Róger López: “El consumo del 2022 seguirá por debajo del 2019”
Róger López habló sobre la importancia del consumo como indicador para la economía, el análisis del impacto de la pandemia en el consumo en los hogares, las variables que afectan los hábitos de los consumidores y las perspectivas para el 2022.
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López es director ejecutivo de Captura Consulting. Tiene una maestría en marketing de la Swiss Business School, así como especializaciones en marketing digital, marketing estratégico y estrategias comerciales. Ha sido profesor de posgrado en la Universidad Católica Boliviana, la UPSA y la UAGRM.
“El consumo es el componente más importante del PIB, que es sostenido en más del 70% por el gasto final del hogar. En el año de la pandemia, el 2020, se desploma el PIB un 8% hacia abajo y lo acompaña el consumo de los hogares. Había mucha expectativa por el efecto rebote para el 2021, para recuperar lo perdido, pero no fue tanto como se esperaba. La recuperación del consumo para el 2021 estuvo por debajo de lo que fue la contracción. Los hogares no han podido recuperar el ritmo de compras. No se recuperó la oferta y la economía se hizo más informal, por lo que no crece al ritmo de algo más formal”, detalló.
El experto dijo que el Índice de Confianza del Consumidor es afectado por las expectativas y muestra de forma anticipada si habrá un desenvolvimiento positivo o negativo: “en la pandemia bajó mucho y empezó a recuperarse en 2021, pero sin llegar a los números del 2019 y 2018. Volvió a caer en el último trimestre del año pasado”.
López indicó que durante la pandemia las preocupaciones de la ciudadanía estaban centradas en “el contagio, la falta de espacio en los hospitales y las vacunas”, pero a partir del tercer trimestre del año pasado aparecen en primer lugar “la crisis económica, el desempleo y la reducción de ingresos”. Acotó que a ese indicador de crisis se suman las preocupaciones por los conflictos sociales y la corrupción.
“La pandemia generó cambios en el consumo, pero no permanentes. El 2021 se comenzó a volver a lo que era antes y algunas categorías que se habían adoptado se comenzaron a dejar. En una economía como la boliviana, donde el 62% de los hogares son de ingreso bajo y sus integrantes necesitan salir a la calle a trabajar, rápidamente han retornado a la normalidad”, señaló.
El director de Captura Consulting remarcó que “no tenemos un nuevo consumidor, cambió temporalmente y está volviendo a ser como antes. Sí se dio un cambio en intensidades, se aceleró la entrada de Internet al hogar, disminuyó el consumo de TV cable, aumentaron el streaming y el delivery, y el comprar por e-commerce. Pero sólo el 60% son consumidores digitalizados. Depende de la edad y el nivel socioeconómico para que esa brecha sea menor o mayor”.
Precisó que durante la pandemia “la gente priorizó alimentos que duran buen tiempo, por ejemplo los congelados. Ahora están volviendo a comer fuera de la casa. Ha quedado un mayor foco en la nutrición y en las propiedades del alimento. Otros consumos crecieron por coyuntura, como los ambientadores, desinfectantes y productos de limpieza del hogar, pero después se fueron estabilizando y volviendo a la normalidad. Las empresas están retornando de una forma híbrida a las oficinas, al igual que las clases. A la larga algún cambio va a quedar. El horario continuo era un cambio que venía dándose y la pandemia lo incrementó, al igual que a la digitalización”.
“Si hay dos o tres olas más este año habrán frenos al consumo, por ejemplo en los que se dan de noche. La incertidumbre se da más en el consumidor de clase media, por su información. Pero el gobierno viene generando escenarios que en el corto plazo funcionan, por lo que la economía de la clase baja se mueve. La mitad del gasto total de los hogares del país corresponde a la clase baja, que es el 62%. La otra mitad es de la clase media y media-alta, que representan el 38%. Ambos componentes son importantes para dinamizar la economía”, destacó.
Sobre las expectativas de crecimiento, opinó que el gobierno no podrá dinamizar la economía con bonos, subsidios y contratos con empresas de construcción, y que por su parte las empresas todavía no tendrán la capacidad para reactivar la oferta: “las mejores empresas no están alcanzando los números del 2019, vamos a estar recuperándolos recién el 2023”.
“El Covid generará algunos huecos pero no va a ser un problema significativo. Este 2022 va a ser muy parecido al 2021 en términos de crecimiento del consumo, por debajo del 2019”, añadió.