet.
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Por Paul Matzko1
Ya está en línea mi análisis de la Ley de Competencia y Preservación del Periodismo (JCPA, por sus siglas en inglés).
En pocas palabras, la JCPA y los impuestos de enlace similares en California, Canadá y Australia serían una subvención cruzada impuesta por el gobierno de Big Tech a Big Ink. Y aunque los defensores del impuesto de enlace dicen que quieren salvar de la quiebra a los pequeños periódicos locales, el mecanismo real de negociación del impuesto de enlace beneficiaría principalmente a los periódicos regionales de mayor tamaño que ya han encontrado una base sólida en el mercado digital. En lugar de salvar a los periódicos locales, un impuesto de enlace alimentaría perversamente una mayor consolidación de la industria periodística.
Peor aún, un impuesto sobre los enlaces crearía un radical y novedoso cuasi derecho de propiedad sobre la información que afectaría a la infraestructura básica de la Internet moderna. Hoy en día lo damos por sentado, pero la “web” en “world wide web” es una referencia a los miles de millones de hipervínculos que unen sin fisuras y sin costos distintos sitios web de todo el mundo en un todo interconectado.
Un impuesto sobre los enlaces introduce fricciones y costos en ese proceso al imponer que quienes deseen simplemente enlazar con la dirección web de un contenido periodístico necesiten un permiso de pago. Es una forma de cerramiento digital, que toma información que antes era “libre como el aire para el uso común” y la pone detrás de un muro.
Aunque un impuesto sobre los enlaces puede devolver algún valor financiero al nuevo titular de los derechos, creará una pérdida de peso muerto informativo mucho mayor para los consumidores. Un impuesto sobre los enlaces significaría que menos artículos de noticias de menos periódicos llegarían a menos consumidores.
La JCPA es una mala idea, pero los “impuestos de enlace bebés” a nivel estatal, como el que acaba de aprobar la Asamblea de California (y que está a la espera de una audiencia en el Senado estatal), podrían ser aún peores:
El impuesto de enlace propuesto en California, el CJPA, haría que esa fragmentación fuera aún más profunda. No sólo asistiríamos a una mayor desintegración de la World Wide Web en varias reds de rango nacional, sino que Internet en Estados Unidos podría acabar fracturándose en 50 instancias diferentes, algunas con acceso agregado a las noticias y otras sin él, y 50 sistemas de compensación diferentes. Si este tipo de regulación estatal de Internet se aprobara en virtud de la Cláusula de Comercio –lo que está por verse– crearía un precedente para nuevas transferencias de empresas tecnológicas a industrias locales favorecidas. Un enfoque tan desigual de la regulación de Internet sería una receta para el desastre para el predominio estadounidense en la innovación en línea. Sería irónico que California, sede de Silicon Valley y cuna de la Internet moderna, fuera en última instancia responsable de ese fracaso.
Para más información, consulte el análisis completo aquí.
1Paul Matzko es un investigador y el conductor del podcast Building Tomorrow.
*Este artículo fue publicado en elcato.org el 21 de agosto de 2023