Renzo Abruzzese: “El ciclo nacional popular concluyó y hay que construir una democracia ciudadana”
Renzo Abruzzese habló de su ensayo “El fin del ciclo nacional popular y el futuro de la democracia boliviana”, y sobre el desafío de construir una democracia ciudadana basada en la fortaleza y el protagonismo de la sociedad civil.
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Abruzzese es sociólogo, analista de la historia y la política boliviana, con una larga trayectoria en la docencia, la investigación y las publicaciones.
“El ciclo del nacionalismo revolucionario, lo que académicamente llaman el Estado del 52, ha concluido. El actor encargado de esa conclusión fue el MAS. Porque el proyecto masista era concluir lo que el MNR había dejado pendiente, la inclusión real”, remarcó.
El investigador social dijo que en el proceso de la revolución nacional, “que incluye a los 14 años de Evo Morales”, cambia la estructura y aparece “una burguesía popular, con una visión de capitalismo popular”.
“Los sujetos ya no son los tradicionales: los pobres, los campesinos. Es el momento en que hay que encontrar una solución de continuidad histórica. O es el masismo o es la democracia. El 21F y el alzamiento ciudadano del 2019 son el punto que verifica la tesis, porque en las plazas y las rotondas nadie preguntaba si se era rico, pobre o indígena, se estaba ante un ciudadano. La revolución hizo lo que tenía que hacer, pero ahora estamos en un momento diferente de la historia. El sujeto es el ciudadano en el escenario de la democracia”, opinó.
Abruzzese señaló que el MAS intentó “llevarse los créditos” con un discurso refundacional, pero “saben que son parte de ese proceso; sin el MNR no había MAS. El MNR vio la historia a través de una alianza de clases. En cambio, el fracaso de la izquierda, obedeciendo los postulados moscovitas, fue pensar que la revolución era obrera en un país sin obreros”.
“Cuando se agota ese proceso, este país está ante una disyuntiva: el modelo del socialismo del siglo XXI, históricamente fracasado, o la construcción de una democracia ciudadana, que sólo es posible en un sistema liberal capitalista. Ya no hablamos del 5% de oligarquía minero-feudal que el MNR llamaba rosca. Hablamos de una sociedad incorporada al sistema capitalista, flujo del capital que ingresa al país durante el gobierno de Evo Morales y que sienta la base estructural de una burguesía popular, la llamada burguesía chola”, precisó.
El sociólogo dijo que las nuevas generaciones han captado esa transformación, al estar conectadas a una sociedad globalizada, con un desarrollo sistemático del capital: “aceptan el capitalismo y quieren humanizarlo, con temas como el medio ambiente”.
“En el proceso histórico clásico se partía del concepto de la lucha de clases. En el poscapitalismo no hay clases, hay identidades en busca de un mecanismo de representación política, por eso se organizan en plataformas. Todas las transiciones son momentos difíciles, pero muerto el nacionalismo revolucionario, la solución de continuidad es la ciudadanía democrática. La categoría nacional-popular fue sumamente útil; ayudaba a comprender el momento del nacionalismo y el Estado del 52. Pero hoy las pulsiones de la historia están en el campo ciudadano”, indicó.
Abruzzese subrayó que “lo que se está rearmando es la estructura del poder político. Las nuevas generaciones tienen el desafío de encontrar sistemas de organización. Mientras la sociedad se concebía en base a clases, los obreros tenían su partido, la burguesía el suyo, la pequeña burguesía tenía su propio partido. Ahora ya no pueden ser partidos ideológicos, con un conjunto de identidades tan diferentes. Tienen que ser partidos que sean capaces de representar diversidad”.