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Por Gale L. Pooley1
Thanos tenía razón en que hay un número finito de átomos en el universo. Pero estaba completamente equivocado acerca de que los recursos eran finitos. Los recursos son átomos que se han organizado de una manera que crea valor. Los recursos son átomos “inteligidos”. El conocimiento es lo que hace que los átomos sean valiosos. El número de átomos es finito, pero el crecimiento del conocimiento no lo es. Como señala el economista estadounidense George Gilder, “La diferencia entre nuestra era y la Edad de Piedra se debe enteramente al crecimiento del conocimiento”. Consumir conocimiento crea conocimiento. Cuando estamos aprendiendo, estamos consumiendo y creando conocimiento al mismo tiempo.
Gilder ofrece tres principios hermosos y simples: la riqueza es conocimiento, el crecimiento es aprendizaje y el dinero es tiempo. De estos podemos derivar un teorema: el crecimiento en el conocimiento se puede medir con el tiempo. El psicólogo canadiense Jordan Peterson reconoció este teorema cuando observó: “Si puedes producir la misma cantidad en la mitad del tiempo, eres el doble de inteligente. Has duplicado tu conocimiento”.
Descubrimos que el precio temporal de 50 productos básicos cayó un promedio de 75,2% entre 1980 y 2020. Eso significa que por el tiempo requerido para ganar el dinero para comprar un artículo en 1980, obtendría 4,03 en 2020. Eso es un 303% de aumento en 40 años. Durante ese período, la abundancia personal de recursos aumentó a una tasa anual compuesta del 3,55%, duplicándose cada 20 años. Eso sucedió al mismo tiempo que la población mundial aumentó en un 75,8%. Más gente significa más abundancia porque más gente está descubriendo y compartiendo y consumiendo y aumentando el conocimiento.
El conocimiento solo está limitado por la cantidad de humanos que son libres de actuar sobre sus ideas que generan valor. La economía es el estudio de cómo los humanos crean valor para los demás al descubrir y compartir conocimientos valiosos en mercados libres.
Algunos creen que nuestro objetivo debería ser la sostenibilidad, pero la sostenibilidad es pensar, cómo lo hizo Thanos, en términos de átomos finitos. La creatividad es pensar en el conocimiento. No podemos crear más átomos, pero podemos crear mucho más conocimiento. Así como no hay límites para la cantidad de canciones que puedes crear con 88 teclas en un piano, realmente no hay límites para el crecimiento del conocimiento que se necesita para nuevas formas de organizar la abundante, pero finita, cantidad de átomos de nuestro planeta.
Puede obtener más información sobre estos hechos económicos e ideas en nuestro nuevo libro, Superabundancia, que está disponible en Amazon. El profesor de Harvard y ex presidente del Consejo de Asesores Económicos, Jason Furman, escribe que “la superabundancia logra la notable hazaña de ser exhaustiva y entretenida al mismo tiempo”. Esperamos que usted también lo disfrute.
1Gale L. Pooley es un profesor asociado de economía en Brigham Young University, Hawaii.
*Este artículo fue publicado en elcato.org el 17 de octubre de 2022