Santiago Terceros: “La integración y la modernidad son los principales desafíos para el liderazgo departamental”
Santiago Terceros habló sobre los desafíos para el liderazgo departamental, cómo concertar una visión de desarrollo y modernidad y la postura de los jóvenes cruceños sobre el futuro de Santa Cruz y Bolivia.
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Terceros es politólogo, con especialización en administración y políticas públicas. Tiene un MBA en administración de empresas y es graduado del programa de alta gerencia.
“Desde el punto de vista económico, Santa Cruz siempre ha sido un lugar para venir porque hay oportunidades de negocios interesantes, es un lugar que cada vez crece más, que florece y está en constante progreso. Es un lugar que sigue recibiendo migrantes de distintas partes del país y del mundo, donde uno emprende y es muy probable que te vaya bien si trabajás bien. La debilidad es el mismo caos del crecimiento tan acelerado, que lleva a que las cosas no se acomoden rápidamente. Los procesos sociales demoran años en acomodarse, sobre todo la identidad del cruceño. Vivimos una pugna sobre lo que significa ser cruceño, entre las voces que hablan de lo tradicional, de cómo era la vida hace 50 años, y los que ven un proceso cambiante donde la identidad se construye permanentemente”, señaló.
Terceros remarcó que “dentro de 20 años, la mayoría de los bolivianos serán nacidos en Santa Cruz. La bolivianidad estará en Santa Cruz y eso nos permitirá asumir de manera mucho más protagónica el liderazgo de este país”.
Sobre la visión económica y política del departamento, dijo que tiene “mucho que ver con un Estado menos inmiscuido en los asuntos de la economía. El cooperativismo ha sido un elemento muy importante en el desarrollo cruceño, el alto nivel de participación en las organizaciones, con un desarrollismo ligado a lo gremial y lo corporativo”.
Opinó que este modelo puede ser la base para transmitir visiones para “un desarrollo del país de manera más expedita”.
“El desafío para el liderazgo departamental es integrar visiones, con una modernidad que incorpore en su lógica cultural a los que han llegado. Aceptemos que se está transformando la identidad del cruceño, que puede ser el más boliviano de todos. Podemos decir puej y bailar morenada. El liderazgo debe trabajar en la educación de las nuevas generaciones, en la comprensión de la bolivianidad, y eso nos llevará a ser un referente político a nivel nacional”, dijo.
El politólogo también indicó que la identidad está en un proceso de cambios globales en todo el mundo, pero que será clave gestionar “el proceso local y nacional, con una intelectualidad y una academia que lo plantee y proponga cosas nuevas”.
Sobre la visión actual de la juventud, señaló que hay un momento difícil, “una depresión colectiva después de tanta esperanza en octubre y noviembre de 2019, que terminó en un retorno a lo anterior. Eso golpea porque parecía que las cosas iban a cambiar y no cambiaron. Pero esa oportunidad perdida deja muchísimos aprendizajes. El desafío está en la resiliencia, en aprender de los errores y de todo lo que se pudo haber hecho de una manera distinta, para que esta nueva generación empiece a trabajar de una mejor manera para recuperar la esperanza. La visión nacional requiere concertación, acuerdos y trabajar en conjunto”.