La Semana Económica: Calificación “B” e incipiente diálogo gobierno-empresarios
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El vaso medio lleno
En las Naciones Unidas, el presidente Luis Arce volvió a decir que “Bolivia no aceptará imposiciones del FMI”, declaraciones innecesarias en cuanto el organismo emitió recomendaciones sin ningún carácter vinculante. El ex presidente del BCB, Juan Antonio Morales, señaló que el informe del Fondo simplemente abordó la “incompatibilidad entre el tipo de cambio fijo y la política fiscal expansiva”.
También en el marco de su visita a la ONU, el primer mandatario lanzó la idea de una empresa multi-estatal latinoamericana dedicada al litio. La alta expectativa oficial por el desempeño futuro del sector se reflejó en declaraciones vertidas por el vicepresidente David Choquehuanca en su gira europea, al señalar que “todos tienen interés en nuestro litio”. Por su parte, el viceministro de altas tecnologías energéticas, Álvaro Arnez, estimó con júbilo algo excesivo que el litio podría generarle al país “entre 2.000 y 5.000 millones de dólares al año”.
Otro renglón para la evaluación del país lo dio la calificadora de riesgo Fitch, que volvió a otorgarle una “B” a Bolivia, como una economía “estable pero deteriorada”. Desde el gobierno se remarcó lo primero, prefiriendo ver el vaso medio lleno.
Construcciones en La Paz
Un proyecto de ordenanza municipal que modificaría la Ley de Uso de Suelos Urbanos generó polémicas en la ciudad de La Paz, toda vez que habría abierto las puertas para una construcción acelerada de edificios de gran altura.
El alcalde Iván Arias adelantó que no promulgaría la norma, señalando estar “de acuerdo en que La Paz progrese, pero no a cualquier precio”.
Desde Twitter, el economista Antonio Saravia (Mercer University) matizó: “Se necesita una norma clara y sencilla que permita construcciones sin mucho trámite, respetando condiciones de seguridad y el derecho de los vecinos. Pero hay que construir. Más edificios, más competencia, menor precio = mayor beneficio para las familias”.
Reunión con la CAO
Aunque la intervención de Arce en la inauguración de Expocruz, la semana anterior, había sido algo disonante con la del presidente de la Feria, el breve interinato de Andrónico Rodríguez pareció iniciar un deshielo, con su presencia en el Primer Congreso Mundial de Criadores de Cebú.
Allí, el presidente en ejercicio dijo que desde el gobierno se realizarán esfuerzos para que Bolivia se convierta en uno de los 10 mayores exportadores de carne a escala global.
En días siguientes, se conoció una invitación gubernamental a la CAO para una reunión el 6 de octubre. Aunque la agenda sea un tanto cerrada (la discusión del “Plan de Desarrollo Económico y Social”) es un comienzo. Desde la entidad agropecuaria se prevé plantear temas clave, como la seguridad jurídica de la tierra y el acceso a la biotecnología.
Rueda de Negocios
Uno de los hitos infaltables de Expocruz fue la Rueda de Negocios Internacional, que cerró con 105,2 millones de dólares en intenciones de negocios, en el marco de 8.790 reuniones, sostenidas por más de 700 empresas nacionales y provenientes de 20 países.
También fue la primera vez que se instaló en la Feria un pabellón completamente dedicado a la innovación, donde las startups bolivianas compartieron espacios de networking.
Digitalización y empleo formal
En relación a lo anterior, un reciente estudio elaborado por el experto Raul Katz, del Massachusetts Institute of Technology (MIT), indica que un incremento del 10% de la digitalización en Bolivia reduciría en un 2,2% la tasa de desempleo, insertando a 122.000 personas al mercado laboral formal.
Una buena noticia para el sector es la conformación de la Cámara Boliviana de Fintech (CBF), que eligió a su primer directorio y definió su estatuto orgánico y reglamentos. Los flamantes directivos dijeron que el objetivo de la institución es “acelerar la inclusión financiera en el país y encarar los desafíos regulatorios”.